«La teta asustada es una rara enfermedad conocida en Perú, que se transmite por la leche materna de mujeres que fueron violadas durante la gestación y la lactancia en la época del terrorismo de Sendero Luminoso». Con esta gráfica imagen como punto de partida, la directora presenta en el festival berlinés su segundo largometraje. La película refleja el drama de las mujeres violadas en Perú en las dos décadas de guerra y terrorismo que sacudieron el país a partir de los años 80 y que dejaron cerca de 70.000 víctimas. Pero también es un alegato en contra del obligado olvido en el que se encuentran las víctimas de la violencia en Latinoamérica.
De roducción hispano-peruana y rodada principalmente en zonas pobres de Lima, La teta asustada se centra en una muchacha, encarnada por Magaly Soler, que acaba de perder a su madre y que quiere enterrarla dignamente, como un grito contra la impunidad de esos crímenes. El largometraje esta rodado en español y en quechua, una lengua desconocida no sólo por los asistentes al festival, sino también por los peruanos que, como la señora para la que trabaja la protagonista, pertenecen a otra clase, la ajena al mundo indígena.“No se puede enterrar a las víctimas bajo un manto de silencio, hay que recuperar su historia, la identidad perdida de toda una generación de personas que, por no tener, no tienen ni carné de identidad, simplemente porque no consta que nacieron”, ha explicado Llosa, nacida en Lima y afincada en Barcelona desde hace cinco años. En la presentación del filme la actriz Magaly Soler también consiguió estremecer al público con la espléndida interpretación de una canción indígena a capella. La directora huye en su película del lenguaje barroco que caracterizó su primer filme, la también recomendable “Madeinusa”, y opta por una narración desnuda, que refleje las consecuencias que la intervención militar norteamericana y el terrorismo salvaje provocan en los más desfavorecidos. También pretende alejarse de una especie de retrato etnográfico de carácter paternalista, y mostrar al mundo una realidad completamente ignorada. Con todo, La teta asustada, se convierte en una de las principales favoritas para alzarse con el Oso de Oro del festival, en la que sería la primera participación de una película peruana, y que se convertiría en un triunfo colectivo del cine hispano en uno de los principales escaparates del mundo del celuloide.