Informe Acuña sobre la banca española

Las cadenas del crédito

«La banca española agunta mejor la crisis que la europea gracias al negocio doméstico». Esta es la conclusión del estudio de la firma de analistas fincieros Acuña y asociados sobre la situación de la banca española en relación a sus rivales. El «negocio doméstico» no es otra cosa que los créditos concedidos a familias y empresas dentro de España. Y esta es precisamente una de las principales fuentes de beneficios de la banca. Evidenciando hasta que punto el control de la banca sobre la economí­a española -y su capacidad para exprimirnos y saquearnos- es incluso mayor que en otros paí­ses.

El crédito de la banca a los hogares en relación al PIB es infinitamente mayor que el romedio europeo (80,7% frente al 49,2%) y su peso sobre el total del activo es incluso superior.Es un gélido registro de la dependencia de las familias españolas respecto al crédito para poder mantener su nivel de vida. Y es mayor dependencia supone un sustancioso negocio para la banca, en forma de intereses onerosos.Lo mismo ocurre respecto a las empresas. La financiación al mundo empresarial supone un 88,3% del PIB español, cuando la media UE está en el 47,3%, y en el Reino Unido en el 37,3%.Medido sobre el total del activo, el crédito empresarial copa el 28,7% en España, frente al 13,6% de la media europea, el 7% del Reino Unido y el 12,9% de EEUU.La relación entre el crecimiento del crédito a este sector y el crecimiento del PIB en el periodo examinado (desde 2002 a 2008) roza en España el 270%, unos 100 puntos por encima de Europa y EEUU.Esta estrecha dependencia del crédito para que las empresas puedan mantenerse implica que los bancos se apoderan vía intereses, de buena parte de la ganancia empresarial.Este peso del crédito -una rueda a la que se ha encadenado a toda la sociedad española- es la base de un trasvase brutal de rentas desde el bolsillo de los trabajadores, y también desde la cuenta de resultados de las pymes, hacia los balances de los bancos.El gran punto débil de la banca española sigue siendo su exposición al ladrilo, especialmente en las cajas de ahorros. Sólo los promotores inmobiliarios debían a la banca 318.000 millones al cierre del pasado año y, además, el 75% de estos créditos están concentrados en unas 5.000 empresas de las más de 100.000 registradas en España como inmobiliarias. La situación se ve complicada por el hecho de que las garantías aportadas por estas compañías a la banca están sujetas a un deterioro progresivo de su valor, y el endeudamiento del sector alcanza el 80%.

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