Gasolinazo en Bolivia

«Las trasnacionales manejan la polí­tica del paí­s»

Tras los levantamientos populares contra la subida de los precios de los carburantes que sacudieron Bolivia a fnales del pasad año, entrevistamos a Pablo Villegas Nava. investigador y responsable del Área de Recursos Natuales del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB). El CEDIB es una organización que acopia, sistematiza, analiza y difunde información sobre Bolivia y orienta sus servicios a centros de enseñanza, investigadores, medios de comunicación, organizaciones sociales, instituciones y la ciudadaní­a en general. Pretende lograr que la población boliviana tenga acceso a los canales de información y documentación, independientemente de su condición social, económica o racial, de manera que «pueda participar en forma competente (informada) y democrática en la construcción del desarrollo sostenible del paí­s».

Chisas.- ¿Cuál ha sido la base del “gasolinazo” y cuál es la situación actual?Pablo Villegas Nava.- Bolivia importa cada año una cierta cantidad de combustible, básicamente diesel. En el año 2010 fueron 660 millones de dólares. Esta cantidad va subiendo de año en año, se calculan que el próximo año serán 1000 o 2000 millones de dólares de importación. El problema es que el gobierno compra estos combustible en el exterior, los vende en Bolivia a un precio más bajo, subvencionándolos. En el 2010 no recuperó 380 millones de dólares, que sería el monto de la subvención. Dinero que el gobierno considera es un desangramiento para la economía, del que aproximadamente la mitad se va al contrabando, ya que en los países limítrofes con Bolivia la gasolina es más cara y mucha gente la compra aquí para luego revender fuera. La medida del gobierno fue quitar la subvención y nivelar el precio del combustible en Bolivia con el exterior. Como consecuencia, todos los precios se dispararon, sumándose a la inflación bastante fuerte desde el año pasado. La cuestión es que el gobierno busca arreglar el problema de estos 380 millones de dólares, pero lo traslada al pueblo. Ch.- ¿Pero por qué Bolivia se ve en la necesidad de importar, si es un productor de gas y petróleo?P. V. N.- Bolivia es el segundo país en reservas de gas y también es un país petrolero. Pero no producimos lo suficiente porque la mayoría de los recursos de los hidrocarburos está en manos de las transnacionales. Estas empresas, después de que se produjera el levantamiento del 2003 con la consigna de “nacionalizar los hidrocarburos”, empezaron a retirar masivamente sus inversiones del país, razón por la que cayó la explotación. En el 2004 las trasnacionales trataron con países del Cono Sur de hacer un anillo de energético para cercar a Bolivia y provocar que tuviera que acabar vendiendo sus hidrocarburos en las condiciones que ellos querían. De esta forma, han estrangulado el mercado interno, llevando al país a esta situación de desabastecimiento. Por otra parte, las empresas estatales no tienen la capacidad de extracción. De ser unas empresas productoras y con refinerías, han pasado a ser unas meras oficinas; cuya actividad principal es fiscalizar los contratos con las empresas petroleras. El gobierno se ha negado sistemáticamente en hacer de esta empresa, una empresa productora. La situación es grave, nosotros recibimos por regalías de la exportación de hidrocarburos unos 1688 mil millones y, si sobre esta cantidad, contamos que vamos a tener que importar 1000 millones, significa el 60% la pérdida del los beneficios que estamos obteniendo. Ch.- Según las últimas declaraciones del gobierno y los últimos acontecimientos, ¿qué piensas que vaya a ocurrir este año? ¿Ves alguna medida importante que genere un cambia a mediano plazo a esta situación que nos has descrito?P. V. N.- Lo que ha hecho el gobierno es retirar su decreto porque se venía una movilización popular sin precedentes y en mi opinión muy peligrosa, más grave que la del 2003. En muchas de las ciudades del país en las que hasta ahora no había pasado nada, la gente estaba en las calles llamando a Evo Morales traidor y quemando sus fotos.Pero el gobierno no cambia de política, después de retirar el decreto ha continuado haciendo anuncios de que van a subir los precios y esto, obviamente, está llevando a los comerciantes a subir sus precios antes que se produzca el alza real. Hace unos días ya hubo una población minera que ha saqueado los negocios de alimentos, porque la situación está grave para la gente pobre.El gobierno insiste en llevar adelante todas las demandas que han hecho las trasnacionales, lo más grave, si hacemos un seguimiento a la prensa boliviana, es que se ha dedicado a hablar en nombre de estas empresas. Decir que las empresas ganan muy poco, que la situación en Bolivia no es rentable para ellas, que no se puede pedir que ellas trabajen en esas condiciones, es decir, se ha convertido en portavoz de los intereses de estas empresas.Creo que el decreto forma parte de un paquete y lo que se viene después de pretender elevar y nivelar los precios en el mercado interno, es privatizar o, mejor, reprivatizar la industria de los hidrocarburos, para que las trasnacionales vuelvan a la situación que tenían antes.Y por parte del pueblo, se puede decir que hay un descontento terrible, la gente se siente traicionada y esa es la palabra que más se oye últimamente.Creo que vamos a tener un año muy duro, porque las trasnacionales están manejando la política hidrocarburífera del país y se ve que están decididos a llevar adelante sus planes.Ch.- No deja de llamar la atención que mientras Ecuador y Venezuela inician la construcción de una gran refinería en tierra ecuatoriana, que Bolivia no haga lo mismo apoyándose en el conjunto de los países de Iberoamérica o del Tercer Mundo, como China o la India, que han mostrados intereses ampliar sus inversiones en este sector en la región.P. V. N.- Claro, si tú comparas la situación de los hidrocarburos en Bolivia, inclusive con Perú o Colombia, la situación aquí es peor. Porque en todas las constituciones de los países latinoamericanos desde hace décadas pone que los Estados son propietarios de los recursos naturales. Aunque el ejercicio de esa propiedad se le entrega a las trasnacionales. Pero incluso Colombia, tienen una industria petrolera que tiene su propia producción. Lo mismo en Ecuador, y en Venezuela, qué vamos a decir, casi el 100% del gas está en manos del Estado y el 70% del petróleo. En cambio en Bolivia, más del 80% del gas viene de las trasnacionales.Cuando tu quieres explicarte el por qué, lo más objetivo que te puedo decir es que las trasnacionales han penetrado la política hidrocarburífera del país. Se puede ver a lo largo de la historia una estrategia muy bien llevada a cabo, por ejemplo, mediante el financiamiento de movimientos separatistas, entre otros. Lo que se puede ver, es que lo que se está haciendo desde el gobierno, es lo que las trasnacionales han demandado públicamente. ¿Por qué el gobierno ha aceptado esto? Lo más que te puedo decir es que en Bolivia el neoliberalismo ha sido tan fuerte que ha marcado toda una generación de políticos, educados en un pensamiento neoliberal.Ch.- ¿Quieres añadir algo?P. V. N.- Sí, considero que lo que está pasando en Bolivia tendrá un impacto en toda Latinoamérica. Puede llevar a una radicalización de los problemas en Latinoamérica. El gobierno de Bolivia representaba una gran esperanza y era un ejemplo de política para la región. Pero con lo que se está viendo, el mensaje que queda es “no crean en los discursos” y que hay que radicalizar las luchas populares.

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