Internacional, Paraguay

La reforma agraria en paraguay una ley necesaria

Se estima que la soja avanza 250 mil hectáreas por año en Paraguay, causando la expulsión de 90 mil familias campesinas que se asientan en los cinturones de pobreza de diferentes ciudades

Este lunes el gobierno araguayo le dio el ejecútese al plan de reforma agraria nacional, que incluye en su primera fase una readministración de tierras y la asistencia integral para unas 5 mil 500 familias en 6 de los 17 departamentos de la nación latinoamericana.»Para que la reforma agraria no sea una repartición de tierras hemos creado un espacio de coordinación en donde estén los organismos públicos y ministerios que tienen que estructurar planes de desarrollo para acompañar la entrega de tierras», precisó AldereteLa presentación del plan de reforma agraria, que también incluye la distribución de alimentos y de semillas, se llevó a cabo en el departamento de San Pedro (centro), la región más pobre del paí­s y en donde esa ayuda beneficiará a unas 3.400 familias.Los objetivos de la presente versión hablan de asegurar la sostenibilidad económica de unos 120 mil campesinos sin tierra, a través de la tenencia y regularización-titulación de tierra en calidad y cantidad suficientes para el autoconsumo y rentabilidad familiar.El plan de reforma agraria se realizó el mismo dí­a en que la Presidencia difundió un comunicado para ratificar que las haciendas de los colonos y los terratenientes brasileños en las regiones agrí­colas, serán resguardadas ante las advertencias de ocupaciones de los «sin tierra».Alrededor de unos 300 mil brasileños viven en Paraguay en la zona fronteriza con su paí­s, donde la mayorí­a se dedica al cultivo de soja, principal fuente de ingresos de la nación suramericana.A lo largo de varias regiones agrí­colas del paí­s, cientos de «sin tierra» se encuentran instalados alrededor de las haciendas y fincas bajo la advertencia de ocuparlas en caso de que el gobierno no responda a sus llamados de acceso a terrenos.Han manifestado que en el pasado grandes extensiones de terreno fueron entregadas a personas no sujetas a la reforma agraria, asimismo aseguraron que el cultivo mecanizado de soja depreda bosques, contaminando el ambiente con las intensas fumigaciones.Es en este contexto en el cual se agregó en los últimos cinco años una creciente presión por la propiedad de la tierra ejercida desde empresas y corporaciones, nacionales y extranjeras, sobre todo brasileñas, cuyo principal interés radica en la ampliación de la llamada «frontera de la soja», cultivo que viene creciendo a un ritmo de 10 por ciento anual. En la actualidad, casi 2 millones de hectáreas están ocupadas con la soja transgénica, lo que significa más de la mitad del total de la tierra cultivada en Paraguay. Este paí­s es el cuarto exportador mundial con 4 millones de toneladas anuales.En el campo, en las comunidades campesinas, se manifiesta en las compras masivas de minifundios por parte de empresas inversoras. Es lo que en Paraguay se ha llamado «la sojización» del medio rural.Se estima que la soja avanza 250 mil hectáreas por año en Paraguay, causando la expulsión de 90 mil familias campesinas que se asientan en los cinturones de pobreza de diferentes ciudades.Paraguay es el paí­s de América Latina que tiene la más alta concentración de tierra en manos de unos pocos, mientras la gran mayorí­a de la población campesina carece de ella.El horizonte que se le presenta al gobierno de Lugo en 2009 es bastante complicado, por un lado tiene que ahondar en la reforma agraria conciliando los intereses de su vecino Brasileño, preocupado en defender sus intereses dentro de Paraguay y por el otro acelerar un proceso de reformas exigidas largo tiempo por los campesinos que ven el retraso de la reforma agraria, con decepción e impaciencia.

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