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De la misma manera que en las autonómicas, las elecciones municipales han cambiado drásticamente la correlación de fuerzas y el bastón de mando en gran cantidad de las principales ciudades españolas.
Ninguna sorpresa en Madrid, donde Alemida vuelve a sacar mayoría absoluta engullendo los votos de la que fue su vicealcaldesa, Begoña Villacís. Más Madrid pasa del medio millón a los 313.000 votos, y el PSOE asciende levemente.
En Barcelona, los Comunes de Ada colau retroceden, perdiendo 25.000 votos y un escaño, el PSC repite ressultados y ERC se queda en la mitad. El más votado, Xavier Trias, de Junts, tiene todos los números para ser alcalde después de que el líder de ERC, Oriol Junqueras, haya declarado que prefieren poner por delante el «eje nacional» -es decir, el entendimiento independentista con Trias- antes que el «eje progresista y darle la llave a Collboni
En Valencia hay otro cambio drástico de color. El actual alcalde, Joan Ribó de Compromís, pierde 7.000 votos y un concejal, y los números con sus alialdos no le dan para reeditar el acuerdo municipal. El PP de Maria José Catalá casi duplica sus apoyos y gobernará en solitario o con Vox.
En Zaragoza, tal y como pronosticaban los sondeos, el PP gana la capital, pero Natalia Chueca necesitará el apoyo de Vox para investirse como alcaldesa
En Sevilla, una de las grandes capitales que el PSOE mantenía en su poder, también hay un cambio de color. El PP gana las elecciones y su candidato Jose Luis Sanz podrá gobernar, previo peaje del apoyo de Vox.
