«La palabra que me sale es esperanza. Se va a abrir paso la justicia social en Chile, sin duda alguna»

La victoria de Gabriel Boric en las elecciones del pasado 19 de diciembre no sólo ha llenado de alegría a millones de habitantes de Chile, sino a gran parte de la diáspora chilena, esparcida por los cinco continentes. El candidato de la izquierda, que ha conquistado la presidencia con el 55,87% de los votos, ha arrasado con mayor contundencia aún en los votos desde el extranjero, logrando un 71% de los votos en las 65 embajadas y consulados de Chile por todo el mundo.

Hablamos de la nueva situación política que se abre en su país con José Luis Piña Videla, un chileno ligado a la Casa de Chile en Valencia que lleva muchos años residiendo en España.

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¿Cómo valoras la victoria electoral de Gabriel Boric y de Apruebo Dignidad?

¿Que cómo lo valoro? Lo encuentro mágico. Me parece increíble, valiente. Son muchos los sentimientos que me afloran. La palabra que me sale es esperanza. Se va a abrir paso la justicia social en Chile, sin duda alguna.

La juventud se hizo presente. Boric viene de ser un dirigente de la lucha estudiantil, es un representante de esa generación que es la que más se ha movido en los últimos años, que más valentía ha derrochado. Esos jóvenes que rompieron el espejismo de las declaraciones del presidente de la derecha, de Sebastián Piñera, cuando dijo que Chile era un «oasis de estabilidad», esa generación que salió a las calles cuando subieron el precio del ‘Subte’ (el metro) a 30 pesos, provocando el estallido social.

Entonces, fruto de esa lucha hemos logrado tener al presidente más joven de la historia de Chile, una persona que viene de la lucha, de los movimientos sociales, y que conoce muy bien las necesidades reales de la gente. Representa a la gran mayoría de chilenos, me atrevo a decir que a muchos más de los que le han votado, que son muchos. Estoy seguro que mucha gente que votó a Kast lo hizo arrastrada por el miedo, por la propaganda demagógica que no paran de lanzar sobre que si en Chile gana la izquierda vamos a acabar siendo «Chilezuela» o «CubaChile». La derecha ya orquestó esa propaganda cuando ganó Ricardo Lagos (Partido Socialista de Chile) en 2000, conque imagínate lo que han vertido ahora. Pero esta vez no funcionó el miedo, porque ha habido una movilización electoral como no la hemos visto en Chile nunca.

Es que es mágico, todavía no acabo de creer que voy a poder verlo. Para mí era increíble ver este triunfo. Yo creo en la juventud, yo creo en estos ‘cabros’ [chilenismo que quiere decir “chaval»] que han conseguido tantas cosas. Así que estoy feliz, muy feliz.

Esta victoria electoral de Boric se da el mismo año en el que se ha sepultado la Constitución de Pinochet, se ha votado una Convención constituyente donde la izquierda y los independientes tienen mayoría para redactar una nueva Carta Magna, y donde se ha aprobado el matrimonio igualitario. Y se produce tras varios años de intensas y masivas movilizaciones populares. ¿Qué ha pasado para que Chile se agite de esta manera? ¿Cuáles son las causas de esta explosión de lucha popular?

Este estallido de lucha comenzó por los jóvenes, por los estudiantes. Por ahí comenzó este nuevo despertar de Chile, la gente se dio cuenta de que no estaba bien cómo vivíamos. No es normal que comprásemos comida con tarjeta de crédito, endeudándonos tres meses. No es normal que la gente haga colas y colas esperando para un servicio público y que se muera esperando. No es normal que en cada farmacia, los medicamentos tengan un coste diferente, o que los productos básicos sean más baratos en Europa que en Chile. La Constitución de Pinochet creo que hizo de Chile un experimento social del neoliberalismo.

