Fosa 126. Cementerio de Paterna. 144 cuerpos recuperados. Corresponden a cinco “sacas”, grupos de fusilados, fechadas entre agosto y septiembre de 1940.
De 1949 a 1965 los registros de la localidad valenciana de Paterna registran un dato aparentemente inexplicable. Los nacimientos apenas ocupan tres tomos, y las defunciones llegan hasta 26, casi nueve veces más. El motivo de la mayoría de las muertes es el mismo: “herida de arma de fuego”. Era el eufemismo utilizado para encubrir a los fusilados. Durante la posguerra a Paterna fueron trasladados cientos de personas para ser asesinadas de forma oficial por el régimen fascista.
Por eso en su cementerio existen hasta 135 fosas comunes, en las que reposan hasta 2.200 cuerpos.
Es el registro de la feroz represión impuesta por el fascismo. Tras la guerra se impuso una oleada de terror, de grado máximo durante los años cuarenta.
Este es el marco de “El abismo del olvido”, la obra conjunta de Paco Roca, uno de nuestros mejores creadores de cómic, y Rodrigo Terrasa, periodista de El Mundo.
De Pepica y Pepe a Leoncio
Esa realidad histórica está concentrada en unos personajes que nos atrapan desde la primera a la última página del libro.
Nos unimos, en el sentido más hondo, a Pepica, que busca recuperar el cuerpo de su padre, José Cerda Beneyto, “Pepe”, militante de Izquierda Republicana. Seguimos su lucha incansable, que triunfa a pesar de enfrentarse a los muros levantados por burócratas insensibles, y sobre todo a quienes temen que la fuerza de la memoria los aplaste.
Nos enamoramos de la historia de Leoncio Badia Navarro, el hijo de campesinos que se convirtió en maestro republicano, y al que se le impuso tras la guerra el trabajo de enterrador al grito vengativo de: “rojito, ahora vas a enterrar a los tuyos”.
Pero Leoncio convirtió la condena en victoria, como una flor que crece entre los cascotes. Enterrando con humanidad a quienes eran arrojados como perros a una fosa. Ayudando a los familiares a saber dónde estaban sus seres queridos, y a que conservaran un recuerdo de ellos.
Paco Roca y Rodrigo Terrasa les ponen nombre, bucean en la historia personal de cada uno de ellos.
Nos conmueven con la historia de Manuel Ballester Gimeno, cerrajero, militante del Partido Comunista, asesinado a los 31 años, reviviendo e instalándolo para siempre en la memoria, como un gigante, a pesar de no tener ningún familiar que lo recuerde.
La odisea de quienes de verdad ganaron
“El abismo del olvido es lo que separa la vida de la muerte”. Recordar a quienes fueron asesinados por el fascismo, y a los ideales que defendieron y por los que entregaron su vida, es devolverlos a la vida y continuar su lucha. Una victoria frente a la muerte, y contra quienes los mataron.
Pero gracias a Paco Roca y Rodrigo Terrasa, esta lucha alcanza una conmovedora altura poética.
La historia casi documental de los hechos se intercala con fragmentos de la Iliada, con Aquiles enterrando con honores a su amado Patroclo o los padres de Héctor recuperando el cuerpo de su hijo para poder darle sepultura. Un entierro digno como una cuestión de honor.
La lucha de gentes como Pepica adquiere la altura de una odisea homérica.
Con hechos que podrían ser meras anécdotas, pero que nos golpean y conmueven. El mechón de pelo de Pepe que conservaron durante casi un siglo como un tesoro su mujer y su hija. O esa Pepica anciana que confiesa no haber podido llorar nunca, porque la última vez que vio a su padre en la cárcel, antes de ser fusilado, contuvo el llanto.
“El abismo del olvido” es un libro necesario, apasionante y conmovedor. Y nos relata a los que de verdad ganaron. No fueron los que obtuvieron la victoria en una guerra e impusieron después un terror sanguinario. Esos hoy son recordados con desprecio. Los que realmente han triunfado son los que asesinaron, y los familiares que durante décadas luchan por enterrarlos dignamente. Esos son los que han vencido al olvido y serán siempre recordados como gigantes.
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La obra de Paco Roca
El mundo en imágenes
Paco Roca es una referencia indispensable del cómic español y mundial. Su obra se ha traducido en una docena de países, y sus novelas gráficas han dado el salto al cine y la televisión. Ha recibido los premios más importantes para un contador de historias a través de dibujos, desde el Premio Nacional de Cómic en 2008 al Goya al mejor guion adaptado por “Arrugas” en 2011, desde la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes en 2021 a los más importantes galardones del cómic internacional, como el Excellence Award de Japón, el Inkpot Award en la Comic-Con de San Diego o el Eisner a la mejor obra extranjera.
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Obras:
- El juego lúgubre
- El Faro
- Arrugas
- Las calles de arena
- El invierno del dibujante
- Memorias de un dibujante en pijama
- Los surcos del azar
- La casa
- La encrucijada
- El tesoro del Cisne Negro
- El dibujado
- Regreso al Edén
- El abismo del olvido