Cargando...Días después de que las tropas norteamericanas comenzaran su plan de retirada de Irak, el vicepresidente norteamericano, Joe Biden viajó al país para pedir a sus funcionarios un claro respaldo al gobierno iraquí, ante grave ola de violencia que cuestiona el repligue, que finalizará para finales de 2011 o principios de 2012.
"Nuestros dilomáticos y civiles van (ahora) a concentrar sus esfuerzos en ayudar a los iraquíes a hacer lo más posible para llegar a un compromiso político que abra el camino hacia la paz y la seguridad y permita construir un Gobierno capaz de garantizar la seguridad y ofrecer los servicios a los cuales los iraquíes tienen derecho", dijo Biden a sus tropas, y subrayó además "ustedes saben mejor que yo que todavía queda por hacer un trabajo enorme y difícil, pero gracias a ustedes, los iraquíes empiezan a dirigir su destino”. Que oportuno recordara ahora que Joe Biden, un patricio del Partido Demócrata del más auténtico stablishment norteamericano… apoyó la invasión de Irak en su momento.¿Los iraquíes libres de decidir su destino?. Claro, a eso se han dedicado los EEUU desde 2003. Y para asegurarse que su huella de “Libertad Duradera” perdura por largas décadas, se han dedicado a montar un Estado intervenido hasta la médula, con una policía, un ejército y unos servicios secretos vinculados de forma directa a los centros de decisión de la superpotencia. EEUU tiene en todo el mundo “democracias tuteladas” y Estados intervenidos, con un mayor o menor grado de “soberanía limitada”. Pero ¿que grado de soberanía podemos esperar en Irak? ¿Qué grado de independencia podemos esperar de un personaje como Al-Maliki?¿Los iraquíes libres de decidir su destino? ¿Después de cientos de miles de muertos? ¿Después de una guerra genocida y un infierno de violencia sectaria?. La propaganda de la nueva administración norteamericana, con sus democráticas formas y sus amables modos puede ser un narcótico potente, pero dar la mínima credibilidad a semejante majadería sólo podría mover a la risa si no fuera algo trágico. Una patraña que descansa sobre un pantano ensangrentado entre el Tigris y el Eúfrates.