Las “líneas rojas” del FMI para las pensiones

En su último informe sobre pensiones, publicado recientemente bajo el título de “Retos más allá de la sostenibilidad financiera”, el FMI insiste en que “los cambios deben ser socialmente aceptables”, advirtiendo de que no se debe tensar demasiado la cuerda de los recortes.

No, el FMI no se ha pasado al bando de la lucha contra los recortes. Su economista jefe acaba de anunciar que deberemos prepararnos para trabajar hasta los 70 años, y que “en cualquier caso, las pensiones se reducirán respecto al salario medio”.

La clave está en uno de los principales requerimientos del FMI al gobierno español. Tras advertir que “no hay alternativa a las reformas”, sugiere que se “refinen” porque “de lo contrario, se corre el riesgo de que se reviertan”.

El FMI es consciente de que el ataque a las pensiones genera una respuesta cuya fuerza les aterroriza. Y propone modular las formas y ritmos, aunque eso suponga otorgar concesiones, para que ese movimiento popular no haga embarrancar lo fundamental de su proyecto.

En qué consisten sus auténticas ambiciones, nos lo desvela el FMI al afirmar que “una pensión pública no está destinada a cubrir el ingreso completo que el jubilado necesitaría para retirarse. Si existe tal expectativa, debe dejarse claro que no se puede cumplir”.

No solo exige al gobierno que fomente los planes de pensiones privados, sino que cuantifica esa demanda, afirmando que “hará falta ahorrar en torno al 5% del salario anual”. Para ello recomienda al gobierno “ enrolar automáticamente a los trabajadores en un segundo pilar privado respaldado por el Estado”. Y plantea incluso la opción de planes de pensiones privados de empresa a los que se destine, también obligatoriamente, todos los futuros aumentos salariales.

El proyecto no puede ser más claro. Degradar las pensiones públicas es el medio, pero el objetivo final es convertirlas en una negocio para el gran capital financiero, privatizarlas total o parcialmente.

El patrimonio de los fondos de pensiones privados en España se ha multiplicado paralelamente a la ejecución de los recortes. Pasando en los últimos ocho años desde 78.000 millones a 107.000. Y aumentando especialmente a partir de 2013, cuando el gobierno de Rajoy aprobó la última reforma de las pensiones.

Pero, a pesar de ello, las pensiones siguen siendo en España un territorio “infraexplotado” por el gran capital financiero. La media ponderada del patrimonio de los fondos de pensiones en las más grandes economías mundiales se eleva al 82,4% del PIB, y la media simple al 36,6%. Mientras que en España solo alcanza el 9,6%.

Este es el peligro principal, que casi nadie pone encima de la mesa. Las ambiciones del gran capital financiero, especialmente el norteamericano, por controlarlas y explotarlas a su servicio es el gran peligro que se cierne sobre el futuro de las pensiones públicas.

One thought on “Las “líneas rojas” del FMI para las pensiones”

  • Juan tala... dice:

    Los vericuetos y el tira y afloja que se trae el FMI, como gran patronal de las finanzas que ES!!
    DA la sensación que está »cebando el charco», para luego ¡Zas! Asestar otro zarpazo….

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