A principios de abril, la norteamericana Blackstone, primer fondo de inversión mundial, se hacen con la propiedad de 40.000 inmuebles, en su mayoría viviendas hasta ahora propiedad de la rescatada CatalunyaCaixa (ahora Cataunya Banc) que concedió las hipotecas. Mientras que para los hipotecados y los desahuciados el valor total de los inmuebles era de 6.500 millones de euros, para el gran capital norteamericano apenas han sido 3.800 millones, casi un 50% menos, que es el precio total de la venta, contando para ello con el respaldo vergonzoso e infame del gobierno, el «banco malo» de los activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb), el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria(FROB) y la Generalitat de Catalunya.
A la puja también acudieron Oaktree, Apollo, Cerberus, Lone Star, Goldman Sachs y el conocido magnate financiero, disfrazado de filántropo, George Soros. Todos ellos campan a sus anchas por el territorio español, aprovechando sustanciosas oportunidades, gracias al dinero fresco que les proporcionan las inyecciones masivas de dólares que hace la Reserva Federal en el sistema financiero norteamericano.
Son 40.000 viviendas que a los españoles nos costó trabajo levantar; nos cuesta trabajo, sudor y sangre poder comprarlas y aún nos cuestan muchas lágrimas y sufrimientos no poder pagarlas; y que el gobierno ha servido en bandeja de plata y a precio de ganga a estos fondos buitres. Es un paso más en el saqueo sobre la población y la venta de la riqueza de nuestro país.
A partir de ahora los hipotecados y los desahuciados tendrán que tratar con el fondo de inversión que pretende rentabilizar lo más rápidamente posible la compra por tres caminos. Uno, cobrando mes a mes los sustanciosos beneficios de las hipotecas que en su mayoría los ciudadanos siguen pagando. Dos, vendiendo los pisos vacíos, muchos de ellos provenientes de desahucios. Y tres, utilizándolos como garantía para la emisión de deuda en forma de bonos de dos categorías. Bonos “senior”, avalados por los de mayor calidad, y bonos “junior”, de dudoso cobro pero que estarán garantizados por el FROB, es decir por el Estado español, es decir con nuestro dinero. En definitiva especulando inevitablemente de nuevo, para duplicar o triplicar lo que se les ha entregado como dicen por ahí “a precio de gallina robada”.«A Blackstone se le ha entregado una cartera de créditos hipotecarios valorada en 6.500 millones de euros por la mitad, 3.800 millones, con el respaldo vergonzoso e infame del gobierno, el FROB y la Generalitat»
Todo nuestro apoyo para la PAH. ¡Sí se puede!
Desde que se inició la venta de los préstamos hipotecarios, sin información previa ni posterior a las personas que firmaron las hipotecas, están bloqueadas las negociaciones en las que cientos de familias han quedado atrapadas y sin posibilidad de seguir las negociaciones que tenían abiertas con CatalunyaCaixa para alcanzar acuerdos razonables.
Blackstone no sólo ha bloqueado estas negociaciones, sino que se ha negado a reunirse con la PAH. Pero desde la plataforma se insiste en que la guerra contra Blackstone no ha hecho más que empezar. “Desde la PAH estamos decididas a conseguir que Blackstone cancele la venta de Catalunya Banc o dé soluciones inmediatas a los casos de los cientos de personas afectadas. No pararemos hasta que Blackstone aparte sus garras de nuestros hogares”.
Tenemos que impulsar y extender el apoyo a la PAH no sólo porque que van a luchar contra los desahucios, sino también porque se oponen radicalmente a que esas 40.000 viviendas acaben en manos del gran capital yanqui. Y también porque exigen que, ya que CatalunyaCaixa fue rescatada por todos nosotros con 14.000 millones de euros, ahora estas viviendas sean de utilidad social y estén a disposición de nuestro pueblo.