Cargando...
¿Cuál es la situación y los principales problemas a que se enfrentan los diferentes sectores económicos y sociales de Andalucía ante las próximas elecciones autonómicas? ¿Cuáles las principales reivindicaciones de las diferentes organizaciones sectoriales? ¿Qué ejes fundamentales y medidas concretas debe recoger un programa para dar soluciones de verdad que nos permitan salir de la crisis en beneficio de la mayoría? En la entrevista al secretario provincial de Almería de Frutas y Hortalizas de la COAG (Coordinadora de Oraganizaciones Agrícolas y Ganaderas), Andrés Góngora, encontramos no sólo respuestas a bastantes de estas preguntas, sino además extraer valiosas conclusiones de lo que debería ser un programa para el campo andaluz.
¿Cómo calificaría la situación, en general, de su sector?El sector se encuentra sumido en una crisis estructural de precios, sobre todo, en estas dos últimas campañas. Esta situación durante tanto tiempo lo que ha generado es un sobreendeudamiento en las explotaciones tanto con entidades financieras como con proveedores, y está poniendo en muchas dificultades a miles de productores y familias. Por ejemplo, en 2011, los agricultores andaluces pidieron préstamos por valor de 22.436 millones de euros mientras que la renta agraria se quedó en 22.181 millones de euros.«Al final lo que se ha hecho ha sido vender por debajo de los costes de producción»…
¿Dentro de un año, esta situación mejorará, empeorará o seguirá igual?Todo va a depender de una serie de factores que van a ser muy determinantes. El 70% de nuestra producción en Andalucía de frutas y hortalizas se destina al mercado comunitario, principalmente, al mercado alemán, holandés, Reino Unido y Francia con lo cual dependemos mucho de la economía que se dé en estos países… No hay datos que ahora mismo nos hagan ser realmente optimistas; es difícil que en la situación de mercado actual, sin mecanismos de regulación ni normas y donde estamos en manos de la gran distribución. Es complicado que la gran distribución cambie y no continúe realizando pactos de precios a la baja.
Si tuviera usted que hacer un ranking, ¿cuál cree que es el principal problema al que se enfrenta actualmente su sector?Habitualmente le han abordado innumerables problemas a lo largo de estos últimos años pero la crisis económica lo ha simplificado todo a uno: el problema de rentabilidad en las explotaciones debido a los bajos precios…
¿Cuál diría usted que es la principal demanda que tiene su sector, y que dos medidas debería tomar el próximo gobierno andaluz para solucionarla?(…) Creemos que es fundamental que Andalucía se posicione fuertemente dentro del Consejo estatal, creemos firmemente en las políticas de estado y es difícil dar la batalla en Bruselas desde una comunidad autónoma pero sí que hay que marcarle el ritmo al Ministerio… para que los posicionamientos y planteamientos de Andalucía se acaben priorizando en la defensa española en Bruselas. Por este motivo, también es fundamental la alianza de nuestra comunidad con otras de alta renta agraria.
¿Y la segunda y la tercera? ¿Qué medidas serían necesarias en su opinión?Otras peticiones que el sector le hace al Gobierno andaluz son los temas más relacionados con la propia política agraria andaluza. Hay que hacer ver a la población andaluza que la agricultura y el medio ambiente no pueden entrar en contradicción sino que tienen que ser complementarias. Por otro lado, la Consejería de Agricultura tiene que atender y escuchar más las demandas del sector y asumir como propias dichas demandas…
¿Diría usted que las medidas de control del déficit y austeridad impuestas por la Unión Europea afectan de forma positiva o negativa a su actividad económica?Nosotros producimos productos agroalimentarios que van destinados a los consumidores. «Las políticas de contención del déficit en muchos casos reducen la capacidad de adquirir productos básicos, sobre todo, a los ciudadanos de rentas más básicas o humilde»s, y las frutas y hortalizas son unos productos que deben estar dentro de cualquier dieta básica. Por eso, con la actual crisis se están notando que estos productos se caen de la cesta de la compra.
