«Qué pena que esas gregorianas voces rebeldes alzadas contra el nuevo obispo de Guipúzcoa no se oyesen en todos estos años de dolor para entonar siquiera un compasivo responso, un piadoso gorigori por las víctimas del terrorismo. Qué lástima de coraje desperdiciado, tan útil como hubiera sido en la cristiana defensa del quinto mandamiento. Qué tristeza de sotanas ausentes en el consuelo, qué malograda energía de pastores callados ante la quijada siniestra de Caín.»
Ahora han urdido una consiración de batzoki contra un obispo euskaldun al que, siendo de su tierra y hablando su lengua autóctona, no consideran uno de los suyos. El viejo resabio tribal del nacionalismo se activa en cuanto atisba señales de discrepancia en el caserío o en la aldea. Coto privado de feligresía unívoca, reserva espiritual, vallado identitario de almas inmaculadamente fieles a la religión del diferencialismo. Obcecada, prejuiciosa obsesión que convierte la acción pastoral de estos curas montaraces en la confusa hechicería de unos santones de tribu. (ABC) EXPANSIÓN.- En total, el próximo año las comunidades autónomas emitirán otros 32.000 millones de deuda para financiar el gasto, lo que elevará su endeudamiento neto total hasta los 115.000 millones de euros. Esta dinámica ha provocado que las agencias de calificación hayan empezado a penalizar a las autonomías. Hace algunas semanas, Fitch y Standard & Poor’s advertían que había un riesgo alto de deterioro de la calidad crediticia de las comunidades, y el pasado jueves Moody’s rebajó el rating de la deuda de Castilla-La Mancha, Cataluña y Valencia y puso en revisión los de Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Galicia”. LA VANGUARDIA.- No se ponga dramático, que en TV3 tampoco son mancos. Yo lo veo de otra manera. Ya le he dicho que he aprendido a leer entre líneas. La crisis es severa para los medios de comunicación y estamos en vísperas de grandes reajustes. Todo el sistema España deberá ser reajustado en los próximos años. En Madrid se ve a venir el final del ciclo Zapatero, pero aún no está claro cuál puede ser el grupo más influyente en un nuevo turno conservador. La competencia es dura. Muy dura Opinión. ABC Las sotanas de la tribu Ignacio Camacho QUÉ pena que esas gregorianas voces rebeldes alzadas contra el nuevo obispo de Guipúzcoa no se oyesen en todos estos años de dolor para entonar siquiera un compasivo responso, un piadoso gorigori por las víctimas del terrorismo. Qué lástima de coraje desperdiciado, tan útil como hubiera sido en la cristiana defensa del quinto mandamiento. Qué tristeza de sotanas ausentes en el consuelo, qué malograda energía de pastores callados ante la quijada siniestra de Caín. Y qué despilfarro de bravura este reciente motín diocesano, esta asonada de trabucaires insurrectos, esta sindicada rebelión de parroquias y arciprestazgos que tanto se echaba en falta cuando los báculos episcopales se inclinaban en reverenciosa aquiescencia con los verdugos. Qué asco de hipocresía, qué farisaica blancura de sepulcros podridos. Esta arriscada clerecía carlistona que ahora recibe con rebrincos al prelado Munilla es la misma que arrastraba sus casullas en acólita sumisión al designio nacionalista. La que cobijaba en sacristías a los cómplices del terror. La que negaba funerales a los asesinados y predicaba comprensión para las razones de los asesinos. La que santificaba la viscosa equidistancia de los setienes y uriartes, la que ejercía de mediadora con los terroristas, la que retiraba su amparo a las víctimas de la coacción y del chantaje. La que siempre encontraba excusas y subterfugios para la violencia, la que siempre eludía con jesuíticos casuismos la condena del crimen, la que enfatizaba el sufrimiento de los perseguidores y minimizaba la angustia de los perseguidos. La que consagraba el vino áspero de las herrikotabernas. La tropilla talar del aranismo más rancio, la guardia vestal de las esencias del soberanismo, la levítica cuadrilla espiritual que amparaba con su doblez el delirio de la hegemonía étnica. La turbia centinela moral de un evangelio hemipléjico en cuya doctrina cabe antes un camello por el ojo de una aguja que un no nacionalista en el reino de los