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La presentación por el gobierno del proyecto de los Presupuestos para 2010 ha desmontado de golpe toda la demagogia oficial con la que Zapatero, sus ministros y la cúpula dirigente del PSOE pretenden hacernos tragar sus recetas contra la crisis hechas a la medida de la banca, los monopolios y las grandes constructoras. Zapatero no libra una «dura batalla contra los poderosos», ni la subida de impuestos tiene por objetivo garantizar las prestaciones sociales, ni «las rentas más altas» son las que van a cargar con la subida de impuestos.
No es cierto que la subida de imuestos venga determinada por la política social del gobierno.El gobierno de Zapatero se ha quedado sin recursos y ha provocado un déficit en las cuentas del Estado -que puede superar este año el 10% del PIB, 50.000 millones de euros- porque ha entregado 350.000 millones de euros a los planes de rescate de bancos y cajas de ahorros (después de decirnos que era el sistema financiero más saneado del mundo), otros 20.000 millones de euros a pagar a los monopolios eléctricos una supuesta deuda por el “déficit tarifario”, y 11.000 millones a las burguesías burocráticas de las autonomías con el “nuevo sistema de financiación autonómica”.No es cierto que “los ricos” vayan a pagar la subida de impuestos.Al eliminar para todos, linealmente, independientemente de sus rentas, la reducción de los 400 euros que manejó como reclamo electoral, Zapatero está cargando sobre las rentas del trabajo más bajas el peso principal de la subida del IRPF. Como decía el periódico que ha sustentado a Zapatero todos estos años (El País) “serán los mileuristas y dosmileuristas los principales pagadores de esta subida de impuestos”.Por el contrario, Zapatero no ha tocado aquellas partidas que podrían afectar directamente a “las rentas más altas”: el impuesto de las Sicav –que indignantemente se sigue manteniendo en el 1%-, los impuestos en el IRPF de las rentas superiores a 60.000 euros –que siguen tributando con el mismo porcentaje que un mileurista-, el impuesto de patrimonio, y el IVA sobre los artículos de lujo.Y no es cierto que no se toquen las rentas del trabajo.El peso principal de la subida de impuestos recae sobre las rentas del trabajo y el conjunto de las clases populares, empezando por las rentas más bajas –pensionistas, parados o mileuristas- porque nadie escapa a la eliminación de los 400 euros de la declaración de la Renta, ni a la subida del IVA general y reducido, los dos conceptos por los que el gobierno pretende sacar de los bolsillos de todos nosotros la principal partida de la subida de impuestos, más de 11.000 millones de euros.La eliminación de los 400 euros en las deducciones de la Renta ya ataca directamente a las rentas del trabajo. Pero el aumento del IVA general y reducido pone la guinda al pastel: nadie, ni siquiera el parado más miserable o el pensionista más necesitado escapa a la subida de impuestos.Zapatero, como San Pedro, miente por triplicado, reniega tres veces de aquellos que le llevaron a la Moncloa al grito de “¡No nos falles”! Pero el problema está situado en las grandes centrales sindicales, CCOO y UGT, que reconocen que “la mayor carga de la subida de impuestos va a recaer sobre los trabajadores”. Dice el secretario general de Comisiones Obreras que con estos presupuestos “quienes menos tienen serán los que más vayan a pagar”. ¿Pero va a llevar esta declaración a las fábricas, barrios, polígonos y cada centro de trabajo?¡¡¡Nosotros sí!!!