Benito Zambrano

La Voz Dormida

La última pelí­cula de Benito Zambrano es una de esas pelí­culas que te encoge el corazón. Es una de las pelí­culas favoritas de este año y una de las posibles candidatas a los premios Goya. Zambrano cuenta a través de la historia de dos hermanas la historia de todas las mujeres que sufrieron la represión franquista por su compromiso con la libertad.

Desde ”Habana Blues” tenías la película en la cabeza. ¿Por qué decidiste rodar la nóvela La voz dormida de Dulce Chacón?

Me parece increíble que haya tan pocas película sobre la represión política contra las mujeres durante el franquismo. Me pareció una historia increíble y muy bien contada. La represión del franquismo era bastante desconocido para mí. Me atrajo la fuerza, la emoción, el dolor… Después de hablar con Dulce Chacón y de su desgraciada muerte era una deuda pendiente con ella.

Dulce Chacón en La Voz Dormida descubre una parte de nuestra historia muy desconocida: la represión política contra las mujeres. ¿Has buscado en la película hacer justicia con esa parte de la historia de las mujeres tan oculta?

Dulce hace un homenaje a esas mujeres que lucharon por la Republica. Todo eso ya está en la novela y yo recojo el testigo. Al adaptarla ese era mi compromiso. Me interesaba contar la historia de las dos hermanas, porque a través de la historia de las dos contaba la historia de las demás. En una película tienes que concentrar, el argumento no puede ser muy abierto porque sino no puedes contar bien nada. La película es también un sincero homenaje a todas ellas.

¿Cómo preparaste el guión? Hasta ahora sólo habías trabajado con guiones originales.

Efectivamente, nunca me había planteado la adaptación de una novela. Fue relativamente sencillo porque tenía claro que la historia que quería contar era la de las dos hermanas, me ayudaba a centrar todo, tenía el final muy decidido con la ejecución de Hortensia y la entrega de la niña. Fue interesante toda la parte de investigación que me ayudó a conocer mejor la época de la novela. Investigué mucho y hable con varias mujeres presas en la cárceles, me dirigí a varios historiadores…Sobre todo me ayudaron los testimonios.

En estas entrevistas con distintas mujeres ¿encontraste a Pepita? O ¿era un personaje que ya tenía tanto protagonismo en la nóvela?

La novela parece muy coral pero Pepita es uno de los personajes principales. Y en definitiva se acaba contando su historia.

Dulce denunciaba que incluso no se las reconocía como presas políticas. Cuadros del Partido comunista como Hortensia eran acusadas de colaboración u otros delitos pero nunca se las reconocía su militancia.

Con la victoria de Franco y todo lo que él representaba ganó un sistema retrógrado, ultraconservador, religioso y machista. A las mujeres no se les perdono que durante la Republica tuvieran la participación e importancia que tuvieron.

«Nunca se les perdonó que se vistieran de milicianas»La represión contra las mujeres fue especial. Al mismo tiempo que las humillaban no se les reconocía incluso su condición de presas políticas. Era una manera de arrodillarlas. No eran presas comunes, no eran ladronas o prostitutas. Ellas siembre pelearon por su dignidad y porque se las reconociera como presas políticas.

Y sin embargo la protagonista, Pepita, no es un cuadro del Partido Comunista. Ha sido un personaje muy aplaudido. ¿Por qué crees que el público se identifica tanto con ella?

Es un personaje muy alegre, muy vital, que todo lo hace por amor. Por amor a su hermana, por amor a su hombre, a su sobrina…Por amor a lo más elemental, a lo más importante que son los tuyos. Ella es fiel y consecuente y pelea. .. Es por eso que es muy fácil identificarse con ella. Ella no busca nada, solo la paz, y sin embargo recibe por todos lados. Es un personaje que se transforma. Es casi una mezcla de personajes de cuento, una princesa. Es un personaje que muestra su debilidad, no engaña, es transparente, es honesta. Tiene muchos valores y que entiendo por eso que a la gente le guste mucho.