cielos. Ahora han urdido una conspiración de batzoki contra un obispo euskaldun al que, siendo de su tierra y hablando su lengua autóctona, no consideran uno de los suyos. El viejo resabio tribal del nacionalismo se activa en cuanto atisba señales de discrepancia en el caserío o en la aldea. Coto privado de feligresía unívoca, reserva espiritual, vallado identitario de almas inmaculadamente fieles a la religión del diferencialismo. El recelo cimarrón se agrupa en reflejo de autodefensa para estigmatizar al recién llegado, aunque se trate sólo de un recién regresado al territorio vernáculo en el que goza del mismo derecho de acogida que quienes se consideran sus dueños. Enfermizo estigma de la otredad refugiado hasta en la soledad parroquial de una fe de campanario. Obcecada, prejuiciosa obsesión que convierte la acción pastoral de estos curas montaraces en la confusa hechicería de unos santones de tribu. ABC. 18-12-2009 Editorial. Expansión Autonomías al borde del colapso financiero Las comunidades autónomas están a punto de reventar las suturas de sus cuentas públicas. Incapaces de controlar el crecimiento de su gasto corriente y ante el hundimiento de sus ingresos -la recaudación cae a ritmos del 20%-, las regiones recurrirán a la emisión de deuda para poder financiar el déficit. En total, el próximo año las comunidades autónomas emitirán otros 32.000 millones de deuda para financiar el gasto, lo que elevará su endeudamiento neto total hasta los 115.000 millones de euros. Esta dinámica ha provocado que las agencias de calificación hayan empezado a penalizar a las autonomías. Hace algunas semanas, Fitch y Standard & Poor’s advertían que había un riesgo alto de deterioro de la calidad crediticia de las comunidades, y el pasado jueves Moody’s rebajó el rating de la deuda de Castilla-La Mancha, Cataluña y Valencia y puso en revisión los de Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Galicia. La situación empieza a ser muy delicada, pero el margen de maniobra es muy estrecho. El Gobierno ha intentado aliviar la situación relajando los controles, permitiendo que las regiones recurran en mayor medida a la deuda y otorgando en la financiación autonómica una partida extraordinaria de 11.000 millones de euros, que apenas servirá para cubrir una pequeña parte del agujero. El problema adquiere mayores dimensiones si se tiene en cuenta que las comunidades autónomas tendrán que devolver 6.000 millones de euros al Estado como consecuencia de la liquidación del pasado año, en el que se les concedió más dinero del que les correspondía por recaudación. El problema es que todas las soluciones se antojan pan para hoy y hambre para mañana: auténticas cataplasmas que alivian los síntomas, pero no permiten resolver la gravedad de la enfermedad que padecen las cuentas públicas. Con todas estas medidas paliativas se gana tiempo, pero no se soluciona el problema del desequilibrio financiero. Ha llegado el momento de que los gobiernos autonómicos recorten el gasto público para evitar que el coste de la deuda –que cada vez va a ser más difícil y más cara de colocar– acabe provocando un colapso financiero que enterraría la última esperanza de coger el tren de la recuperación. EXPANSIÓN. 19-12-2009 Opinión. La Vanguardia Eslovenia Enric Juliana He venido a verle antes de que me lo prohíban. – En el gulag catalán toda atrocidad comienza a ser posible. Es horripilante el recorte de libertades que está sufriendo Catalunya. – Perdone, Segador, creo que no me ha captado bien. Pretendía ser irónico. He venido a desearle unas felices fiestas, a probar el sabroso caldo de hueso de jamón con manzanilla que en invierno sirven en esta su casa, la Cueva de Zaratustra, y a charlar un rato. – Es usted el que no ha entendido. Soy toro disecado, perdí la vida para mayor gloria de la Fiesta Nacional, hablo algunos días y sé leer entre líneas. Mi condición de estoico condenado a la eternidad me impide toda contemplación fanática de la realidad, incluidas las espesuras y rarezas de Catalunya. Le noto tenso. Quise responder con un sarcasmo a su arranque inseguro. ¿Acaso necesita usted justificarse de algo? – No. Pero la verdad es que dudé en venir esta vez a la Torre