SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

La nueva farsa de la banca

Una nueva pantomima está a punto de perpetrarse por parte de aquellos que tratan de mantener sus privilegios a costa de los sacrificios de los demás. No se trata de la última, pero ya son demasiadas. Por culpa de ellos, y nuestra permisividad, la recesión dura ya más de seis años. Son los mismos que han secuestrado las sociedades democráticas, aquellos que impiden que éstas se transformen definitivamente en sociedades abiertas, donde se devuelva la dignidad, la voz y la capacidad de decisión a la ciudadanía.

Nos referimos a la parodia que van a montar el Banco Central Europeo y el resto de supervisores nacionales de cara a analizar la solvencia bancaria. Estos supervisores, reguladores o lo que en realidad sean, se sientan con las entidades financieras y de ese totum revolutum montan un auténtico conchabe. Directamente acuerdan cómo hay que hacerles los test de estrés o pruebas de resistencia para que la foto salga decentilla, que tampoco den una impresión de sobrados, no vayamos a mosquear al personal. Pero además les exigen un poco de sangre, no mucha la verdad. ¡Pónganse de acuerdo y elijan la entidad que va a salir mal en la foto! Ya saben ustedes, hay que aparentar, dar imagen a los ciudadanos de que se hace algo.

Pues bien, según publicó hace unos días este medio, las pruebas de esfuerzo o test de estrés que prepara el BCE para la banca patria no incluirán la deuda pública que se halla en los balances de dichas entidades dentro de los activos ponderados por riesgo, de cara a calcular el capital necesario. Otra más, igual que la reciente transformación de los activos fiscales en créditos fiscales avalados por el Gobierno Rajoy. Y ya van, ni me acuerdo. Son los nuevos trileros. Por lo menos que se callen, que no divaguen en declaraciones públicas sobre la marcha o evolución de la economía patria. Si no fuera por el dolor que generan darían risa.

El caso de Dexia

¿Se acuerdan del caso de Dexia? En 2008, Dexia fue rescatado con dinero público y en julio de 2010 superó con nota altísima los correspondientes test de resistencia. ¡Era el segundo banco mejor capitalizado! Sin embargo, el deterioro de sus activos desde aquel verano, especialmente en su matriz especializada en la financiación de entidades públicas a nivel europeo, le generó un deterioro constante en su posición de liquidez.

Pero claro, los activos vinculados a entidades públicas no computaban dentro de los activos ponderados por riesgo, no consumían capital. ¿Era asumible no contemplar quitas de deuda soberana europea, cuando ya desde mitad de 2010 la probabilidad de quitas en deuda griega, portuguesa o irlandesa era alta? La respuesta era no.

Pero no aprenden, siguen actuando igual. El BCE y las élites bancarias tratan de mantener artificialmente altos los precios de los activos financieros e inmobiliarios para evitar nuevas quiebras bancarias. De esta manera, preservan el statu-quo de una élite bancaria insolvente y ganan tiempo.

En vez de intervenir la banca, a costa de su gerencia y acreedores, el Banco Central les da barra libre de liquidez y éstos a su vez financian a los diferentes Tesoros. ¿Cómo narices va a computar entonces la deuda soberana dentro de los activos medios ponderados por riesgo? Les da igual, a lo suyo, caiga quien caiga.

La banca no ha diversificado sus riesgos

Los bancos de la Eurozona están más expuestos que nunca a la deuda pública de sus respectivos países. Durante el último año y medio, inmersos en una burbuja en los precios de la mayoría de activos financieros, las primas de riesgo de los bonos soberanos periféricos han disminuido, y con ello, aparentemente, los temores de incumplimientos soberanos. En este escenario, en realidad, los distintos miembros de la zona euro deberían haber forzado a sus bancos a diversificar sus carteras de bonos gubernamentales en euros. Pero no se ha hecho nada en este sentido.

Todo lo contrario. Como ya detallamos en otro blog, los resultados obtenidos por los profesores Viral Acharya y Sascha Steffen apoyan la idea del tremendo problema de riesgo moral en la forma de la toma de riesgos por parte de bancos insuficientemente capitalizados, especialmente los periféricos. Éstos, aprovechando la financiación concedida por los Bancos Centrales a tipos ridículos, invirtieron en bonos soberanos de sus respectivos países para llevarse así la diferencia de tipos de interés, lo que técnicamente se denomina “carry trade”, y así tratar de recapitalizarse.

Los bancos en Portugal, España e Italia tienen más del 75% de su cartera de deuda soberana en sus bonos nacionales. Dicho de otra manera, en lugar de salvaguardar el futuro del sistema financiero europeo, se ha vuelto mucho más frágil.

En vez de tener en cuenta este problema de riesgo moral, los supervisores les acaban premiando. Y si luego el mercado se da la vuelta y se produce la tormenta perfecta, una retroalimentación de la crisis bancaria y soberana, pelillos a la mar, los incautos ciudadanos pagarán de nuevo los platos rotos de esta farsa. ¿O es qué tienen alguna duda?

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