La crisis está haciendo estragos entre el pequeño comercio. El público tiene un miedo impresionante a gastarse el dinero. El drástico descenso de ventas se ha producido a partir de enero. La población con dinero tiene miedo a gastárselo y el que se encuentra en una situación mala, lógicamente no puede. Las ventas han caído a plomo un 40%, lo que ha obligado a cerrar muchos modestos comercios y pequeños centros comerciales. Un panorama muy próximo a lo que representa la deflación. Sólo una decidida política de apoyo al pequeño comercio y a las pymes mediante, entre otras, una escala impositiva sobre los beneficios que arranque, por abajo, con el 0% de impuestos para este sector en peligro de ruina, puede salvarles.
Si el crecimiento negativo de los recios que ha avanzado la inflación armonizada en el mes de marzo se prolonga durante largo periodo de tiempo la situación va a empeorar muy seriamente para el pequeño comercio. Vestido y calzado es la rúbrica del índice de precios al consumo (IPC) más deflacionista. Los precios de estos artículos han registrado un descenso del 1,8% en los últimos doce meses, aunque en lo que va de año la caída alcanza ya el 15%. Otros sectores donde se ha agravado el rumbo de los precios en este año son ocio y cultura (-1,2%), alimentos (-0,4%) y menaje (-0,5%). Como denuncian los pequeños comerciantes, los bancos tienen que abrir el grifo de los créditos. Sólo así se podrá subsistir. El Gobierno de Zapatero es el responsable de la falta de medidas. La supuesta financiación de créditos del ICO, no vale, en realidad, porque después de pedir una gran cantidad de papeles y requisitos, no se concede.