Según los datos del ministerio de Trabajo hasta septiembre, las jornadas de huelga se dispararon en 2012. En los nueve primeros meses se perdieron 803.178 jornadas por paros, frente a las 336.458 del año anterior. Un 138% más que en 2011.
En estos datos no están contabilizadas las dos huelgas generales, ni la huelga general de la Enseñanza en Mayo, ni las movilizaciones del tercer trimestre, lo que significa que el año 2012 se cerrará con 1 millón de jornadas de huelga.
Según el estudio hecho por los sindicatos, en 2012 las convocatorias de huelga han sido seguidas por más trabajadores y han tenido más duración. La participación en las huelgas (sin contabilizar las Huelgas Generales) ha pasado de 173.635 participantes a casi 200.000 (199.400). A los mineros se sumaron los obreros de la siderurgia y la industria, los maestros, las limpiadoras, los empleados del transporte público…
En su conjunto los datos reflejan que entre la clase obrera y el pueblo trabajador ha aumentado la conciencia con respecto a la gravedad de la situación, y han pasado a dar una respuesta masiva contra los recortes y el saqueo, especialmente de los salarios, contra los despidos colectivos y el deterioro del empleo, y en general contra la intervención de nuestra economía y la aplicación de la reforma laboral.