SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Las prisas del ministro

Cristóbal Montoro, el activo ministro de Hacienda, dio ayer otra vuelta de tuerca más a su estrategia de conseguir que Bruselas revise sus previsiones de crecimiento, adaptándolas a la nueva situación. La de la eurozona, camino de la recesión, y la española, que suma la desviación de más de 2 puntos del déficit pactado para el 2011. Ya se sabe que la revisión de esas previsiones es la señal para que comience en Bruselas la renegociación de los objetivos de déficit que figuran en el programa de estabilidad que ejecuta el Gobierno y que considera un déficit del 4,4% este año. También es sabido que el Gobierno cree que ese objetivo es inasumible en plena recesión.

Si el cambio no llega a tiempo, las cuentas deberían elaborarse pensando en un recorte que grosso modo se acercaría a los 50.000 millones de euros. Y eso es lo que quiere evitar Montoro, más aún con las elecciones andaluzas pendientes.

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