Tribuna

La resistencia de la célula cancerosa a morir

La célula cancerosa es una célula inmortal, se reproduce indefinidamente. Además desarrolla mecanismos de resistencia a los fármacos quimioterápicos que le permite sobrevivir a ellos. Existen, sin embargo dos enfoques enfrentados a la hora de obligar a la célula cancerosa a morir.

Un reciente artículo en Nature Genetics ha desenmascarado el “mecanismo diabólico que hace incurable el cáncer al pulmón” para un 20% de pacientes con una mutación genética específica, y que abriría la puerta a desarrollar nuevos fármacos para tratar a pacientes cuyos tumores se vuelven resistentes a dos de los fármacos más avanzados. Se trata de Investigadores del Instituto Catalán de Oncología (ICO) de Badalona (Barcelona), en colaboración de tres hospitales americanos.

El descubrimiento es importante porque, según el autor, el gen AXL es el auténtico responsable de la resistencia a los tratamientos estándares y que provoca que el tumor se disemine por todo el cuerpo, especialmente en órganos vitales como el hígado y el cerebro. Los pacientes con la mutación suelen desahuciarse por su falta de respuesta a los fármacos.

Curiosamente los trabajos de las farmacéuticas internacionales sobre la mutación en cuestión están paralizados.

Necesitan evidencias de trabajos científicos internacionales, afirman. Sin embargo, la razón podría estar en otro lado. El grupo de pacientes a estudiar es sólo el 20% de los cánceres de pulmón en el mundo occidental, mientras que son el 90% de pacientes con tumor de pulmón chinos, el 30% de latinos y el 60% de peruanos.

Sea como sea, la lucha contra el cáncer particularizada (incluso individualizada) según el órgano y las características genéticas no es, a pesar de ser la dominante, el único enfoque posible. Hemos tratado de sintetizar las dos visiones, para resaltar puntos fuertes y lagunas todavía por resolver para que la oncología obtenga éxitos incontestables contra uno de los males más crueles de nuestro tiempo. “En los últimos diez años estamos aprendiendo cada vez más en conocer alteraciones moleculares o genéticas que o se relacionan directamente con el riesgo de cáncer o con la posibilidad de respuesta a los tratamientos” (Catalina Vadell)La idea de que gracias a numerosos medicamentos innovadores contra el cáncer se está ganando la batalla se difunde en numerosos artículos y entrevistas. Reproducimos aquí extractos de una de ellas, realizada por el Diari de Mallorca a Catalina Vadell Nadal, Jefa del servicio de Oncología del hospital de Manacor, con más de veinte años de experiencia. Afirma que el cáncer “es una enfermedad más. Cada vez menos, pero se suele relacionar con muerte y sufrimiento. Y en general se cura en el 50% de los casos. El cáncer son 200 enfermedades diferentes y cada una tiene su historia, sus causas, su pronóstico… Y es importante que se diga que se cura un tanto por cien significativo. (…) . Si el cáncer son 200 enfermedades diferentes, hay que luchar con cada una de ellas. Y hay avances, porque cada vez las conocemos mejor y tenemos medicamentos que nos ayudan más con cada una. (…) .En los últimos diez años estamos aprendiendo cada vez más en conocer alteraciones moleculares o genéticas que o se relacionan directamente con el riesgo de cáncer o con la posibilidad de respuesta a los tratamientos. Es la línea que está dando mejores resultados, que son pequeños pero muy importantes. Un ejemplo, en el caso del cáncer de mama: aproximadamente un 20% de las enfermas «Si el cáncer son 200 enfermedades diferentes, hay que luchar con cada una de ellas»sobreexpresan un receptor de crecimiento, el HER-2, y esto era un mal pronóstico de que su cáncer iba a evolucionar más rápidamente y no respondían tan bien a los tratamientos. Pero hace diez años se sintetizó un medicamento que bloqueaba estos receptores, el Herceptin, que si lo damos a estas enfermas, tanto si ya han sido operadas y queremos prevenir que la enfermad se extienda como si tienen metástasis, nos cambia radicalmente el tratamiento. En cáncer de pulmón hay un pequeño porcentaje, un 5%, que también tienen una sobrexpresión de otro receptor, el EGFR, y antes, como no lo sabíamos, les tratábamos con quimioterapia. Hoy hay un medicamento contra este receptor que da unos resultados espectaculares. Es verdad que no consigue curar la enfermedad, pero sí que en el 80% de los casos el enfermo mejore significativamente y durante mucho más tiempo que con la quimioterapia. Ahora vamos a buscar si los enfermos tienen estas alteraciones, porque así podremos elegir terapias dirigidas, moleculares, que actúan directamente sobre estas alteraciones concretas. Nos dan unos resultados mucho mejores que la quimioterapia, que antes utilizábamos más a ciegas.”“Si las células cancerosas no mueren es porque los productos quimioterápicos no consiguen disminuir su alto nivel de alcalinización intracelular” (Salvador Harguindey)

La búsqueda por romper la resistencia del cáncer a morir tiene otros protagonistas alejados de los focos mediáticos convencionales. Hemos hablado con uno de ellos, el Dr Salvador Harguindey, oncólogo independiente, director del Instituto de Biología Clínica y Metabolismo y Vicepresidente de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Dinámica de protones en Cáncer. Forma parte de una corriente científica internacional que trata de plantear alternativas contra el cáncer que rompan con la visión oficial del “Gran Hermano de la Oncología que constituyen las grandes multinacionales farmacéuticas”, a las que califica “entidades de dudosa ética a las que sólo les importan sus intereses económicos y cuyas dinámicas y motivaciones -muchas veces pseudocientíficas- llevan a tratar por todos los medios de comercializar medicaciones cada día más tóxicas, menos efectivas y más caras”, en una carta abierta a Mariano Barbacid junto a un grupo de compañeros. Afirman el rotundo fracaso de los tratamientos de la Oncología Médica actual para la mayoría de tumores malignos. La guerra contra el cáncer hasta ahora se ha perdido.

“Pueden haber tumores en 200 sitios distintos pero no significa que sean 200 enfermedades diferentes. Es como mirar las ramas de un árbol y despreciar la raíz y el tronco”. La visión oficial se basa en que el cáncer son 200 enfermedades distintas (y por tanto hay que tratar con una batería de fármacos distintos, cada vez más tóxicos y caros. Se trata de un enfoque reduccionista y disgregador. No se sostiene. Según el Doctor Harguindey a nivel energético, molecular, bioquímico y metabólico todos los tumores malignos (y las leucemias) tienen muchos más factores en común que diferencias.

“Los oncólogos aún no somos capaces de destruir las células cancerosas sin dañar a las sanas o de inducir selectivamente la apoptosis de las células cancerosas”. Si el interior de una célula se alcaliniza, se vuelve cancerosa: “en todas las células cancerosas, independientemente de su origen, el pH intracelular es mucho más alto, más alcalino que su entorno”. La alcalinidad impide la activación de los mecanismos de muerte celular (apoptosis), por eso la célula cancerosa es inmortal, se reproduce indefinidamente. Para mantener esa alcalinidad la célula cancerosa está obligada a bombear el ácido láctico que produce su alto nivel de consumo de glucosa.

Gracias a las bombas (llamadas transportadores de protones) estas células expulsan de su interior todos los ácidos tóxicos (principalmente ácido láctico), a fin de proteger el nivel alcalino.”Si las células cancerosas no mueren es porque los productos quimioterápicos no consiguen disminuir su alto nivel de alcalinización intracelular acidificándolas. Esta parece ser la causa principal de la llamada “resitencia múltiple a fármacos antineoplásicos”.

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