La recesión derrumba la producción industrial

«Entre 2003 y 2007 se perdieron 60.000 empleos y desaparecieron 340 empresas, según los datos de un estudio elaborado por la Fundación Ortega y Gasset. Sin embargo, el daño provocado por la actual crisis ha sido mucho mayor. Desde 2007, la industria ha perdido 600.000 empleos (diez veces más que en los anteriores cuatro años) y ha ido perdiendo peso paulatinamente en la economí­a, pasando de representar un 13,1% a un 11,7% del PIB» (CINCO DÍAS)

ABC.- La ercepción de ineficacia del Gobierno se contagia al sistema político en su conjunto y contamina la regla de la alternancia porque la oposición es vista, injustamente, como coprotagonista de la falta de soluciones a la crisis. Este efecto perverso de la gestión del Ejecutivo -sin ideas, sin ofertas- amenaza con separar a los ciudadanos de sus instituciones. La respuesta puede ser la abstención, por lo que la encuesta también es una advertencia al PP para que su estrategia de oposición se diferencie claramente de la imagen obstruccionista que presenta el Gobierno LA GACETA.- Los males de la judicatura tienen esa causa, pero también están en sus manos una buena mayoría de ONG, las cajas de ahorro, las asociaciones de vecinos, las culturales, gran parte de las cámaras de comercio y un acrecido número de colegios profesionales. Politizados se hallan también los sindicatos y las patronales, así como numerosas fundaciones, por no hablar de los medios de comunicación, convertidos por estos pagos en auténticas trincheras desde las cuales los valientes periodistas a sueldo de los partidos disparan sobre sus rivales. Una politización ciega y sectaria que, simplemente, nos ahoga y nos arruina. Economía. Cinco Días La recesión derrumba la producción de la industria a niveles de 1996 Carlos Molina La recesión ha hecho retroceder la producción industrial a niveles de 1996. Desde el inicio de la crisis se han destruido 600.000 empleos y la industria ha perdido casi 1,5 puntos de peso en el PIB (11,7%). Los sectores más exportadores son los mejor situados, según los expertos, para aprovechar la recuperación de mercados exteriores como Francia o Alemania. La pujanza de China, con una mano de obra más barata, y el ingreso de nuevos países en la Unión Europea que también eran más competitivos por precio, produjeron una primera sacudida en la industria española a través de las deslocalizaciones. Entre 2003 y 2007 se perdieron 60.000 empleos y desaparecieron 340 empresas, según los datos de un estudio elaborado por la Fundación Ortega y Gasset. Sin embargo, el daño provocado por la actual crisis ha sido mucho mayor. Desde 2007, la industria ha perdido 600.000 empleos (diez veces más que en los anteriores cuatro años) y ha ido perdiendo peso paulatinamente en la economía, pasando de representar un 13,1% a un 11,7% del PIB. Las empresas, en especial las dedicadas a sectores tradicionales, (textil, cuero, calzado o cuero), dependían en gran medida de la demanda interna y se han visto obligadas a bajar su producción o a cerrar por falta de pedidos. Esto ha llevado la capacidad productiva a mínimos históricos, con un 69% del total en enero de 2010, y la producción industrial a niveles de 1996 en términos monetarios (en torno a 120.000 millones de euros). La pregunta, por lo tanto, parece evidente. ¿Cómo va a afrontar la industria la salida de la recesión? El primer camino parece que tiene que ser la internacionalización, ante la debilidad de la demanda interna, y en esa vía parece que tienen ventaja los sectores más exportadores, como los productores de automóvil, la industria farmacéutica, los fabricantes de bienes de equipo o la industria química. José Luis Castañeda, director general de Sercobe, la patronal de bienes de equipo, prevé que este año será todavía muy difícil para esas compañías, que suponen el 20% de las exportaciones. "Sin embargo, el hecho de estar consolidados en mercados exteriores nos da ventaja a la hora de estar situadas para cuando nuestros grandes mercados como Alemania o Francia empiecen a mejorar", señala. Una ventaja que no pueden disfrutar la mayoría de las empresas industriales. De hecho sólo dos de cada diez vende sus productos en el extranjero, según la encuesta industrial de empresas que elabora el INE. La mayoría de las exportaciones están dirigidas a la los países de la Unión Europea y sólo un 6% de las compañías vende al resto del mundo. Por lo tanto, el 80% de las empresas se limitan al mercado nacional y están condicionadas a la recuperación de la demanda interna, algo que por ahora no parece que se vaya a producir a corto plazo (…) CUATRO SUBSECTORES CLAVES Automoción. España fabricó más de dos millones de vehículos en 2009, lo que supuso la ciframás baja desde 1994. La patronal de fabricantes Anfac prevé que ese nivel, pese a la recesión, se mantendrá este año gracias a la prolongación del plan de ayudas estatales a la compra de vehículos. Luis Valero, presidente de Anfac, vincula la evolución dela producción a la recuperación de los grandes mercados españoles, como Alemania. Bienes de equipo. Rafael Barón, presidente de la patronal de bienes de equipo (Sercobe), asegura que desde junio de 2009 no hay prácticamente demanda y que el trabajo actual es fruto de los pedidos anteriores. "Creemos que ya se ha tocado fondo y que la evolución de este año dependerá de la recuperación de mercados, como Alemania o Francia, y de la evolución de otros como EE UU, Marruecos o Egipto". Textil. El sector textil agoniza ante la