La vivienda una fuente de financición agotada

Las cuentas ya no salen

Lo que ha sido un chollo en la época de bonanza, y el cuento de la lechera para miles de instituciones en España, aquí­ en Euskadi no ha sido menos. Se convierte ahora en una pesadilla de difí­cil solución. Además de ser un agujero por donde ver de dónde se han estado financiando la mayorí­a de instituciones durante todos estos años de «bonanza».

Ría 2000, sociedad ública que lidera los grandes proyectos de regeneración de Bilbao, Barakaldo y Basauri, se constituyó en noviembre de 1992 con un capital de tan solo dos millones de euros, que hasta ahora nunca se ha ampliado. Con sólo eso le has bastado para incluso acometer inversiones por importe de más de 600 millones. Financiación asentada en la venta del suelo de gran valor estratégico que se iba recuperando para la ciudad. Claro la primera conclusión es: ¡cómo iban a bajar el precio del suelo! Si era la principal fuente de financiación.La operación era la siguiente, la constructora tenía previsto tapar los raíles de Feve, construir un nuevo parque de bomberos en Miribilla y la nueva sede de la Policía Municipal, y en Garellano que es donde están actualmente ambas sedes, el suelo desalojado se vendería a un alto coste para la construcción de viviendas. Es más la venta de ese suelo es el aval, la garantía para el préstamo bancario.Todo iba correctamente, para ellos, en tiempos de bonanza, y mejor iba cuanto más subía el precio de la vivienda. Ahora en crisis, el cuento de la especulación les ha llevado a un grave atolladero. Lo que necesitan para acabar el proyecto e 105 millones, pero sólo han conseguido 78,7, el Banco Santander se echó para atrás en el último momento, y ahora ya en plena crisis ninguna entidad quiere completar el crédito sino es endureciendo el tipo de interés: a un 1,6% así como comisiones e hipotecas de los suelos y derechos urbanísticos con el aval de los socios. Los terrenos de Garellano ya no son garantía, ha perdido ya un 15% de su valor. Un valor que estaba infraccionado. Y a esto se le suma que por lo menos en tres años no haya visos de recuperación del sector.La constructora se está viendo en la necesidad de pedir y ampliar la financiación pública, de ella responde el ayuntamiento de Bilbao, de Barakaldo y de Basauri junto con el Gobierno Central. Pero eso no resolvería nada más que a corto plazo y supone recortar presupuestos a unos ayuntamientos cada vez más endeudados. El problema gordo es ¿cómo van a devolver el dinero a las entidades privadas?Ante todo esto no puede ser un agravio más para la gente.

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