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La recuperaciónnómica de EEUU es incierta pese al pacto fiscal

La economía estadounidense puede haber evitado caer en el abismo fiscal, pero aún no está a salvo. Algunos acontecimientos negativos podrían limitar el crecimiento en 2013.

El gran peligro es una mayor disfunción fiscal. Es posible que el Congreso haya aprobado un acuerdo para evitar el abismo fiscal, pero los líderes políticos dejaron muchas cosas sin resolver.

Se espera otra disputa sobre un aumento en el límite de endeudamiento, lo que probablemente incluirá una batalla adicional por recortes de gastos. Una evidencia de la tensión que se avecina fue el rechazo de la Cámara de Representantes para aprobar un proyecto de ayuda a las víctimas de la tormenta Sandy.

Lo que no queda claro es cómo las agencias calificadoras de crédito reaccionarán a otro drama prolongado.

Standard & Poor’s rebajó la calificación de la deuda soberana de Estados Unidos después del fiasco sobre el límite de endeudamiento de agosto de 2011. Una segunda rebaja podría complicar las decisiones de inversión, especialmente para los fondos que solo pueden comprar activos con una calificación «AAA».

Además, una nueva rebaja de la calificación podría minar la confianza de los consumidores, lo cual podría socavar los planes de compras.

Los hogares finalizaron 2012 en un tono pesimista sobre el futuro, en gran parte debido a la amenaza del abismo fiscal. Los trabajadores ya enfrentan menores salarios este año, ahora que finalizaron las exenciones tributarias a las nóminas. Un mayor drama en Washington podría empeorar las perspectivas del gasto.

Lo que también perjudicaría la confianza y el gasto es el retorno del desempleo al 8%. Cierto, la extensión de los beneficios de desempleo de largo plazo -otra faceta del proyecto de acuerdo- proporciona respaldo para los desempleados de larga data.

Pero no todos los buscadores de empleos califican y, en cierto punto, los miles de trabajadores desalentados tendrán que retornar a la fuerza laboral. Su reingreso elevará la tasa, que actualmente se ubica en 7,7%.

Con una fuerza laboral potencial de cerca de 158 millones, tomaría menos de 600.000 trabajadores desempleados adicionales para llevar la tasa de desempleo a 8%. Un inesperado aumento del desempleo afectaría a los hogares y generaría más incertidumbre en los mercados sobre la política futura de la Reserva Federal.

Los riesgos externos también acechan. Además de un posible colapso de los mercados financieros debido a la continuidad de la crisis de deuda en la eurozona y el estancamiento de Japón, un riesgo para el crecimiento de Estados Unidos podría provenir de dos fuentes externas: una disputa comercial que derive en una guerra generalizada del comercio internacional, o una guerra de divisas o una nueva escalada de los precios de la gasolina debido a tensiones en Medio Oriente.

Siempre hay impactos. Pero la economía de Estados Unidos, aunque ya lleva tres años en recuperación, aún es extremadamente vulnerable a los riesgos negativos. Un obstáculo en la senda económica podría presionar el crecimiento más cerca de 1% que del 2,3% anticipado.

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