Quizá Pepita representa a muchísima gente que sin tener unas convicciones políticas por su gente lo da todo y se enfrenta a quién sea.

Ella representa a la mayoría de los españoles y españolas que lo que querían que acabase ese horror después de tantas torturas, ejecuciones campos de trabajo…. Deseaba la paz , el entendimiento. Ella tenía fe, esperanza en que los franquistas fueran justos pero nada de eso ocurrió.

Que Pepita y no Hortensia sea la protagonista quizá ayuda a acercar la película al público evitando cualquier aspecto panfletario.

Es posible. Vivimos en unos tiempos muy despolitizados. Los políticos profesionales han conseguido que nadie hable de política salvo ellos. Han conseguido que la gente rechace la política. Es una estrategia muy vieja. Pepita no quiere saber nada de política, vivir tranquila, volver a la normalidad, pero todos los personajes que la rodean le apelan que no puede ser ajena a lo que esta ocurriendo. La política depende de quién y cómo la use. Somos animales políticos. Eso Pepita lo entiende de otra manera, en un sentido más popular. Porque al fin y al cabo acaba comprometiéndose con todo, soportando las torturas y no denunciando a nadie. Desde su punto de vista no es una actitud política, pero en su comportamiento si hay una actitud ético-política aunque ella no sea muy consciente de eso.

Incluso ella le pide a su hermana que pida perdón para salvarse y sin embargo ella en sus hechos se contradice enfrentándose al mismísimo Coronel por su hermana.

Como le ocurre a mucha gente que no esté organizada en ningún partido tiene una ética. La gente sabe lo que es honesto y lo que no, lo que es traicionar o dar la vida por alguien que quieres sabiendo que es justo lo que estás haciendo. La gente tiene ese sentido a nivel popular. «En su comportamiento si hay una actitud ético-política aunque ella no sea muy consciente de eso.»

Presenta a Pepita al principio de la película como una niña. Y sin embargo sorprende la evolución del personaje. ¿Lo qué en principio parece más débil puede convertirse en lo más fuerte?

Había algo de eso en comentarios que yo leí en libros refiriéndose a las mujeres. Muchas fueron más fuertes que los hombres, incluso aguantaron mejor las torturas. Y tuvieron que serlo también las mujeres de los presos.

Pepita espera durante 20 años a su novio preso. “Veinte años de novios y sólo nos dimos tres besos” dice.

La fortaleza mental y física de las mujeres y madres con sus maridos e hijos presos en las cárceles fue increíble. Las mujeres dieron entonces un paso adelante en la historia y eso no está reconocido porque no son grandes hechos históricos. Pepita fue una de ellas. Baja a los infiernos pero sale fortalecida, sigue queriendo, sigue amando. No se convierte en un ser odioso, no le consume la amargura. Pepita es hoy una señora mayor que todavía vive en Córdoba. No la conozco personalmente, aunque me gustaría mucho.

Hábleme de la luz en la película. A pesar de ser una historia tan cruel la luz es brillante. Incluso en las escenas más duras como las torturas la ambientación no es tétrica.

Intentamos en todo momento que la luz tuviera un pequeño tono poético. Qué no fuera un dolor sórdido sino un dolor bello como en los cuadros de la Pasión de Cristo. La bajada de la Cruz, la Crucifixión es siempre un dolor pintado de una manera bella con una luz que te llama a la piedad. Yo quería que no fuese una película sórdida porque ya bastante cruel era la propia historia.

¿Quiere añadir algo más?

Animar a la gente a verla. Es una película bastante digna, realizada con muy buenos profesionales, que se comprometieron mucho al hacer película y trabajaron con mucha ilusión. En todo momento la historia es honesta con lo que pasó. No creo que nadie pueda decir que es falso o exagerado. Al contrario, sólo es un motón de muestra de lo que pasó. Creo que es una película que puede aportar cosas al debate, al diálogo y a conocer mejor nuestra historia.

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