«La Constitución de Pinochet hizo de Chile un experimento social del neoliberalismo. Hasta que la lucha de los ‘cabros’ [jóvenes] nos despertó»

Los chilenos nos habíamos acostumbrado a normalizar esas barbaridades, esas carencias. Los que hemos podido viajar nos hemos podido dar cuenta, por contraste, de todo eso, y contemplar que es posible tener sanidad o educación pública, gratuita, universal y de calidad. En España hay que defenderlo, pero lo tenemos. En Chile defender eso hace unos años era visto como radical, como extremista.

Y entonces llegó la lucha de los jóvenes, que han sido los grandes forjadores de todo este cambio tan tremendo. Ahora tenemos la posibilidad de hacer una nueva Constitución que satisfaga las aspiraciones de muchos sectores populares.

Chile es una de las economías más prósperas de América Latina, pero detrás de sus índices macroeconómicos hay una explotación feroz sobre el 90% de su población y un abismo social realmente aberrante, donde casi todo está privatizado. ¿Qué propone Boric para desmontar, en todo o en parte, este modelo de capitalismo ultradepredador?

Por ejemplo, una sanidad y una educación pública, gratuita y de calidad, o un sistema de pensiones digno. Estas tres cosas son vitales. En su campaña electoral o en su primer discurso ya como presidente electo de la República, él se comprometió a eso, a que esos avances estén en la Constitución. Lo va a defender, sin duda alguna.

O los impuestos. Boric va a subir los impuestos a las grandes fortunas y a las grandes empresas de Chile. Esto es lo justo, que el que más tiene, más aporte para tener un país sustentable. Se trata de una sociedad menos egoísta, más equitativa, más próspera, más llena de oportunidades reales para todos por igual. No se trata de que nadie se pueda enriquecer, sino de que no se haga a costa de los trabajadores. Vamos a ser un ejemplo mundial, mira lo que te digo. Los sueños de Salvador Allende se van a cumplir.

Mucho se ha hablado -y no es para menos- del carácter ultrarreaccionario y pinochetista de Kast, pero en España no ha llamado tanto la atención que en medio de la campaña, cuando debería estar convenciendo a sus votantes, se fuera a hacer una gira por EEUU. ¿Cuáles son los vínculos de la derecha, la extrema derecha y la oligarquía financiera chilena con los EEUU?

Desde luego el vínculo de EEUU con la extrema derecha de Chile es muy fuerte. Washington siempre ha querido meter su mano negra en los asuntos de América Latina, y Chile no es ninguna excepción, al contrario. Estados Unidos fue el gran causante del Golpe de Estado contra Salvador Allende y de la dictadura de Pinochet, y también de que en Chile hayan querido que esa figura se olvide. En cualquier parte del mundo -también en Chile, y desde luego en España- hay calles, avenidas, parques, museos, colegios e institutos bautizados con el nombre de Salvador Allende. El programa y la figura de Salvador Allende está inmortalizada y su labor social está reconocida mundialmente, a pesar del Golpe de Estado y todo lo que se ha hecho para borrar su legado, su memoria y su nombre.

“Washington siempre ha querido meter su mano negra en los asuntos de América Latina, y Chile no es ninguna excepción, al contrario”

Y como mencionas, no esconden ese vínculo. Lamentablemente en Chile hay un sector de la población muy ignorante y que es blanco fácil de la desinformación y de las campañas del miedo de la ultraderecha. Lo que te contaba antes de «Chilezuela» o la comparación con Cuba. Afortunadamente la lucha de los jóvenes está haciendo cambiar de opinión a muchos de sus padres y abuelos.

El triunfo de la izquierda en Chile tiene lugar pocas semanas después de la victoria de Xiomara Castro en Honduras, o meses después de que el izquierdista Pedro Castillo ganara a otra ultra, Keiko Fujimori, en las elecciones peruanas. ¿Estamos ante un momento de avance de la lucha popular, y de giro a la izquierda en el Continente?

Sin duda alguna. Eso se visualiza, eso se da, eso se siente. Hay un despertar en todo el continente y creo que es algo tan patente que se ve hasta aquí en Europa. Y eso tiene que ir a más, porque ahora la gente está dando más importancia a la política, en Chile y en toda América Latina. Y tiene que pasar en Europa también.