del Oro. Temía una escena demasiado tópica. Está usted flanqueado por dos fotografías. En una se ve al general Franco departiendo con el Cordobés, y en la otra a Ernesto Che Guevara en Las Ventas durante su visita a Madrid en septiembre de 1959. Creo que estas dos fotos lo explican todo. La afición al toreo es hoy un rasgo nacional español. No sé qué votaría. – No me extraña. A usted le interesa más la política que la moral. – Hombre, dicho así… – Se lo digo como lo pienso. Le tengo estudiado. Ve el mundo como una constante y caótica relación de fuerzas, y ahora cree que el debate sobre los toros es inoportuno. No se puede defender el Estatut con energía, jugar al Sis d´Octubre los fines de semana y encima irritar la piel de millones de españoles tratándoles de crueles e inmorales por su afición a los toros. – De la misma manera que en el 2005 no se podía aprobar un Estatut casi confederal y a la vez pretender que el centro de gravedad de la industria energética española se desplazase a Barcelona, sin sufrir contratiempo alguno. Ya sabe, la ingenuidad de la Brigada Pomorska, aquella alocada caballería polaca… – No, no tienen ustedes cuajo para librar tantas batallas políticas a la vez, aunque algunas de ellas sean meramente simbólicas. Nunca lo han tenido. En los años treinta ya quedó demostrado. Pero las cosas son como son. Si la legislación catalana admite iniciativas populares en el Parlament, las iniciativas surgen. – Catalunya es la sociedad más democrática de España. – También la más desorientada. – Tengo, sin embargo, una convicción. – ¿Usted? No me lo creo. – Recuerdo dos cosas de mi primera vez en Las Ventas: un tipo que vendía tragos de whisky transportando la botella y los vasos en un cubo de plástico – una estampa para Valle-Inclán-,y la sensación de paz que tuve a la salida. La muerte ritual reafirma la vida. – Dígamelo a mí. – ¿Fue doloroso? – Sonaron los clarines la tarde del 9 de junio de 1994 en Las Ventas. Yo estaba agotado y el Fundi, un matador ya maduro de Fuenlabrada, no falló. Tuve suerte. Una sola estocada, una punzada ardiente, y aquí me tiene: estoico para la eternidad. – Creo que un pacto ritual con la crueldad puede ser benéfico. Lo veo como un conjuro. Es un error querer barnizarlo todo de bondad. Este es uno de los puntos débiles de la Catalunya actual: ese constante deseo de ejercer una suerte de superioridad moral. Dicho esto, me parece absolutamente histérica la respuesta de casi todos los diarios de Madrid. Histéricos ante la defensa del Estatut; histéricos cuando los independentistas se movilizan respetando las leyes; histéricos cuando el Parlament ejerce su soberanía. La obsesión de la prensa madrileña con Catalunya es patológica. – Una patología que vende, amigo mío. – Y que a la vez demuestra una gran inseguridad. Una parte importante de la opinión pública madrileña está hoy secuestrada por ideas y actitudes de la extrema derecha. Eso es un problema para España. – No se ponga dramático, que en TV3 tampoco son mancos. Yo lo veo de otra manera. Ya le he dicho que he aprendido a leer entre líneas. La crisis es severa para los medios de comunicación y estamos en vísperas de grandes reajustes. Todo el sistema España deberá ser reajustado en los próximos años. En Madrid se ve a venir el final del ciclo Zapatero, pero aún no está claro cuál puede ser el grupo más influyente en un nuevo turno conservador. La competencia es dura. Muy dura. Fíjese, sin embargo, en la prudencia del Partido Popular. Esta vez, Rajoy se ha puesto de perfil. – ¿Una falsa histeria? – Digamos que en el momento en que vuelva a ser necesario todos o casi todos los editorialistas de Madrid hablarán catalán en la intimidad. – A eso se le llama desfachatez. – No se ponga estupendo. La astucia castellana también existe y tiene capacidad para la frenada en seco. Lo más importante ahora es la sentencia del Estatut. Habrá que estudiarla con atención. Con mucha atención. No me haga decir más, porque no puedo. Lea El Gatopardo de Lampedusa estas Navidades y, ande, tómese otro caldito. Sosiéguese porque en Eslovenia, digo en Catalunya, muchos también apuestan por que todo cambie para que todo vuelva a ser igual. LA VANGUARDIA. 20-12-2009