Consenso en la ONU sobre Corea

La ONU aprueba sanciones contra Corea del Norte

La resolución contempla la prohibición de las exportaciones de armas desde Pyonyang y la mayorí­a de las importaciones de armamento que realiza el paí­s comunista. Da luz verde a los paí­ses miembros de la ONU a inspeccionar la carga que se enví­a a Corea del Norte por aire, tierra y mar, con la autorización de destruir cualquier producto que viole las sanciones.

Tanto China como Rusia, que en el asado se han mostrado renuentes a respaldar medidas sancionadoras contra Corea del norte, en esta oportunidad sí­ apoyaron el texto redactado por Estados Unidos, que a partir de ahora es vinculante bajo las leyes internacionales.La resolución condena «en los términos más enérgicos» el ensayo nuclear llevado a cabo por Pyonyang el 25 de mayo y decide que Corea del Norte «debe suspender todas las actividades relacionadas al programa de misiles y en este contexto restablecer los compromisos ya existentes sobre la moratoria de lanzamientos de misiles.Rusia que ha amenazado con derribar cualquier prueva de misil que sobrevuele territorio ruso en un editorial del rotativo Izvestia afirmaba «es notable que la guerra no es ni puede ser la meta que persiguen los lí­deres de la RPDC. Al parecer, como conocedores de los medios de subsistencia, no quieren ser suicidas. Están conscientes de que encender una guerra es arriesgar el todo por el todo. No quieren ser los primeros en desatar la guerra». «¿Porqué los lí­deres de Corea del Norte necesitan armas nucleares? Algunos de Pyongyang dijeron que tras conocer los destinos de Yogoslavia e Irak, ya no hay nadie que pueda comprobar la inutilidad de estas armas para los coreanos. Los estadounidenses no atacan a los paí­ses nucleares. Hace años, los lí­deres coreanos estaban dispuestos a dejar su plan nuclear a cambio del diálogo directo con EEUU, la garantí­a de la seguridad y la ayuda económica de los paí­ses participantes de las negociaciones a seis bandas. Sin embargo, los estadounidenses no han ido al diálogo y los japoneses tampoco han cumplido sus compromisos. Por su parte, el actual presidente surcoreano Lee Myung-bak ha declarado aplicar una polí­tica dura hacia Pyongyang. Por eso, Corea del Norte cree que no vale la pena hacer una concesión para suspender el plan nuclear por su propia iniciativa. La actual prueba nuclear constituye un medio de chantaje con el fin de restaurar las negociaciones especialmente las con los EEUU, en vez de hacer bien los preparativos para el ataque» terminaba el articulo.De momento EE UU parece optar por la estrategia de el palo y la zanahoria, Primero fueron las sanciones, después la advertencia verbal de la ONU y ayer llegaron los aviones cazas de Washington. Alimentando al clima de tensión en el sudeste asiático, Estados Unidos envió una docena de F-22 Raptors a su base aérea de Kadena en Japón. El Departamento de Defensa norteamericano no quiso vincular el movimiento militar con la escalada de la tensión en la zona. Sin embargo, el traslado sucedió apenas horas después de que el secretario de Defensa de Barack Obama, Robert Gates, asegurara que su paí­s responderá rápidamente si Pyongyang se convierte en una amenaza para Estados Unidos o para sus aliados en la región, Corea del Sur y Japón.El movimiento de aviones, submarinos o batallones del Ejército es una de las técnicas de disuasión que Estados Unidos suele usar cuando un conflicto comienza a escalar demasiado. El año pasado lo utilizó con Irán, cuando el gobierno saliente de George Bush hijo entró en un enfrentamiento verbal con Irán, que hizo a más de un analista pronosticar un posible conflicto bélico. Para mediados de año, Washington habí­a instalado dos portaaviones con más de 17 mil militares y decenas de aviones de última tecnologí­a a bordo, frente a las costas iraní­es. El cruce diplomático continuó por un tiempo, pero de a poco la tensión fue bajando. El músculo del Pentágono, aun en tiempos de crisis, es imbatible.. La incógnita a desvelar en los próximos dí­as es la respuesta de Washington y a donde puede conducir esta escalada en el conflicto. Es obvio que la solución militar esta descartada. Si la administración Obama cede y promete concesiones estarí­a dando señales de debilidad ante el órdago Coreano, pero una posición de excesiva fuerza le conllevarí­a a echar demasiada leña al fuego. El problema que le surge a la administración norteamericana es que la exigida posición de fuerza que solicita su fiel aliado en la zona, Japón, sin contar con la connivencia de China no es posible. Ante la situación internacional, la solución está evidentemente ligada con la necesidad, en la actual coyuntura de crisis global y de búsqueda de un estrechamiento de las relaciones estratégicas con China, principal acreedor de EE UU. Washington sabe que en gran medida la solución no puede ser unilateral, debe contar con el consenso de China, no solo respecto a Corea del Norte, sino a la reorganización de la correlación de fuerzas en Corea del Sur, Japón y Taiwan.

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