Los bancos se quedan con el 80% de los pisos

Las nuevas inmobiliarias

Los bancos están atraados en una espiral muy peligrosa. No dan hipotecas y, por lo tanto los compradores no pueden adquirir los pisos. Entonces, las inmobiliarias propietarias de esas viviendas, al no conseguir vender, tampoco pueden devolver sus sus créditos a la banca.El precio ha dejado de servir a su fundamento: ser la principal fuente de información para conocer el grado de equilibrio entre oferta y demanda. ¿Por qué?, la explicación es sencilla: la demanda ha dejado de existir, si descontamos a aquellos que tienen miles de euros guardados bajo el colchón, en cajas fuertes e incluso en bolsas de plástico. Aún así, las sobretasaciones son las grandes protagonistas, especialmente en este entorno deflacionario. Y sin demanda no hay venta posible. Tampoco sin oferta pero, en la la actualidad, el excedente de pisos sin vender supera con creces el millón de unidades. En resumen, tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria las entidades financieras se han convertido en las nuevas inmobiliarias españolas y los bancos no pueden ni colocar sus pisos en las tradicionales subastas, lugares donde se solían conseguir buenas gangas.Los bancos se quedan el 80% de los inmuebles por falta de compradores: la sobretasación, la falta de liquidez y la confianza de los adquirientes en que los precios seguirán bajando provoca que las subastas queden desiertas.Aunque el precio que se consigue en estas subastas es menor que el de mercado, los pisos no se venden porque los bancos y cajas no conceden hipotecas para comprarlos.El volumen de embargos hipotecarios, cuyos procesos se han ido acumulando en los juzgados a lo largo de los últimos meses, ha mostrado toda su crudeza a finales de año. ¿Problema? La vivienda es un activo "ilíquido". Algunas subastas terminan desiertas, pese a aplicar rebajas de hasta el 40%. Los consultores estiman que las entidades optarán por alquilar su stock de pisos ante las dificultades para desprenderse de estos activos.De este modo, los bancos y las cajas están acumulando en sus balances un creciente volumen de pisos, procedentes del impago de particulares y empresas. Sin embargo, el problema consiste ahora en cómo dar salida a este tipo de activos. La crisis ha multiplicado por tres los embargos de pisos desde que empezó la crisis.

Deja una respuesta