Cargando...Las explicaciones justifican. Cadena de fallos judiciales, limitaciones de personal para la vigilancia, machismo, antecedentes familiares de maltrato en la mujer asesinada o en el hombre verdugo, aumento de la inmigración…
Hay una falta manifiesta de voluntad olítica. De valentía política para tratar y erradicar esta lacra Y se han tomado medidas. Muchas enmarcadas en la ley Integral contra la Violencia de Género de 2005.Protocolo de coordinación entre jueces y policías, teléfono de asistencia, centro de acogida, pulseras localizadoras, órdenes de protección… ¿Entonces? Los hechos son tozudos.2006 asesinadas 68 mujeres, 2007 asesinadas 74,2008 asesinadas 73.No se cuentan las heridas de gravedad de por vida, las mutilaciones, las hospitalizaciones, las asistencia en los servicios de urgencias Si se busca la historia personal del asesino, se justifica el asesinato. Si se explica el asesinato como el último tramo recorrido de una vida de golpes se entiende a la muerta pero también el verdugo. Si se enmarca la eliminación definitiva de una vida, en una sociedad patriarcal y machista, no hay asesino, solo un eslabón cultural ancestral Quien quita una vida es un asesino. La muerta no volverá a existir. La vida es única e irrepetible. Nadie volverá a ver a esa mujer Quien quita una vida es un asesino. La sociología de la explicación vuelve a matar Y los que matan tienen que tener un castigo ejemplar. Sin paliativos. No hablo de la pena de muerte, de forma lúcida y progresista no lo permite nuestra legislación. Pero contamos con la doctrina Parot Y la doctrina Parot social, es asunto de aplicación de las instancias del poder político y judicial. El tratamiento social solo puede ser el que se da a un sicario por dinero, a un grupo de adolescentes que asesinan a una mendigo,… La ministra Aído deberá dedicar algunas semanas a movilizarse rodeada de gente, contra cada asesinato. Marcará un camino. A concentrarse delante del puesto de trabajo del asesino, para explicar que no se justifica, que ha matado. A recriminar a los vecinos temerosos. A decir públicamente que no quiere saber nada del “historial familiar” A manifestar una voluntad política, que movilizara las conciencias que señalara en los hechos que no es el momento de hacer sociología de los asesinatos Y mientras tanto que la justicia y las fuerzas de seguridad sigan cumpliendo su cometido. Con más medios Que no se expliquen los crímenes