Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social referentes a octubre de este mismo año, Cataluña es la comunidad autónoma con más pensionistas, 1,7 millones. Pero las pensiones de los jubilados catalanes se sitúan por debajo de la media de toda España. Frente a los 1.068 euros de la media nacional, la pensión de jubilación en Cataluña es de 960 euros, lejos de la pensión media (1.147 euros) de los vascos. Tampoco en esto se corresponde la situación de los pensionistas con el nivel de riqueza que se crea en Cataluña.
Según un informe de UGT, el 70% de los jubilados no llega a los 1.000 euros al mes. Y la mitad de los pensionistas en Cataluña -unos 850.000- cobra menos de 700 euros al mes. Además según ese mismo informe más de 200.000 catalanes con más de 65 años están en riesgo de pobreza y exclusión social ya que sus pensiones están por debajo del umbral de pobreza situado en 691 euros. 130.000 cobran una pensión de jubilación.
Además las pensiones han perdido un 3,5% de su poder adquisitivo en los últimos tres años, debido a la subida del coste de la vida (IPC) mientras que, gracias a la reforma de las pensiones, el gobierno las mantiene prácticamente congeladas, con ridículas “subidas” anuales del 0,25%.
Un estudio del Observatorio Bonpreu y Esclat del Consumo Alimentario en Catalunya, los pensionistas son también en Cataluña uno de los pilares que han sostenido la economía familiar durante la crisis, por lo que la pérdida de poder adquisitivo repercute decisivamente no sólo en ellos, sino en la calidad de vida de cientos de miles de hogares catalanes, y dramáticamente en los distritos de Barcelona con rentas más bajas y en las grandes ciudades donde se concentra el pueblo trabajador.
El estudio destaca como uno de sus datos más relevantes la subida del gasto en alimentos por parte de los hogares donde hay pensionistas desde los primeros años de la crisis. Así en el periodo 2008-2016 el gasto alimentario de estos hogares aumentó un 36,9%, mientras caía un 22,3% en los hogares más jóvenes en los que la persona de referencia de los ingresos tiene menos de 44 años. Un ejemplo claro, según el Observatorio, que muestra la solidaridad económica intrafamiliar para ayudar a los miembros de la familia azotados por el paro, las hipotecas, el empleo precario y los bajos salarios.
Jóvenes, mujeres y autónomos los otros marginados de las pensiones
El problema de las pensiones no es sólo para los jubilados actuales o quienes están a punto de jubilarse. Es un problema fundamental para los jóvenes, no sólo de Cataluña sino de toda España, que tienen hipotecado el futuro de sus pensiones, tanto por las reformas como por la precariedad de sus contratos y salarios.
Numerosos estudios de organizaciones independientes, sindicatos y hasta la OCDE reflejan que la combinación de las reformas y la precariedad rebajarán las pensiones futuras entre un 25% y un 50%. Porque con la situación actual del mercado laboral los jóvenes se jubilarán con 67 años o más y lo tienen más difícil para completar los años de cotización y sus bases de cotización son mucho menores, por lo que su pensión será mucho más baja.
El 98% de las pensiones mínimas de viudedad son de mujeres. El estudio de UGT en base a los datos de la Seguridad Social, muestra cómo la pensión mediana de viudedad de las mujeres es de 664 euros, está por debajo del umbral de pobreza y es casi 300 euros más baja que la media del sistema. Una cuantía que es ya de miseria absoluta con forme aumenta la edad, llegando hasta pensiones de 168 euros para mujeres mayores de 80 años. Son de hecho más pensiones asistenciales y propias de la caridad, más que pensiones contributivas.
Los autónomos catalanes son otro de los sectores con un grave problema en sus pensiones. Según un informe de la Federación de Profesionales Autónomos y Emprendedores (OPA), también su pensión media -663 euros en mayo de 2016- es de miseria y está por debajo de la pensión media por jubilación en España, 698 euros en esa misma fecha.
La pensión de los autónomos pone de manifiesto los graves problemas de este sector que tiene un papel fundamental en la base económica catalana, formada en gran mayoría por autónoms y pequeñas empresas. De los aproximadamente 600.000 pequeños negocios que hay en Cataluña, el 81% pertenece al sector servicios. Y de cara a la jubilación, 9 de cada 10 sólo pueden cotizar por la base mínima de cotización, 893 euros al mes, si no quieren poner en riesgo su propio sueldo.