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Conversamos con Myriam Barrios, delegada de Las Kellys en Las Palmas de Gran Canaria.
Desde el principio hemos seguido con admiración y apoyo cada paso del colectivo. Escuchar a Miriam, una mujer que alza la voz por tantas trabajadoras invisibilizadas, tiene un valor especial para quienes hemos vivido —y seguimos viviendo— la realidad de la limpieza.
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Muchas de nosotras y como yo conocemos de primera mano los efectos que tiene en la salud, tanto física como mental, la profesión de la limpieza, con analgésicos y antiinflamatorios, una merma de la calidad de vida y llegando a los 50 años con una muy precaria salud… Vuestra lucha ha puesto en primer plano a un sector invisibilizado y con unas condiciones completamente precarias, ¿nos puedes contar cómo os organizáis y cómo recibe la gente vuestra lucha?
Nosotras cuando empezamos, en el 2016 nos empezamos a organizar en un grupo de Facebook, donde contábamos nuestras vivencias, lo que nos pasaba día a día en el trabajo. Luego decidimos dar un paso adelante y contar lo que estaba pasando fuera, entonces quedamos en casa de una de las que participaba en el grupo en Madrid, una compañera de Cádiz, dos compañeras de Barcelona y yo. Nos aventuramos en conocernos y nos fuimos a su casa un fin de semana. Miramos la normativa que existía para formar una asociación, creamos los estatutos y la registramos en el ayuntamiento de Alcorcón.
Más adelante vimos que todas las chicas querían hacer su asociación, así que decidimos organizarnos en grupos territoriales, porque la problemática era un poco diferente a la hora de reclamar derechos. Por un lado, porque no existe un convenio solo para todo España, sino que cada autonomía tiene su convenio y su forma de trabajar propia, y también, porque en Canarias tenemos hoteles abiertos, en la península son hoteles más urbanos, en otras zonas como Galicia son hoteles más rurales y familiares…
Decidimos organizarnos territorialmente y cada una organizaba, elegía sus portavoces, porque esto le daba independencia y hacíamos participativa la situación.
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Creo que vuestra primera batalla fue que a las enfermedades profesionales se les calificara así, ¿se ha logrado algo en este sentido realmente?
Realmente la primera batalla fue acabar con la externalización, por eso nacimos, porque en ese momento se estaba externalizando al departamento de pisos y nosotras perdíamos derechos.
En cuanto a la salud laboral, lo único que se ha conseguido es que se hagan muchos estudios que avalan lo que nosotras denunciamos. También tras la reunión en la Moncloa, después de hablar con Rajoy, se nos incluyó en una lista de enfermedades profesionales del brazo (tendinitis, bursitis, epicondinitis).
El problema es que esa lista ya existía para los camareros y cocineros y no se ha modificado el texto. Por tanto, aunque sí está aprobado, las mutuas se acogen a que no hay un cambio por escrito para rechazarlo a efectos prácticos. La que no sabe cuela y la que sabe denuncia; el juzgado te va a dar la razón y la mutua se tendrá que hacer cargo; pero la que no sabe se va a la Seguridad Social.
“A nadie le interesa mejorar las condiciones de trabajo de las personas que limpian”
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¿Cuáles son ahora mismo vuestras principales demandas?
En este mismo momento estamos enfocadas en la lucha por la jubilación anticipada, pero nunca dejamos de luchar a la vez por las mejoras de las condiciones de trabajo. Nosotros consideramos que lo bueno sería que las condiciones de trabajo fueran buenas para que nosotras pudiéramos llegar a la hora de jubilación sin lesiones, pero para esto falta mucho. A nadie le interesa mejorar las condiciones de trabajo de las personas que limpian, aunque digan que sí de cara al público.
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Se dijo que había algunos hoteles de Baleares que tendrían por Ley camas elevables para aliviar el trabajo de las camareras de piso, ¿esto es cierto?
Sí, esto es una modificación de la ley de turismo balear, que llevó el partido socialista en su momento y se aprobó por unanimidad, y efectivamente a día de hoy, en Baleares la mayoría de los hoteles tienen camas elevables. Esto no afecta a nivel nacional, ya que las leyes de turismo son a nivel autonómico, no tienen carácter estatal.
Nosotros solicitamos esto a la comunidad de Canarias, en principio Jessica de León se negó, luego presionamos y lo aprobaron, pero ahora lo ha echado para atrás otra vez. Licasan recomienda y avala las camas elevables y, aunque todos los estudios digan que hay que ponerlas, aunque CCOO haya firmado un acuerdo para que se incluyeran, no dice fechas. Son declaraciones de intenciones, no dicen “no” porque quedaría mal, dicen “sí” cara al público, pero si pueden entorpecer todo lo que sea lo entorpecen.
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Este pasado mes de mayo se aprobó un Real Decreto que abría la puerta a la jubilación anticipada para las profesiones de riesgo y actividades penosas y peligrosas. Vosotras reclamáis la posibilidad de jubilación a los 52 como demanda fundamental, ¿cómo van las negociaciones en este respecto?
Ese decreto lo que estipula es el procedimiento para acceder a la jubilación anticipada ¿Qué dice este procedimiento? Que quien tiene que solicitar esto son los sindicatos mayoritarios y la patronal, juntos o por separado. Nosotras desde que se aprobó esto hemos hablado con los sindicatos (los mayoritarios y otros importantes a nivel autonómico) para que se solicite a la mesa.
En el caso de Canarias nos hemos reunido tanto con CCOO como con UGT, nos han dicho que antes de diciembre de este año estaría solicitado a nivel estatal. De momento no tenemos noticias, vamos a dejar pasar diciembre y en enero solicitaremos otra reunión con los sindicatos a ver cómo avanza. En caso de que nos hayan engañado saldremos a la calle y lo denunciaremos y, en caso de que sea cierto, aplaudiremos que es lo que tienen que hacer, apoyar a un colectivo.
En su momento, la patronal de Canarias sí dijo que estarían a favor de esta medida, actualmente no sabemos cuál es su postura, pero creemos que no se van a retractar, si en un momento lo dijeron, estarán de acuerdo.
“El desamparo institucional se ceba con las mujeres, independientemente sea del sector de limpieza o cualquier otro sector”
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¿Podría el pasado verano ser el último sin jubilación anticipada para las Kelly?
Podría, si los agentes sociales colaboran y hacen lo que tienen que hacer con las trabajadoras.
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Se acerca el 25N, una fecha de lucha contra la violencia que sufrimos las mujeres… ¿hasta qué punto el desamparo institucional no es una forma de violencia contra el sector de la limpieza formado ultra-mayoritariamente por mujeres?
El desamparo institucional se ceba con las mujeres, independientemente sea del sector de limpieza o cualquier otro sector. Las administraciones públicas yo creo que no están preparadas en materia de violencia de género, no actúan con perspectiva de género. Y las kellys, a día de hoy, cuando nos presentamos a los juzgados, muchos juzgados no trabajan con perspectiva de género, cosa que es indispensable.