La producción industrial cae un 15% en noviembre, el mayor descenso de la historia

El Indice General de Producción Industrial (IPI) descendió un 17,2% en noviembre resecto al mismo mes del año anterior, un 15,1% al descontar los efectos de calendario. Se trata de la séptima caída consecutiva, a cual mayor. Y, el peor síntoma de todos, es l mayor destrucción de tejido productivo desde que comenzaron a recogerse datos en 1993. Casi todas las actividades experimentaron en noviembre descensos en su producción, pero destaca, con una caída del 39,3%, el sector de la automoción. Seguido por la metalurgia (-39,3%), la fabricación de maquinas de oficina y equipos informáticos (-30,8), y la fabricación de muebles y otras industrias manufactureras (-30,1%). El brutal descenso de los índices de producción industrial no es sólo achacable a la crisis internacional. Otros países afectados han sufrido descensos mucho menores: Japón (8.1%), EEUU (2,8%), Italia (6,7%) o Francia (2,4%). La oligarquía española aceptó, como condición de entrada a la UE, el desmantelamiento de la capacidad productiva que competía con los monopolios europeos. Entregando sectores estratégicos como el automóvil al capital extranjero. Así, mientras los sectores que la oligarquía se había reservado (banca, telecomunicaciones, energía, construcción) han crecido exponencialmente, el conjunto de la economía del país se ha transformado en un solar. Durante años, la actividad ha sido mantenida por el tirón de la construcción, o la producción automovilística, que alimentaban a un sin fin de empresas auxiliares. Una vez ha estallado el crack inmobiliario, y después de que los monopolios extranjeros estén reduciendo drásticamente la producción de automóviles en España (convertida en taller subsidiario y por ello sus factorías condenadas a ser las primeras en desaparecer o limitar su actividad), la grave situación de la economía productiva en España ha salido a la superficie.