Ignacio de Blas es profesor de epidemiología y enfermedades infecciosas en la facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza. Los últimos meses ha colaborado con decenas de artículos sobre la pandemia en el Heraldo de Aragón y otros periódicos.
Madrid restringe hoy la movilidad en 37 áreas sanitarias. ¿Es suficiente? ¿Cree que funcionarán esas medidas?
Me temo que no. La gente que vive en esas áreas sanitarias trabaja fuera de ellas y se van a tener que desplazar. Una gran mayoría de la población de esos barrios va a seguir moviéndose a los otros distritos. Cuando el virus está tan disparado ya no valen estas medidas. Si se hubieran tomado hace un mes, quizá habrían tenido cierta utilidad. Pero ahora llegan tarde.
Cuando se toma una medida hay que analizar si es viable. Aquí en Zaragoza, este verano se confinó el barrio de Las Delicias [un barrio obrero del centro] y no funcionó, porque gran parte de los trabajadores del barrio trabajan en cuidados del hogar, en tiendas, incluso en el campo… y salían del distrito. Los cierres perimetrales tienen sentido en localidades rurales o en pequeñas ciudades, para que el foco se autoextinga. Pero en una gran ciudad, donde los barrios están tan interconectados, no es suficiente.
El caso de Madrid con 683 casos acumulados (por cada 100.000 habitantes) es el más preocupante, pero otras comunidades no van muy lejos. Navarra roza los 560, La Rioja 420, Aragón los 360, y los contagios suben en una veintena de provincias. Todos los expertos nos advirtieron que en otoño habría una segunda oleada, ¿es como la esperaban o es más preocupante?
Esta ocurriendo antes de lo que esperábamos. Todos los coronavirus, no solo este SARS-CoV-2, tienen un comportamiento estacional, se expresan muy bien en invierno. Ahora todo juega en nuestra contra: el acortamiento de los días hace que pasemos más tiempo en espacios cerrados, donde los aerosoles lo tienen más fácil. Volvemos al trabajo, la vuelta al cole… Ahora las medidas que pudieron funcionar relativamente bien en mayo-junio pueden ser insuficientes.
En verano al principio los contagios bajaron mucho, pero había factores con los que no habíamos contado. En el caso de Aragón o Lleida, están los temporeros que trabajan en condiciones que favorecen el contagio. Cuando han regresado a sus casas para pasar la cuarentena, han llevado el virus a las ciudades. El caso de Madrid es otro, y ha ocurrido a la vuelta del verano, cuando la ciudad se ha vuelto a llenar, junto al transporte público.
La segunda ola del Covid está castigando a Europa, pero especialmente a España, con la tasa más alta de la UE: 300 casos acumulados cada 100.000 habitantes, notablemente más que en Francia (186) o República Checa (193). ¿Qué ha fallado?
No es fácil responder a eso, porque son muchos factores. Hay uno de entrada, que es que en nuestro país somos mucho más proclives a las reuniones sociales, y mucho más renuentes a seguir las recomendaciones de evitarlas. Si aquí te dicen que puedes hacer una reunión de máximo diez personas, parece que es obligatorio apurar hasta los diez. Y luego están los casos de los irresponsables que hacen fiestas sin mascarilla, pero son una minoría. En general se ha diluido la percepción del riesgo.
Pero hay un factor tan importante o más que la responsabilidad de la gente. Hay amplios sectores de la población que tienen grandes problemas socioeconómicos para cumplir con la cuarentena o el aislamiento. Hay todo un sector para el que hacer una cuarentena es un lujo que no pueden permitirse.
Gente que vive con otros en minipisos, que vive al día, que tiene que ir a trabajar tenga fiebre o no, sea positivo o negativo, porque si no lo hacen no comen. Gente que trabaja limpiando casas o cuidando ancianos, que les dicen que «si tienes síntomas no vengas», pero que no les van a pagar. Y no se pueden permitir no ir a trabajar. Y esos mismos trabajadores precarios, si son positivos, se resisten en dar a los rastreadores los contactos estrechos con los que han estado, gente de su misma condición a los que se les pone en el mismo aprieto que están ellos.
Lo dijo Keith Howe, un importante epidemiólogo de la Universidad de Exeter en Reino Unido. Vino a decir que una pandemia como la actual no es un problema sanitario con consecuencias económicas, sino un problema socioeconómico con implicaciones médicas.
A finales de junio, la situación estaba mucho más controlada, y no pocos expertos señalaron entonces que la clave era fortalecer las atalayas de vigilancia: la atención primaria y los rastreadores. ¿Qué errores se han cometido desde las administraciones autonómicas? ¿Se han reforzado suficientemente los centros de atención primaria? ¿Se han contratado suficientes rastreadores?
Eso depende de las comunidades, donde hay diferencias de gestión muy grandes. Hay CCAA que han cubierto las bajas de médicos de atención primaria durante el verano, y otras que no. Hay comunidades que han ido ampliando la plantilla de rastreadores con trabajadores sociales, otros con veterinarios, y otras claramente no han ampliado los rastreadores o han dicho que «todos son rastreadores», contabilizando a los médicos y enfermeros de atención primaria como tales, cuando no es así. Hay comunidades que han ampliado su capacidad de pruebas diagnósticas, lo cual es muy importante.
