Madrid aplica el "euro por receta" y privatiza más la sanidad

Las «recetas del FMI» perjudican nuestra salud

Madrid aplica el copago y avanza en la privatización de la sanidad pública en medio de una guerra de grupos de inversión anglosajones por el pastel sanitario.

Para pagar los intereses de la deuda, la partida más importante de los presupuestos de este año, se recorta la salud de todos. Los recortes en sanidad en la Comunidad de Madrid son del 4,9 %. Las medidas de Ignacio González, sucesor de Esperanza Aguirre, son un verdadero atraco a nuestra salud. Entre Sanidad y Educación el Gobierno se propone recortar 15.000 millones de euros, cuando el rescate a Bankia costó 23.500 millones de euros. «Los farmacéuticos alertan que con el copago muchos jubilados dejarán de comprar medicamentos necesarios»

Debe ser que enfermamos por “encima de nuestras posibilidades” porque los presupuestos sanitarios de la Comunidad están desde hace años por debajo de la media, hasta 142 euros menos al año por persona respecto a otras comunidades. Gracias al copago las personas con menos recursos y enfermas pagarán más y muchos jubilados, de cuya pensión están viviendo muchas familias en paro, dejarán de comprar medicamentos necesarios según alertan los farmacéuticos. A excepción de las pensiones no contributivas los jubilados, los mayores consumidores de medicamentos, tendrán que pagar un euro por receta más el 10% del precio del medicamento. Un camino muy peligroso cuando en Italia un análisis de sangre por ejemplo cuesta 40 euros.

El copago sanitario acaba con el principio de solidaridad basado en que pague más quien más tiene por que pague más quién más enfermo esté. Se establece un esquema de cuatro categorías de usuarios para el copago farmacéutico (10%, 40%, 50% y 60%) en función de sus respectivos “niveles de renta” pero ¿qué progresividad hay en una clasificación en que los tramos son: hasta 18.000 €, de 18.000 a 99.999 € y de 100.000 € y más? Frente a este nuevo impuesto que grava la enfermedad es necesaria una verdadera reforma fiscal progresiva en la pague más quien más tiene. Una reforma fiscal que acabe con los privilegios fiscales de bancos y monopolios, que sólo pagan un tercio de los impuestos que les corresponden.

Y la privatización de la sanidad se acelera en medio de una guerra entre distintos grupos de inversión como Doughty Hanson, por quedarse con el pastel sanitario en nuestro país. Se privatizarán totalmente los hospitales de Vallecas, Arganda, Coslada, Aranjuez, San Sebastián de los Reyes y Parla, así como la Unidad Central de Radiología. También los “servicios no sanitarios” de los 36 hospitales públicos y el 10% de los centros de Salud de Atención Primaria.

Los médicos del hospital La Princesa han convocado un encierro indefinido contra el cierre del hospital. La Princesa, puntero en neurocirugía y hematología, con centenares de estudiantes de medicina y enfermería en formación, se va a desmantelar para transformarse en un geriátrico. La Princesa pasará de atender a una población de 313.000 personas a sólo 39.400 —los mayores de 75 años.Las urgencias cerrarán y desaparecerán servicios clínicos altamente especializados como neurocirugía, cirugía maxilofacial, torácica y cardiaca. Y también parte de los laboratorios, cuando el año pasado la Comunidad de Madrid invirtió ¡570.000! en remodelar completamente el de microbiología, que participa en un programa internacional sobre infecciones en trasplantados.

Deja una respuesta