Primero fue la acampada en la Universidad de Valencia, y pocos días después se han sumado los estudiantes de la Universidad de Barcelona o de la Universidad del País Vasco montando tiendas de campaña, en protesta contra el brutal genocidio de Israel en Gaza. Madrid, Málaga, Alacant y Sevilla han anunciado que seguirán la estela en los próximos días.
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El movimiento mundial de protesta contra el genocidio de Israel en Gaza ha cobrado un gran impulso con las campamentos de estudiantes en los campus de las principales universidades de EEUU, la superpotencia que sostiene política, financiera y militarmente al Estado de Israel. Las protestas de la juventud universitaria -apoyados por numerosos profesores- ya abarcan más de 60 universidades en EEUU, en un vasto movimiento antibelicista de claras inspiración en la lucha contra la Guerra de Vietnam. A los pocos días, las protestas universitarias de EEUU se extendieron a países europeos, con ocupaciones de campus y facultades en La Sorbona o SciencesPo (Francia) o en Oxford (Reino Unido), así como en Japón, Turquía o México.
La ola pronto llegó a España, y los jardines de la Facultad de Filosofía de la Universitat de València acogen desde hace una semana las tiendas de campaña de decenas de estudiantes por el alto el fuego en Gaza. Al gobierno le exigen lo mismo que se aplicó contra la Sudáfrica del apartheid: la ruptura de relaciones diplomáticas de España con Israel, sanciones económicas y desinversión, y que nuestro país se sume a la denuncia de Pretoria contra Tel Aviv en la Corte Penal Internacional (CIJ). A su propia Universidad le piden el cese de cualquier colaboración con instituciones israelíes. Al contrario de lo que ocurre en las universidades norteamericanas, el rectorado de la UV ha permitido las acciones de protesta, igual que había ocurrido «en anteriores ocasiones y con diferentes equipos de gobierno».
A ellos se han sumado acampando los estudiantes de varios campus de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y los de la Universitat de Barcelona, acampados en el Edifici Històric de la UBA. La universidad catalana ha permitido la acampada y ha reforzado su «compromiso» y su «implicación» en los conflictos globales. «La acampada demuestra, una vez más, que la comunidad universitaria es activa, crítica y está comprometida. Como también lo está el actual equipo de gobierno», ha señalado la institución en un comunicado. También han acampado los estudiantes de la Universidad Complutense en Madrid, a pesar de los fariseos llamamientos del Gobierno de Ayuso, que ha pedido mantener «la política fuera de las aulas».
Los estudiantes de las universidades de Málaga, Alicante y Sevilla han anunciado acciones similares, en un movimiento que se está contagiando rápidamente a muchos campus de todo el país.