La crisis golpea Reino Unido, que alcanza los 2 millones de parados

La pérfida crisis de Albión

El Reino Unido ha alcanzado los dos millones de parados, según revela el informe de la Oficina Nacional de Estadí­sticas, del paí­s. Se trata de la cifra más alta (un 6,5% de la población activa británica) desde 1997, año en el que los laboristas alcanzaron Downing Street. La situación del paro agrava más la delicada situación a la que se enfrentan los trabajadores británicos, alto nivel de endeudamiento de muchos hogares.

El índice de desemleo se colocó en un 6,5%, aumenta medio punto con respecto al trimestre anterior y un 1,3% respecto al año pasado. Desde enero a febrero, 138.400 personas han ido a la calle, el mayor incremento desde 1971. Los datos hacen referencia tanto a los trabajadores con subsidio de desempleo como a los que no lo tienen. Estas malas noticias coinciden con una información publicada el miércoles por varios diarios británicos, según la cual el Fondo Monetario Internacional (FMI) se apresta a rebajar su previsión de crecimiento para Gran Bretaña. Gran Bretaña cuenta con una predicción de contracción del 3,8 por ciento del Producto Interno Bruto en 2009 y del 0,2 por ciento en 2010 (frente a -2,8 por ciento y +0,2 por ciento pronosticados a fines de enero). De confirmarse estos pronósticos, Reino Unido sería una de las economías desarrolladas que más sufre la crisis. El Banco de Inglaterra en su informe trimestral ha advertido que Gran Bretaña corre el peligro de hundirse en una grave depresión económica agravada por el alto nivel de endeudamiento de muchos hogares. La deuda privada de los ciudadanos del Reino Unido alcanza actualmente la suma astronómica de 1,46 billones de libras (1,60 billones de euros), es decir más que el producto interior bruto (PIB) anual. El endeudamiento privado ha crecido un 165 por ciento desde 1997, año en el que los laboristas llegaron al poder, de forma que cada familia debe actualmente una media de 60.000 libras (66.000 euros). Los consumidores se ven además perjudicados por los elevados intereses que cobran los bancos por sus préstamos. Aunque el porcentaje de desempleo está alejado de los datos de otras economías (en España son del 15%), y la actuación del laborismo se afana en acolchar y mitigar los peores efectos para los trabajadores, en Reino Unido –como en el resto de Europa- se están creando las condiciones para el estallido de una crisis social de consecuencias imprevisibles.

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