Corresponsalí­a Navarra.

La suerte está echada.

Hoy se cerraba la mesa de negociación de Prhoscol en Logroño, sin que se haya obtenido un acuerdo entre la dirección de la emresa y los sindicatos. La dirección declaró que el expediente de regulación de empleo se envió a trámite ayer mismo. Un ERE que afectará si es aprobado, a 29 trabajadores de la plata de esta empresa en Viana, y a otros cinco en la planta de Logroño.La negociación de ha basado en la exigencia sobre la cuantía de las indemnizaciones de los despidos, el desacuerdo consiste en que la empresa dará 26 días de indemnización por año mientras los trabajadores exigían 30. El acuerdo no ha sido alcanzado y el expediente ya está enviado, de manera que la suerte está echada.Muchos son los ERE´s que se siguen planteando, y cabe preguntarse el papel que los sindicatos están cumpliendo en este proceso de destrucción de puestos de trabajo mediante ERE´s que principalmente afectan al tejido industrial. Las negociaciones que dirigen los sindicatos mayoritarios se basan prácticamente en su totalidad en negociaciones sobre la cuantía de las indemnizaciones pero mientras dicen que no hay motivos para una huelga general, y Zapatero felicita a UGT por su comportamiento responsable, el tejido industrial se destruye, familias enteras van al paro, y cuando se sientan en las mesas de negociaciones lo que negocian es indemnizaciones que ni defienden ni fortalecen la creación de trabajo y riqueza.Claro que hay que asegurar las condiciones de vida de la gente y luchar en los despidos para que los trabajadores despedidos no queden desprotegidos, pero la realidad es que los sindicatos cumplen el papel de difundir la tesis de que nada se puede hacer. Lejos de proponer alternativas para salvar multitud de empresas viables y productivas de la quema, lo que plantean es sentarse en una mesa de negociación para discutir sobre porcentajes e indemnizaciones. Parece que se han olvidado de los objetivos fundamentales de la clase obrera, se han olvidado de que la producción es la base de la economía, y que defender en este momento que las empresas no cierren debe ser su objetivo fundamental, acompañado de alternativas que se dirijan a la redistribución de la riqueza y la inversión en tejido productivo. En cada negociación borran el carácter de clase y de lucha que debe ser el motor fundamental del sindicalismo.Mientras tanto, estas 34 familias Navarras, ven como se negocia sobre el precio que se le pone a su fuerza de trabajo para desecharla, para quedar en la calle, sin ninguna reivindicación más que la negociación del dinero que habrá en la hucha que se les dará para su supervivencia.

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