No es que quepa esperar mucho del nuevo Gobierno. Entre otras razones porque estamos enmarañados en esa trampa que es la Unión Monetaria, dentro de la cual a un país como España le va a ser imposible el crecimiento. Pero al menos sería de desear que sus actuaciones no empeorasen las cosas. Del debate de investidura y de algunas otras afirmaciones puede empezar a recelarse que sí, que todo puede empeorar porque van a martillear sobre los mismos clavos que el anterior Gobierno.
(…) la gran incógnita pendiente hasta ahora de despejar es saber cuál va a ser la postura del Gobierno Rajoy en Europa. ¿Dará continuidad a la actitud sumisa de alumno aplicado mantenida por el Gobierno Zapatero, o más bien estará dispuesto, con toda la prudencia debida, a hacer frente común con otros países para plantar cara a Merkel y a su dictadura? Si opta por la primera alternativa, está perdido y puede pasar a la historia como “Rajoy el breve”.