Y la política europea en general, ¿cree que es buena o mala para su sector?La PAC es rechazada enérgicamente por COAG en todos sus aspectos. Las políticas de ayudas contradicen el concepto fundamental de ayudar a producir y se fomenta el desmantelamiento y para los sectores que nunca han gozado de estas ayudas, como puede ser el sector de frutas y hortalizas, la PAC nos ha abandonado a la suerte de un mercado desregulado y abierto a las importaciones de terceros países. No existe una política agraria real en Europa ya que lo correcto sería que los productores recibiéramos unos precios justos por nuestros productos…¿Cómo calificaría la situación, en general, de Andalucía?Estamos en un momento muy difícil económicamente; creemos que Andalucía tiene que tener futuro y un futuro basado en el sector agroalimentario. La recuperación o la salida de la crisis…, pasa necesariamente por explotar los recursos que tenemos y el recurso que tiene Andalucía como fuente natural de riqueza es la agricultura y la agroindustria. ¿Y cómo calificaría la situación de su provincia en particular?Lo ocurrido en Almería no es fruto de un milagro, sino del trabajo y sacrificio de miles y miles de personas, de varias generaciones, trabajando en todos los modelos de agricultura basados en la explotación familiar y pequeñas explotaciones de mucha gente de Almería y otras personas que venían de fuera de Almería a instalarse en la provincia en base al autoempleo y la pequeña explotación. Desgraciadamente eso que era una actividad rentable, sobre todo por lo altamente sacrificada que era, en los últimos tiempos por culpa de las crisis de precios y porque al final esa apertura que tuvimos a los mercados comunitarios ha acabado convirtiéndose en la dependencia de las cadenas de distribución europeas que están presionando con precios a la baja y están endeudando al sector. El modelo, sin querer ser catastrofistas, está pasando por su peor momento desde que montó.En concreto, para mejorar la situación económica y social de su provincia, ¿qué tres medidas cree que habría que tomar?Nosotros defendemos un modelo de economía social, por tanto para que un modelo de economía social se mantenga hay que hablar del valor del trabajo de las personas. Para eso sería necesario unos precios que cubran los costes de producción, por ejemplo, a través de unos contratos tipo obligatorios con unos precios previos establecidos, necesitamos la regulación de los mercados extracomunitarios y necesitamos el proceso de modernización de esta agricultura ya que hay explotaciones que necesitan mejoras…
Recientemente, PSOE y PP han reformado la Constitución para poner un techo de gasto público. ¿Cree que en asuntos de tanta importancia se debería dar la palabra a los ciudadanos?Nuestra Organización de base participativa como es la COAG, opinamos que se debería de haber dado la posibilidad de opinar a la ciudadanía.
Un programa para el campo andaluz
–Acabar con la dependencia de unos pocos mercados. Frente a que el 70% de la producción agrícola andaluza siga dependiendo de unos pocos mercados comunitarios, desarrollar una política de diversificación y ampliación a nuevos mercados.-Acabar con la dependencia de las grandes cadenas de distribución europeas, que ejercen un control monopolista e imponen a los agricultores precios monopolistas por debajo de los costes de producción.-Por una PAC (Política Agraria Común) que “ayude a producir”.Rechazo de la nueve reforma de la PAC en marcha. Ayudas vinculadas a la producción y no a la PAC que subvenciona el desmantelamiento de sectores.-Precios justos que permitan mantener las explotaciones. Tanto porque las ayudas de la PAC estén vinculadas a la producción, como porque haya una legislación que los regule, por ejemplo estableciendo los contratos en origen que impidan precios por debajo de los costes de producción.-Salida a la crisis vinculada al desarrollo de la economía productiva y los recursos propios. Disponer los recursos financieros necesarios para impulsar la modernización de la agricultura y ganadería y dar un salto en el desarrollo de la industria agroalimentaria.