Las claves de un terremoto político

La actualidad política ha sido sometida a tal batería de seísmos que Enric Juliana, uno de los más avezados analistas de la política nacional, exclama que «España hoy es una democracia que fabrica más política de la que puede asimilar».

Al anuncio de una moción de censura, impulsada por PSOE y Ciudadanos, en Murcia le sucedió la convocatoria de elecciones anticipadas por parte de Isabel Díaz Ayuso. Y cuando todavía se estaban digiriendo los acontecimientos, Pablo Iglesias anunciaba su salida del gobierno para convertirse en candidato de Unidas Podemos en Madrid.

¿Cuáles son las razones que han impulsado esta sucesión de acontecimientos? ¿Qué es lo que realmente se está jugando?

“El aleteo de una mariposa en Murcia ha convulsionado toda la política española”. Esta frase se ha repetido en diferentes tertulias. La fragilidad de la situación nacional habría hecho posible que una moción de censura en Murcia desatara una vorágine de acontecimientos inesperados que han cambiado el tablero político.

Pero el origen de todos estos cambios no está en el “aleteo de una mariposa” sino en un puñetazo en la mesa, el que dieron los grandes centros de poder internacionales y nacionales en la megacumbre organizada por la CEOE hace ya nueve meses.

Allí se trazó una “hoja de ruta” para que el coste de la actual crisis se “socializara”, es decir volviera a recaer sobre la mayoría de la población. Un guion que exigía un gigantesco aumento del gasto público, de cuyo importe deberemos hacernos cargo todos en el futuro, para proteger los beneficios privados de unos pocos.

Garantizar la ejecución de estos planes es el corazón que explica lo que sucede en la política española.

En un momento donde son varias las cuestiones decisivas, y estructurales, que están en juego.

El origen de estos cambios no está en el “aleteo de una mariposa” sino en un puñetazo en la mesa, el que dieron los grandes centros de poder internacionales y nacionales

En primer lugar, asegurar que los 140.000 millones de los fondos europeos reviertan no en impulsar un proyecto de reindustrialización al servicio de la mayoría sino en una subasta a la que solo puedan acceder grandes bancos y monopolios nacionales y extranjeros. La fábrica de baterías eléctricas impulsada por Volkswagen e Iberdrola, y que contará con el apoyo y aval del Estado, es el “ejemplo a seguir”.

En segundo lugar, imponer como condición la conservación del grueso de la reforma laboral, el marco que ha hecho posible descargar las pérdidas sobre los trabajadores. Esta es la razón que explica por qué los salarios descendieron el pasado año en nuestro país el doble que la media europea.

Y, en tercer lugar, el impulso a una reforma de las pensiones que las recorte para abrir paso a su privatización. Y que el ministro Escrivá ya ha anunciado que se impulsará en la segunda mitad del año con o sin consenso social.

A lo que es necesario añadir que, a partir de 2022 ó 2023, se pondrá encima de la mesa “la necesidad de ajustes” para pagar el enorme aumento de la deuda pública durante la pandemia.

Este es el calado de lo que va a estar en juego en los próximos meses, el “puñetazo encima de la mesa” que explica las convulsiones en el tablero político.

Dirigir nuestra mirada solo hacia las maniobras, acertadas o erróneas, de tal o cual partido o dirigente político es un juego de trileros para despistar nuestra atención… mientras se preparan para robarnos la cartera.