Paula Farias (Presidenta de Médicos Sin Fronteras)

«Las Diez Crisis más Desatendidas»

Desde MSF habéis resentado el informe de los 10 conflictos olvidados, algo que hacéis desde 1998. Y hay conflictos que se mantienen en el tiempo – RD Congo 10 años, Somalia 8… – ¿Desde el ámbito de trabajo de MSF cuales crees que son las claves de que ocurra esto? La clave está en que la presión social no existe. Son crisis que no están en la agenda ni política, ni mediática de nadie, están fuera del foco. El papel de los medios es el de sensibilizar, informar y que ejerzan esa presión, prestando la atención mediática y ejerciéndola sobre los políticos, y no lo hacen. Tampoco los propios países implicados toman parte en el asunto, y los poderes que quizás no están implicados directamente pero si que tienen bastante influencia tampoco la ejercen. Otra cosa en la que insistís es en papel de altavoz de MSF frente al silencio ¿qué relación crees que deberían establecer los medios de comunicación? En el listado hay dos conflictos en los que claramente vemos como el interés pediátrico no es proporcional al mapa de sufrimiento que el conflicto entraña. Uno de ellos es el caso de Myanmar. Myanmar es un país que lleva desde el año 62 bajo un régimen militar. Es un conflicto de los que se llama, de forma un poco eufemística, un conflicto de baja intensidad. Es el país con menos ayuda humanitaria en el mundo. Sin embargo Myanmar tuvo este año su momento de gloria. El ciclón Narguis que arrasó el Delta del Irrawaddy entró en el interés mediático y de la ayuda humanitaria, pero hasta ahí. Es una ceguera selectiva. Otro ejemplo clarísimo es Somalia. Llevamos muchísimos años de guerra y los números de Somalia son escalofriantes, hay donde elegir: una de cada diez mujeres muere durante el parto, uno de cada cinco niños muere antes de llegar a los cinco años, miles de desplazados externos, gente que huye hacia Kenya o hacia Yemen cruzando el Golfo de Adén en pateras que desafían las leyes de la aritmética… Se meten cien personas en una patera en la que caben veinte. Sin embargo la Comunidad Internacional mira las aguas del Golfo de Adén y se fija en los piratas, cuando lo mas fácil cruzando esas aguas es que te cruces con una patera y no con un barco pirata. ¿Y el Derecho Internacional? El Derecho Internacional en estos días es papel mojado, no lo tenemos que decir nosotros solo hace falta echar un vistazo a lo que pasa en el mundo, el tema de Gaza, el poner cortapisas a la atención sanitaria a las victimas de los bombardeos, es un ejemplo mas… pero el derecho internacional hoy en día es eso, papel mojado Tenéis 400 mil socios en España y más de 3 millones y medio en el mundo, el 90% de vuestra financiación viene de aquí, ¿es esto lo que marca la diferencia? Nuestro gran valor es la independencia de pensamiento que tiene que ir respaldada por la independencia financiera. Nosotros elegimos donde vamos a trabajar en función única y exclusivamente de las necesidades de la población. Además lo hacemos de primera mano, evaluamos nosotros, por lo tanto no respondemos a ningún mapa de intereses terciarios, de ningún donante, gobierno o institución que pueda condicionarnos en un sentido o en otro. Esta independencia nos permite acceder también a lugares donde otros actores lo tienen mas complicado. No solo en conseguir mantener esa independencia real, que la tenemos, si no en mantener esa imagen nos va mucho… si vamos a tener acceso a las victimas. En el momento en que las partes de un conflicto dudan de tu imparcialidad de tu neutralidad de tu independencia las posibilidades de acceso se ven restringidas. Recibimos noticias del boicot de las multinacionales a medicamentos genéricos para el tratamiento del SIDA… ¿no crees que esta situación no solo afecta a el acceso a los medicamentos sino también a la investigación? Efectivamente, como siempre la investigación y el desarrollo no están al servicio de las necesidades sino al servicio del mercado, y esto lo vemos nosotros de una forma especialmente sangrante en el caso del SIDA pediátrico. En el mundo desarrollado es raro que hoy en día nazcan niños infectados. Sin embargo, sobre todo en África, el contagio se sigue produciendo porque no se suministra el fármaco necesario. A los niños hay que tratarlos con comprimidos de adultos, troceados, lo que produce importantes efectos secundarios. La alternativa en Europa al sida infantil son los jarabes, pero los jarabes en estos contextos con dificultades de higiene y refrigeración son una bomba de relojería. ¿Qué ocurre?, que la industria farmacéutica que ha investigado tanto y tan deprisa sobre el Sida, en estos años la parte pediátrica se la ha dejado porque los niños con Sida no tienen dinero. Hay que encontrar compañías farmacéuticas que se impliquen o gobiernos que asuman esta responsabilidad.

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