El castigo cuenta con la unanimidad del Consejo de Seguridad

La ONU impone a Corea del Norte severas sanciones

La situación se recalienta en la pení­nsula coreana. El Consejo de Seguridad de la ONU -con el aserto esta vez de China y Rusia, protectores hasta ahora de Pyongyang- ha aprobado por unanimidad la categorí­a más severa de sanciones contra Corea del Norte como castigo por las pruebas balí­sticas de principios de mayo. El régimen norcoreano ha respondido altivamente: seguirán enriqueciendo uranio y que utilizará el plutonio que almacena como arma nuclear.

Hasta ahora China y Rusia se habían resistido a endurecer las sanciones contra Pyongyang, ero el órdago lanzado por Corea del Norte hace unas semanas, al lanzar un misil que cruzó los cielos de Japón, causó tal alarma e ira en la comunidad internacional –en especial en Seúl, Tokio y Washington- que ha obligado a Pekín y Moscú a aprobar esta dura reprimenda. Las sanciones permiten a los a los países miembros de la ONU inspeccionar la carga de cualquier barco que entre o salga de los puertos norcoreanos y cualquier cargamento que se envíe a Corea del Norte por aire, tierra y mar, con la autorización de destruir cualquier producto que viole las sanciones. También incluye la prohibición de toda venta de armamento –a excepción de armas ligeras- y la congelación de gran parte de los fondos de Corea del Norte en el exterior.La resolución del Consejo de Seguridad aprobada ayer, en términos muy duros y enérgicos, exige a Corea del Norte a “retractarse inmediatamente de su anuncio de abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear" , condena tajantemente las pruebas nucleares realizadas por Pyongyang hasta la fecha y obliga "al abandono de todas las armas nucleares, así como de los programas nucleares de una forma completa, verificable e irreversible".Aunque la diplomacia japonesa y surcoreana llevaba varias semanas buscando la aprobación de estas medidas, ha sido el Departamento de Estado norteamericano el que ha levantado el consenso internacional para imponerlas. La embajadora estadounidense en la ONU, Susan Rice afirmó que estas sanciones son el precio que Pyongyang ha de pagar por su “inaceptable comportamiento” y que el régimen de Kim-Jong-Il no tiene otra alternativa que "regresar sin condiciones a la mesa de conversaciones". "En interés de todos deseamos que Corea del Norte escoja el camino de la diplomacia al de la confrontación", ha declarado también el responsable de Washington para asuntos norcoreanos, Stephen Bosworth, asegurando a Pyongyang que si actúa de buena fe, Estados Unidos está dispuesto a crear las condiciones para una negociación.Pero parece que el régimen norcoreano, fiel a su estilo, no tiene intención ninguna de doblegarse ante las imposiciones de la ONU, a las que ha calificado como “acto de guerra” y ha anunciado que va a comenzar a enriquecer uranio –cosa que hace meses negaba poder hacer- y que utilizará el plutonio que almacena como arma nuclear.

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