Timor Oriental

La ONU denuncia la situación en Timor Oriental

Más de 2 mil cuerpos de seguridad extranjeros continúan en el paí­s, la mayorí­a procedentes de Australia, Nueva Zelanda y Portugal, la antigua metrópoli.

La situación de «anarquí­a» en que se encuentra Timor Oriental odrí­a desembocar en la reedición de los disturbios que dividieron el paí­s en dos y causaron 30 muertos y miles de desplazados en 2006, según un informe confidencial de la ONU publicado por un diario australiano.En el estudio se pide que las fuerzas de paz internacionales continúen en el paí­s, pese a la presión del Gobierno, para evitar el caos en la nación, acuciada por una Policí­a «disfuncional», un poder polí­tico dividido, «funestos» problemas sociales y una economí­a en «caí­da libre», según «The Australian». «Siguen existiendo tremendas ausencias, incluyendo débil liderazgo y control de mando, falta de capacitación, de logí­stica y de mantenimiento», añade el informe, «muy crí­tico» con la situación del paí­s, nueve años después del final de la ocupación Indonesia y seis después de la independencia. En febrero pasado, el presidente, Jose Ramos Horta, sufrió un intento de asesinato y tuvo que recibir tratamiento médico en Australia, mientras que el primer ministro, Xanana Gusmao, escapó ileso de otro ataque perpetrado el mismo dí­a. Ramos-Horta, premio Nobel de la Paz 1996, fue elegido presidente de Timor Oriental tras haber sido primer ministro y encarna la resistencia de esta paupérrima ex colonia portuguesa ocupada por Indonesia durante 25 años (1975-99).Más de 2 mil cuerpos de seguridad extranjeros continúan en el paí­s, la mayorí­a procedentes de Australia, Nueva Zelanda y Portugal, la antigua metrópoli. Timor Oriental alcanzó la independencia el 20 de mayo de 2002 como una de las naciones más pobres del mundo, tras 24 años de ocupación Indonesia y una violenta transición que dejó la nación en ruinas, en 1999.Después de una ola de profunda desestabilización, de abril a junio de 2006, policí­as y soldados extranjeros, en parte bajo el mandato de la ONU, están a cargo de la seguridad en Timor Oriental.Pese a tener una población de menos de un millón de habitantes y una superficie también pequeña, Timor Oriental ha sido escenario de complejas tensiones internacionales y de una sangrienta lucha por la independencia durante 30 años.Es uno de los paí­ses más pobres del mundo pero tiene reservas de petróleo y gas que podrí­an impulsar su endeudada economí­a. Está situado en un territorio estratégico que perteneció a Indonesia, la potencia que le dominó durante siglos tras la salida de los portugueses.Ahora Yakarta está intentando mejorar lazos comerciales y polí­ticos con Dili desde la independencia, seguida de Australia, su otro poderoso vecino.

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