SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

La ofensiva de otoño

En 35 años de democracia nunca conoció España nada como la presente ofensiva popular, institucional, intelectual, sindical, social, cultural… como la que se desarrolla en sentido ascendente desde la vuelta del verano. El plante de los rectores de universidad y de los jueces, fiscales y abogados de las últimas 48 horas figura entre las pruebas más elocuentes de lo que digo. El lector se habrá percatado de que poco a poco van entrando en la protesta sectores hasta ahora más bien caracterizados por su conservadurismo e incluso por su cercanía al PP. Quiere todo ello decir que se van derrumbando, si no se han derrumbado ya, todos los soportes del partido del Gobierno e incluso se observan defecciones declaradas o no de personas del propio partido. Si a todo esto se añaden los persistentes sondeos de opinión, habría que llegar a la conclusión de que esto no va a durar mucho. Me refiero a la actual fórmula de poder en España e insisto en que ese proceso solo se contiene o retrasa por culpa de la debilidad del PSOE. Pero esa contención tampoco puede ser muy duradera.

Ver a los grandes responsables de la justicia desautorizando los planes y decisiones del ministro del ramo, Alberto Ruiz-Gallardón, es una experiencia nueva y un síntoma alentador, que significa que la protesta no es exclusiva de las clases desfavorecidas, sino que se extiende a las capas que pueden considerarse dentro del universo privilegiado de la sociedad española. Exactamente lo mismo puede decirse de la reacción unánime de las autoridades universitarias contra los disparatados y descabellados planes del ministro José Ignacio Wert, que cuenta también con la oposición radical de Cataluña frente a sus intenciones depredadoras de la lengua y cultura de la comunidad regida por Artur Mas, quien recupera muchas simpatías perdidas, por el conocido efecto solidario en apoyo de los más ofendidos. Y lances como el del expresidente de la CEOE y el más reciente del diputado Santiago Cervera vienen a colmar el vaso de la paciencia de los más y de los menos desfavorecidos por la fortuna.

¿Hasta cuándo?

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