Plantilla autobuses en huelga indefinida.

Las huelgas llegan a las altas montañas de los Picos de Europa.

Cada vez más plantillas de empresa utilizan la unidad y la huelga como potente herramienta para la defensa de lo que es suyo.

Huelga indefinida y sin servicios mínimos en la emresa de autobuses Enferbus, en Asturias. Todos los conductores de Enferbus, que cubre el trayecto de Mieres y Pola de Lena hasta Oviedo se declararon en huelga indefinida la pasada semana tras el fracaso en las negociaciones que se llevaron con la empresa. La empresa además realiza trayectos escolares desde las zonas rurales de Lena y Mieres a colegios e institutos de La Pola, Mieres y Turón. Estos trayectos, en su mayoria, se han visto afectados; aunque el propietario de la empresa ha podido hacer alguno de los viajes. En las negociaciones se estaba tratando el cumplimiento del convenio laboral con los trabajadores. Tras una fructífera reunión, según ambas partes, hubo una segunda y última la semana pasada. En esta última reunión la empresa decidió no aceptar ni una de las propuestas del comité sindical de los trabajadores. Por este motivo se declaró la huelga indefinida. El cumplimiento de su convenio se traduce en concreto en quince minutos de descanso durante la jornada laboral, entrega del parte de trabajo de manos de la empresa, el cobro de las horas extraordinarias, descanso reglamentario entre cada jornada, mejora del estado de los autocares, puntualidad de los servicios, recogida de la recaudación, más taquillas y duchas, tarjeta familiar de tres zonas, uniformes y un reconocimiento médico. Pero junto al incumplido convenio están los atenuantes de pago de atrasos salariales y revisiones de sueldos. Por estos dos últimos motivos ya ha habido juicios. La hoja de servicios mínimos no ha sido entregada al delegado sindical pero, según afirma este último, aunque la hubiera no tendría servicios mínimos. Primero se negocia el convenio, se acuerda y se firma. Después, sencillamente no se cumple. Es como si un trabajador firma su contrato y luego, sin más ni más, lo incumple. Pero claro en este segundo caso el trabajador se va a la calle. Y entonces las cosas cambian. En el caso del convenio, si el propietario de la empresa no lo cumple, otra opción es curiosamente también que el trabajador se vaya a la calle, el “si no te gusta ahí tienes la puerta” tan presente en la clase obrera. Pero hay otra opción cada día mas desempolvada, la huelga y la unidad de los trabajadores por defender lo que es nuestro. ¿No se ha firmado un convenio por ambas partes?, pues que se cumpla y si no, que coja el propietario sus 24 autobuses y los conduzca él. O ¿es que acaso los trabajadores son imprescindibles para sacar la empresa y sus beneficios a flote? Pues como lo son, cumplan sus pactos.

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