guerra de precios de la distribución y la competencia de China o India. En 2009 perdió 40.000 trabajadores y enlos últimos tres la destrucción de empleo se ha elevado a 120.000 personas. Por ello, patronal y sindicatos del sector negocian con los partidos políticos para que se amplíe este año el marco de ayudas aprobadas en 2006 ante la liberalización del comercio. El Ejecutivo ha creado este año una línea ICO para las empresas del sector manufacturero por valor de 50 millones. Farmacéutico. Es la industria más intensiva en I+D, con 4.521 investigadores y unos gastos anuales de 884 millones de euros, lo que supone el 20% del total de la industria. En 2009, la facturación de este sector creció un 8,6% y sus exportaciones llegaron a 8.000 millones (un 5,1% del total). Desde la patronal se ha alertado del impacto que puede tener el recorte de precios de los medicamentos sobre la facturación de las empresas, la creación de empleo o la inversión en I+D. CINCO DÍAS. 2-4-2010 Editorial. ABC Radiografía del pesimismo LA última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revela que la preocupación de los españoles por el paro ha llegado a un nivel histórico, al situarlo el 82,9 por ciento de los encuestados como el mayor problema actual de España. Hace un año, la misma encuesta reflejaba que los españoles que consideraban el desempleo de esta manera alcanzaban el 76,1 por ciento. Pero el dato que más radiografía el pesimismo ciudadano sobre la situación, y que más concierne a Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno, es que en marzo de 2004, cuando aún gobernaba el PP y ya se habían celebrado las elecciones generales, los encuestados que señalaban el paro como el principal problema eran el 51,7 por ciento. Este balance de los dos mandatos socialistas -y aun cuando falten dos años para los próximos comicios generales- pesa como una losa sobre las expectativas a medio plazo, porque si el 76,8 por ciento de los encuestados piensan que la situación económica es hoy mala o muy mala -en marzo de 2004 sólo el 14,3 por ciento tenía esta opinión -, el 37,4 por ciento cree, frente al 21,1 por ciento, que las cosas irán a peor en los próximos meses. Este pesimismo se retroalimenta por la desconfianza en la clase política, tercer problema nacional, según los encuestados, por detrás del paro y la crisis económica. El dato es nefasto para una sociedad que necesita ilusión y liderazgo para afrontar los sacrificios que exigirá la recuperación de la economía. Si el sistema de partidos y el Gobierno no inspiran confianza, es imposible que los ciudadanos vean en el horizonte motivos de optimismo. Y lo peor de todo es que la realidad explica esta actitud sombría de los ciudadanos, a la vista de las nuevas previsiones a la baja del Banco de España sobre la evolución del empleo y el crecimiento económico. La percepción de ineficacia del Gobierno se contagia al sistema político en su conjunto y contamina la regla de la alternancia porque la oposición es vista, injustamente, como coprotagonista de la falta de soluciones a la crisis. Este efecto perverso de la gestión del Ejecutivo -sin ideas, sin ofertas- amenaza con separar a los ciudadanos de sus instituciones. La respuesta puede ser la abstención, por lo que la encuesta también es una advertencia al PP para que su estrategia de oposición se diferencie claramente de la imagen obstruccionista que presenta el Gobierno. El barómetro del CIS retrata a una sociedad que necesita imperiosamente una alternativa política. ABC. 3-4-2010 Opinión. La Gaceta La gran invasión Joaquín Leguina La Transición española (1975-1982) se ocupó de prohijar con mimo a los partidos políticos, hasta entonces prohibidos. El artículo 6 de la Constitución lo dice así: “Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son el instrumento fundamental para la participación política”. A cambio de estas prerrogativas, ese mismo artículo sólo les exige una cosa: “Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”. Exigencia que todos ellos, de consuno, se ha pasado, como se dice castizamente, por el arco del triunfo. Pero no se han quedado en eso. También han usado el poder que los ciudadanos delegamos en ellos a través de las urnas para perpetrar una auténtica invasión sobre la sociedad civil sin que nadie haya osado ponerle coto. Los males de la judicatura tienen esa causa, pero también están en sus manos una buena mayoría de ONG, las cajas de ahorro, las asociaciones de vecinos, las culturales, gran parte de las cámaras de comercio y un acrecido número de colegios profesionales. Politizados se hallan también los sindicatos y las patronales, así como numerosas fundaciones, por no hablar de los medios de comunicación, convertidos por estos pagos en auténticas trincheras desde las cuales los valientes periodistas a sueldo de los partidos disparan sobre sus rivales. Una politización ciega y sectaria que, simplemente, nos ahoga y nos arruina. Porque ésa es otra: el dinero que sale de las arcas públicas con destino a los gastos partidarios es un secreto bien guardado… pero todo el mundo sabe que tiene nueve ceros detrás del primer entero. Sí, de euros. Si los dirigentes pensaran en su futuro y en el nombre de estas asociaciones voluntarias se cortarían un pelo y se retirarían a las labores que les son propias, pero no lo harán, y así llegará el día en que los españoles tendrán que decirles: “Sacad vuestras manos de nuestros bolsillos”. LA GACETA. 2-4-2010

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