La publicación del quinto manifiesto de la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP) en El País supone un salto cualitativo en la capacidad de influencia política y social de esta plataforma. Primero por la cantidad y calidad de sus firmantes, tanto a nivel de personalidades como de organizaciones, que suman la representación de más de 8,5 millones de personas. Y también por el notable impacto mediático que ha conseguido el manifiesto, en el que la MERP exige, una vez más, que se blinden las pensiones públicas, para que pasen a ser un derecho fundamental en la Constitución.
«Hay que proteger las pensiones públicas. Y para ello hay que blindarlas en la Constitución. Las pensiones públicas deben elevarse en nuestra Carta Magna a la categoría de derecho fundamental, prohibiendo su privatización y la pérdida de poder adquisitivo».
Así comienza el quinto manifiesto que la MERP ha publicado en El País, financiándose -como dice el texto- con las aportaciones de todos los firmantes. El manifiesto viene a aclarar qué es (y qué no es) «blindar las pensiones» en la Constitución, y a señalar el principal peligro: un proceso de privatización, en el que los fondos privados sustituyan a las pensiones públicas.
El texto ha conseguido aunar una amplia representatividad de la sociedad española. En su publicación han contribuido unas 2.000 personas, de las que por razones de espacio, solo 750 firmas han podido aparecer en el País.
A las 250 organizaciones que ya formaban parte de la MERP (por citar algunas, la Juventud Obrera Cristiana, la confederación de pensionistas CEPYP, la Unión Sindical Obrera, Los Verdes, PACMA, el Sindicato de Técnicos de Hacienda GESTHA, ATTAC, Yayoflautas o Recortes Cero) se han sumado como firmantes por primera vez otras 50 organizaciones representativas de los más diversos sectores sociales. Desde organizaciones de pensionistas como la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) o Nagusiak, una de las principales impulsoras de las masivas movilizaciones y concentraciones de Bilbao; a grandes sindicatos de la función pública como CSIF. Desde colectivos de artistas como la Unión de Actores y Actrices, la Plataforma Seguir Creando, la sociedad de gestión AISGE (presidida por Pilar Bardem), consejos profesionales como el Consejo General del Trabajo Social… a una plataforma protagonista de la lucha por los derechos civiles como la Federación de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales (FELGTB) impulsora de las distintas marchas del Orgullo que recientemente se han celebrado.
Entre todas las organizaciones, colectivos y plataformas firmantes de este quinto manifiesto suman la representación de entre 8 y 9 millones de personas, una cuarta parte de la población española.
Además de las firmas de organizaciones, destacan por su representatividad cultural y social, las rúbricas de 150 personalidades del mundo del arte (Antonio López, Javier Mariscal), el cine (Javier Bardem, Aitana Sánchez Gijón), la música (Miguel Ríos, Rozalén), la ciencia (Rafael Matesanz), la comunicación y las letras (Juan José Millás, Maruja Torres, Juan Marsé) o la política (Miguel Ángel Revilla, Mónica Oltra). Destacan además un destacado grupo de 20 juristas que desde su profundo conocimiento de las leyes apoyan el blindaje constitucional de las pensiones.
Sin olvidar los cientos de firmas «populares», en las que hay una nutrida y viva representación de los distintos sectores de las clases trabajadoras y la sociedad civil: desde decanos y profesores de universidad, médicos, abogados y científicos a músicos, enfermeros, familias, carniceros, electricistas, autónomos, estudiantes y amas de casa.
Unidos por el blindaje, golpeando todos juntos en un mismo punto
Todos ellos, desde muy distintas sensibilidades, coordenadas ideológicas y culturas políticas se han unido en un único punto: conseguir que las pensiones se blinden, sean un derecho fundamental recogido en la Carta Magna. Imposibilitando que se pueda recortar su cuantía y que se puedan privatizar, total o parcialmente.
Como afirmó Joanen Cunyat, el portavoz de la MERP en la rueda de prensa, «entre las distintas organizaciones no hablamos de otra cosa, no discutimos de nada más, trabajamos lo que nos une y evitamos lo que nos separa. Esta es la clave de la unidad de la MERP», afirmó Cunyat, que dijo «a los grupos parlamentarios y al Gobierno solo le pedimos que hagan lo que hacemos nosotros, unirse los diferentes para que las pensiones pasen a ser un derecho fundamental».
A por los dos millones de firmas
En la rueda de prensa la también portavoz de la MERP, Sara García, hizo un repaso de los diferentes actos y movilizaciones de la plataforma, desde la manifestación del 17 de marzo que reunió a más de 30 mil personas en el centro de Madrid, hasta las recogidas de firmas en más de 200 poblaciones, 120 centros de trabajo y 45 universidades. «Además de las mesas de Mujeres y Mayores LGTB por el Blindaje». Al mismo tiempo recordó que en ese mismo momento una delegación de la MERP se reunía con representantes de los grupos parlamentarios del Parlamento de Galicia para que apoyen el blindaje de las pensiones. «Tal y como hicimos hace un par de semanas con la Presidenta del Parlamento Vasco. Se trata de que sigan el camino abierto por el Parlamento de Navarra apoyando que las pensiones se blinden en la Constitución».
El manifiesto afirma que la MERP ya ha recogido más de 1,4 millones de firmas en las ciudades y pueblos de toda España, y anuncia su objetivo de llegar a los dos millones de firmas en 2018.
SUBIDA SALARIAL dice:
Las pensiones son salario diferido, esto es, retornado en lo mediato por el Estado. La fórmula alternativa es potenciar el ahorro directo de ese salario diferido, lo que transformaría la petición en reclamación de una subida salarial. En manos del Estado, se pierde el salario, convertido en plusvalía por los dueños del propio Estado y por su parentesco empresarial, burocrático…, por sus socios y demás.