Va todo ligado. Es necesario aumentar la vigilancia en atención primaria y la capacidad de rastreo. Pero si aumentas los rastreadores tienes que aumentar la capacidad diagnóstica, de hacer PCR y test y que los resultados estén en poco tiempo. Pero también la capacidad de informar a los positivos, de establecer su cadena de contactos estrechos, de avisar a estos últimos. Luego de nuevo los médicos de atención primaria supervisando los casos para ver cuándo se pueden dar las altas y cuándo no… No basta con hacer una sola de estas cosas, es un todo.
Y los rastreadores tienen que tener una determinada formación. No solo tienen que tener formación sociosanitaria, tienen que conocer bien el territorio, la geografía urbana, los sistemas sanitarios de cada comunidad, que son distintos. No es tan sencillo aumentar las plantillas.
Y además de la mala o buena gestión de tal o cual comunidad, hay problemas difíciles de resolver. Aunque se quieran contratar más médicos o enfermeras, en muchos casos no hay más en las bolsas de trabajo. Ni tampoco material. Es difícil encontrar más test, o termocicladores (las máquinas de las PCR).
Claro que hace falta inversión, financiación y medios. Pero no es tan sencillo como poner millones encima de la mesa. Hay problemas de gestión importantes.
Toda Europa espera a que lleguen las primeras vacunas, y parece que la de AstraZeneca/Oxford será la que primero llegue a nuestro país. ¿Hay un plazo razonable para saber cuándo es probable que comiencen los planes de vacunación?
Bueno, se están dando referencias de finales de año, pero creo que son demasiado optimistas. Básicamente porque las tres más avanzadas -AstraZeneca de Reino Unido, Moderna en EEUU, y ahora ha entrado en juego la de Pfizer, tambien norteamericana- las están fabricando ya. La de Oxford, de AstraZeneca, se está produciendo en una fábrica muy potente en La India y para finales de noviembre tenía comprometidas 300 millones de dosis a la UE. Pero una cosa es que hayan dosis y otra cosa es que esté autorizada su utilización, porque aún no han concluido la última parte de sus pruebas, la fase 3. Seguramente en diciembre, enero, febrero, se autorizarán de urgencia para el sector de la población más vulnerable, pero para el resto seguramente aún tardarán más.
Y otro problema es cuánto tiempo van a inmunizar estas primeras vacunas. Porque por lo que sabemos de los coronavirus, generan de forma natural una respuesta inmune corta que remite a los 3-4 meses, por eso están apareciendo reinfectados. No sabemos si va a pasar esto con las primeras vacunas, si van a generar anticuerpos para unos pocos meses pero no memoria inmunológica duradera y va a ser necesario volver a vacunar cada poco tiempo.
El problema no está en la seguridad. Ahora se usan vectores muy comprobados, muy seguros. Aquí en España, por ejemplo, la vacuna que está desarrollando el equipo de Mariano Esteban está basada en una cepa atenuada del virus Vaccinia que lleva usándose décadas en millones de personas sin ningún problema. Y lo mismo con los coadyuvantes. Ahí no está el problema, sino que vamos a contrarreloj y estamos buscando una vacuna de urgencia, no la mejor ni la definitiva.
Hay que tener en cuenta que antes, obtener una vacuna podía llevar 30 años. El récord de celeridad anterior lo tiene la vacuna de las paperas, que lo hicieron en 6 años. Ahora se ha puesto todo en tensión para sacar una vacuna contra el Covid-19, de un virus nuevo que no conocemos, en menos de un año. Es normal que haya que perfeccionarla, pero eso va a llevar tiempo.
Bernardo dice:
Vaya vaya! Que cosas se están diciendo y que cosas se están obviando. Porque? Se está generando buscando «una» vacuna de urgencia!! Quien ha dicho eso? Quien la busca? Y porque? Hay leyes,normas y protocolos internacionales bien marcados sobre la elaboración de las vacunas.Por la presion de las industrias farmaceuticas occidentales y con la complicidad u oportunismo de los políticos de estos paises no solo se pasan esto por el «el forro» si no que obligan a los estados a hacerse cargo de posibles indemnizaciones a personas por efectos dañinos del producto.MAXIMO BENEFICIO LO MÁS INMEDIATO POSIBLE y la verdadera urgencia, la presión; es la de los accionistas de estas empresas.Máxime( mira tu por donde) cuando se nos «olvida» algo: El ESTADO RUSO(socialfascista,capitalista y autoritario) gracias a la fenomenal estructura especializada heredada de la URSS y que no se perdió ni en los 90; Tiene ya(y a disposición de todo el mundo) una vacuna a precio asequible que nada menos que la revista médica»The Lancet» reconoce como impecable,que ya está en su última fase(con un ensayo clinico con 40000 voluntarios de todas las edades y sexos(Esto último es un ejemplo más exclusivo del pueblo ruso que siempre está ahí al igual que los españoles lo dan donando órganos).Acabado el cual se procederá a la vacunación másiva tal como hicieron por primera vez en la historia.Pero es que ademas tienen un fármaco seguro, a precio asequible(y a disposición de todo el mundo) para combatir la infección eficazmente y eliminarla.Donde está aquí la urgencia? Donde está aquí la información?.Todo lo que he dicho es comprobable.Desde los nombres de vacuna y fármaco, hasta quienes lo han hecho y como.