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Cuando se toma conciencia de que una artista como Whitney Houston no volverá a poner un pie sobre el escenario, los amantes de la música no pueden evitar preguntarse ¿hasta dónde podría haber llegado?, ¿qué es lo que nos hemos perdido? Whitney era La Voz, pero, sin duda, la más breve jamás escuchada.
Para producir una artista de la altura de Houston son necesarias dos cosas, una la capacidad de cantar como lo hacía ella, y otra, saber escoger el camino por el que ese don debe transitar. Whitney tenía lo primero y acertó en lo segundo.
Hay que tener en cuenta que Whitney Houston ha recorrido los escenarios de tres décadas marcando la cadencia musical en cada una de ellas. No puede entenderse el R&B y su desarrollo hoy en día, es más, no puede entenderse ninguna de las actuales cantantes de pop, soul, blues… sin conocer la trayectoria de Whitney Houston.
Cualquiera puede pensar que si hubiera realmente acertado, su final no hubiese sido tan trágico, y seguramente los últimos 15 años de su vida tan tortuosos. Pero esa tan solo es una apreciación, porque la realidad es que Whitney Houston es la cantante más premiada de la historia, con más de 400 galardones, y la que más discos ha vendido.
En estos días también algunas plumas han aprovechado para firmar opiniones en esa dirección, la del talento desperdiciado. Erróneo… e inadecuado, claro. No solo por lo dicho en el párrafo anterior, los números hablan por sí mismos, sino porque considerar que la determinación que ha ejercido la música de Houston se basa en el mal aprovechamiento de sus posibilidades parece algo más que pretencioso.
El don de la oportunidad
En 1985, una jovencita de familia y tradición de artistas, irrumpía marcada por el sonido de Minneapolis que en esos momentos triunfaba en EEUU. La apuesta por ella fue inmediata, su voz lo decía todo y permitía arriesgar hasta la camisa.
A finales de los años 80, Houston ya era la joven promesa del pop indiscutible, alcanzando su primer número uno con I wanna dance with somebody, seguramente una de las mejores canciones dance de la historia de la música.
A principios de los 90, Whitney transitaba por el New Jack Swing que rompía en esos momentos. La Voz ya estaba en todas las listas. Pronto la banda sonora de El Guardaespaldas la catapultó al estrellato para siempre. A partir de ese momento, las bandas sonoras firmadas por Houston, desde el single Exhale a La mujer del predicador, fueron números unos en ventas en todo el planeta.«Whitney Houston es la cantante más premiada de la historia
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Incluso en medio de la tormenta, a principio del 2000, cuando ya eran públicos los más turbulentos episodios de su vida privada, Houston supo marcar el camino y la oportunidad poniéndose a dar lecciones a exitosas nuevas carreras como la de Lauryn Hill. El vacío se produjo entre el 2002 y el 2007, hasta su separación de Bobby Brown.
Hace tres años volvió de nuevo a los primeros puestos de las listas, pese a recibir una catarata de críticas, algunas de ellas muy justificadas – su voz estaba resentida y su público le recriminó algunos de los directos -. Pese a todo, I Look to you, con un poso de soul y madurez demoledor, fue su último gran éxito.
Demasiado breve
Whitney Houston cambió para siempre la imagen de diva y el proceso de producción musical. Una cantante que experimentó con el pop teniendo raíces y desgarros del soul. Arista, su compañía durante años, supo desde el principio que contaba con material excepcional y acertaron a la hora de explotarlo. Antes de lanzarla definitivamente la hicieron actuar ante gran cantidad de profesionales y productores, y después le hicieron codearse con lo más granado de la época. Todo el mundo cantaba con ella, y ella cantaba con todo el mundo… claro, Steve Wonder… ese “todo el mundo”. Esta forma de trabajar marcó su carrera, aunque no su vida privada: “piénsalo bien y asegúrate antes dar un solo paso”
La fórmula comercial se basó en trabajar dulces y espectaculares baladas que luego eran adaptadas a las pistas de baile, convirtiéndose en éxitos por duplicado. Llegó el momento en el que Whitney era el referente de todo el mundo, y todo el mundo la imitaba.
Hay quien dice lo contrario. Que el camino transitado a partir de El Guardaespaldas fue equivocado, que no debió reservar sus mejores temas para las bandas sonoras, y que no supo conectar con su público negro…. bueno. De nuevo los números son, y son unos.
Por lo demás, queda la pregunta del principio. ¿Y si hubiera vuelto a acertar tras su recuperación?, ¿hasta dónde habría llegado?