El individualismo, la ideologí­a de la burguesí­a

Las ideas de la dominación burguesa

La ideologí­a dominante es la ideologí­a de la clase dominante, sosteniendo y justificando su dominio de clase y encuadrando en él al conjunto de la población. La ideologí­a, en particular el nódulo central que le da carácter, tiene su anclaje, su base material, en las mismas relaciones de producción, y a su vez sirve a fijarlas y reproducirlas. La ideologí­a burguesa, cuyo nódulo central es el individualismo, está asentada sobre las relaciones entre capital y trabajo asalariado, y de la misma manera las reproduce permanentemente.

La ideología dominante es siemre la ideología de la clase dominante.Tal y como plantea Marx “las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante, o sea, las ideas de su dominación”. La ideología dominante emana de la misma base material que convierte a una clase, en este caso la burguesía, en dominante. Y a su vez sirven para fijar y reproducir las relaciones sobre las que se asienta esa dominación de clase.Pero también, siguiendo otra vez a Marx, “la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente”.Todas las clases necesitan crear un clima de opinión, no sólo para tomar el poder, sino también para conservarlo, para encuadrar a toda la población bajo su dominio de clase.Para ello disponen de aparatos ideológicos -formando parte del Estado, el instrumento para imponer su dictadura de clase sobre el resto de la población- que difunden, educan, encuadran a cada individuo en la ideología de la clase dominante.Aparatos ideológicos como la escuela, las universidades, los medios de comunicación, la iglesia, los monopolios de la cultura…El nódulo central de cada ideología, que le da carácter y naturaleza, está anclada en las relaciones de producción, tiene en ellas su base material, pero a su vez las sirve, las fija y reproduce y cohesiona al conjunto del grupo social en torno a ellas.El nódulo central de la ideología burguesa, desde el cual se concibe toda una representación global del mundo, es el indidivualismo. Y que esto sea así no se explica “por razones de conveniencia” de la burguesía (“el individualismo sirve para desorganizar al pueblo”, “oculta las clases y la lucha de clases”). Las clases no “eligen” la ideologia “que más les conviene”, sino que por el contrario están presas de ella.Que el individualismo sea el nódulo central de la ideología burguesa se explica por una razón objetiva, independiente de la voluntad de la misma burguesía, y tiene su base en las mismas relaciones capitalistas de producción, y las condiciones de existencia de la burguesía como clase. Las relaciones de producción entre capital y trabajo asalariado establecen la existencia de capitales que se conservan y acrecientan explotando la fuerza de trabajo, y que entran en competencia con otros capitales por acaparar el mercado. Al mismo tiempo, también lanza a los obreros contra el capital, y a los mismos obreros entre sí, a una feroz competencia por vender su fuerza de trabajo en mejores condiciones.Esta es la base material de que para la filosofía burguesa “el hombre sea un lobo para el hombre” y que el nódulo de la ideología burguesa sea el individualismo, una concepción del mundo virulentamente enfrentado a la posición y el punto de vista de la lucha de clases- y que contribuye a reproducir permanentemente las relaciones de producción burguesas.Existen diferentes corrientes ideológicas dentro del conjunto de la ideología burguesa (liberalismo, anarquismo, fascismo, socialdemocracia, revisonismo…). Pero éstas parten invariablemente del nódulo central del individualismo. Sus diferencias son el reflejo de la diferente posición de clase de los diferentes sectores en que se ha fracturado la burguesía a raíz del proceso de concentración de capital.Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por: el lugar que ocupan en un modo de producción históricamente determinado, por las relaciones que mantienen respecto a los medios de producción (relaciones que las leyes formulan y refrendan en gran parte), por el papel que cumplen en la organización social del trabajo y, consiguientemente, por el modo y proporción en que se apropian de la riqueza que se genera socialmente.No tiene nada que ver la posición en el capitalismo de la pequeña burguesía no explotadora, de la pequeña burguesía explotadora, de la burguesía media o de la burguesía monopolista. El conjunto de la burguesía se ha fracturado en diferentes clases.Y esta realidad material establece que aunque coincidan concebir el mundo desde el nódulo ideológico del hombre, este se manifiesta de forma muy diferente.No tiene nada que ver el individualismo mezquino pequeñoburgués, que el superhombre que somete y aplasta sin ningún límite moral a los hombres inferiores del fascismo, propio de las burguesías monopolistas.El liberalismo es una corriente ideológica pequeñoburguesa, que tiene su base material en la colocación de clase de la pequeña burguesía en el capitalismo, una clase en permanente amenaza de ser devorada por los monopolios y en permanente riesgo de caer en la proletarización. Su pequeño espacio como clase es cada vez más reducido e inviable, y sólo aspira a conservarlo. Esta es la base de las posiciones liberales.Mientras que la burguesía monopolista es la clase dominante, sometiendo a su poder al conjunto de clases -también a los otros sectores de la burguesía-, en la época del imperialismo donde el contenido de la batalla es por el reparto del mundo.

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