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Las protestas internas en UGT fuerzan la moderación soberanista de í€lvarez

El secretario general de la UGT de Cataluña, Josep Maria Àlvarez, ha hecho algunos gestos hacia los sectores del sindicato que le recriminan su opción por el soberanismo. Estas protestas se hicieron especialmente notorias a raíz de su participación en un acto convocado en Pallejà (Barcelona) por la Mesa por el Derecho a Decidir del Baix Llobregat, en el que también participó el secretario general de Comisiones Obreras de Cataluña, Joan Carles Gallego, la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, Carme Forcadell, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y el presidente de la Diputación de Barcelona, Salvador Esteve (CiU).

Las tensiones causadas por la publicación destacada de la foto del acto en medios de comunicación pro-independentistas llevó a Àlvarez a escribir un artículo en su blog en el que justificaba su posición a favor del derecho a decidir pero destacaba que eso no suponía que UGT recomendase el voto favorable a la independencia. Eso no evitó que un destacado dirigente sindical de UGT en la Seat, ya jubilado, que asistió al acto de Pallejà recibiese agrias críticas de sus compañeros de sección sindical, después del mismo.

Un artículo del escritor Javier Pérez Andújar en el periódico El País, el pasado 28 de marzo, disparó las alarmas en la dirección de la UGT catalana. No es solo que recriminase a Àlvarez y Gallego que se retraten haciendo campaña soberanista junto a Carme Forcadell o la presidenta de Omnium Cultural, Muriel Casals, sino que lo hacía con el mismo lenguaje que utilizan los trabajadores ugetistas: “En Cataluña, los sindicatos se alinean con el país que propone la oligarquía”. Copias del artículo de Pérez Andújar están colgadas en las paredes de muchas salas de reuniones de las secciones sindicales de UGT por toda Cataluña.

Joan B. Culla, mala compañía

No ayudó mucho a Àlvarez que el mismo periódico publicase unos días más tarde un artículo en defensa de su presencia junto a dirigentes de las familias poderosas del país, con el argumento de que coinciden en la defensa del derecho a celebrar una consulta sobre el futuro de Cataluña. El problema era que el artículo lo firmaba el historiador Joan B.Culla, personaje ligado desde siempre a los intereses de CiU y nada bien visto por las bases ugetistas.

El secretario general de la UGT catalana ha realizado algunos movimientos para enfriar ese rechazo de las bases. Por ejemplo, envió a uno de sus colaboradores de confianza, Diego Martínez, a solidarizarse con Pere Navarro tras la agresión que sufrió este en la catedral de Terrassa días atrás. También le llegan mensajes críticos desde la central de la UGT en Madrid. No es casualidad que a la manifestación del 1 de mayo, en Barcelona, Àlvarez desfilase al lado de Frederic Monell, miembro de la Ejecutiva federal del sindicato.

Las presiones para que Àlvarez se aleje de las malas compañías de CiU y deje de apoyar la hoja de ruta independentista se notan especialmente en las secciones sindicales del Metal i de Servicios Públicos y el secretario general de la UGT de Cataluña quiere evitar que se amplíen a mas ámbitos y organizaciones del sindicato.

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