Especial Selectividad

La selección… de la Selectividad

Desde el comienzo de la crisis hemos sufrido ciertos cambios en nuestra educación, incluso en el proceso de la PAU o la EBAU, o como todo el mundo la conoce, “la Selectividad”. En 2010, el mismo año que se iniciaron los recortes y varias reformas en España, se fijaron las transformaciones más importantes.

La prueba pasó a denominarse PAEG (Prueba de Acceso a los Estudios de Grado), aunque después se ha abreviado en PAU, con el objetivo de adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior. Y se estableció el modelo de examen actual compuesto de dos partes: una parte general, que junto a la nota de Bachillerato podía llegar hasta diez puntos, y una parte específica, que le permitía subir cuatro puntos más, siendo la nota máxima catorce puntos. 

Con la entrada en vigor la LOMCE, siete años más tardek se introducen una serie de cambios en el modelo de examen, como la desaparición de la asignatura de Filosofía como opción en la fase general, o la reducción del total de asignaturas a las que los alumnos pueden presentarse para subir nota, restando flexibilidad y opciones en esta prueba.

En el 2019, además de la subida de las tasas universitarias, han aumentado las notas de corte, es decir, las que se establecen en cada carrera para acceder, y que varía cada año. En solo nueve años, grados como Biología en la Universidad Complutense, ha pasado de 7,96 a 9,6. Y no es un caso aislado, también ocurre en Málaga, Barcelona o Valencia o en grados como Psicología, Turismo, Medicina… convirtiéndose en una tendencia general de estos últimos años.

Actualmente, solo en la Universidad Jaume I de Valencia hay más de cinco carreras con notas de corte superiores a diez. Esto supone que, año tras año, sea más difícil para los jóvenes acceder a los estudios de grado para los que se han estado preparando todo un año.

Pero en una universidad privada los criterios cambian. No se cuenta la nota del examen de Selectividad, sino la nota del Bachillerato. Esta ventaja ha aumentado la demanda de la educación privada en una situación en la que el acceso a la educación pública se dificulta cada vez más, afectando sobre todo a los jóvenes de familias con menos recursos que se dejan sus ahorros en la formación de sus hijos.

También en Europa hay casos muy diferentes. Somos el único país que tiene un sistema de selectividad así. En Inglaterra y Francia el título de Bachillerato te abre la puerta a cualquier universidad, y son éstas las que hacen exámenes específicos de acceso a un grado con un contenido relacionado. Y en Alemania hay un examen de acceso pero es escrito y oral y permite el acceso a cualquier universidad  europea.

Los recortes y la precariedad educativa de estos años son factores determinantes para la Selectividad, siendo más costoso económicamente y mucho más exigente. 

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