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Si sólo han sido cinco, y dos de ellas en Madrid, es porque en Euskadi hacía mucho tiempo que no se convocaba una manifestación de estas características (centrales y unitarias), y las que lo fueron tampoco fue por el gobierno vasco anterior, sino por las asociaciones civiles como Basta Ya.
En estos siete años que conozco la situación de Euskadi, creo que de todas maneras hay algo que no ha cambiado. Una de ellas es la estremecedora voz de Paqui Hernández, que llegó al corazón de todos los resentes que la escuchábamos. La voz de una guerrera que transmite el orgullo de los que se saben firmes valientes luchadores de las libertades aunque con ello se estén jugando la vida, como lo ha demostrado la muerte de su marido Eduardo Antonio Puelles.Las voces de los guerreros, que hace ya siete años dieron un paso organizando la llamada rebelión democrática en torno a organizaciones civiles, y de muchos guerreros anónimos vascos, muchas veces ocultados, que han tenido que hacerse valer contra sus enemigos terroristas pero también frente a un poder institucional que sirviéndose del terror tenía que ocultarles y desprestigiarles.La guerrera que desgraciadamente obtuvo el protagonismo central ayer, ya declaró que desde el primer minuto tuvo la certeza que el estallido que se escuchó en todo el barrio era por su marido y por su actitud en el entierro, pareciese como si hubiese pensado anteriormente en contadas ocasiones como iba actuar si se encontrase en esa misma situación.Otros viejos guerreros también se reunieron en la ocasión de ayer, como Rosa Díez, líder de UPyD, que discretamente participó en el acto o más jóvenes como su diputado vasco, Gorka Maneiro.Así como rojos guerreros, mis compañeros de Unificación Comunista de España, que han venido desde hace años con su presencia, no sólo en estos actos colectivos, sino en todos las calles y barrios de Euskadi, luchando contra el fascismo de ETA y las libertades pública y cotidianamente. Que como en cada ocasión no pasaron desapercibidas sus banderas rojas en un acto como este. La gente que les vino a preguntar qué representaban sus siglas asentían agradecidos que los comunistas organizados estuviesen allí con ellos.Y si había nuevos guerreros como el Lehendakari Patxi López y el gobierno vasco al completo, por primera vez en Euskadi tras treinta años, ha sido por todos estos luchadores incansables vivos y muertos por defender la LIBERTAD. Todos nosotros ahora tenemos mucha más fuerza.