Selección de prensa nacional

La noche de San Valentí­n del PP

La respuesta del gobierno a la crisis y la crisis propia del PP siguen siendo los centros que acaparan hoy la atención de los medios de comunicación nacionales. En El Confidencial, Carlos Sánchez sigue insistiendo en la necesidad del cambio del modelo productivo y, desde este punto de vista, la insuficiencia y cortedad de miras de las recetas del gobierno para paliar, que no atajar ni resolver, los peores efectos de la crisis.

Algo a lo que también aunta El País en su editorial de hoy, al afirmar que el gobierno, además de que sigue “sin exponer un diagnóstico realista y coherente de la recesión”, se resiste a “plantear un plan bien reflexionado que estimule la generación de empleos estables en sectores con futuro”. Como reconoció la misma ministra de Administraciones Públicas, los 8.000 millones del Fondo de Inversión Local son, simplemente, “pan para hoy”. Aunque se olvidó acabar la frase, “y hambre para mañana”. Es decir, parches y recetas que no se cuestionan que el “modelo económico español ya no puede sustentarse sobre el empleo precario, como el que ofreció la burbuja inmobiliaria” Digital. El Confidencial QUÉ SE PUEDE ESPERAR DE UN PAÍS QUE GASTA MÁS EN PARO QUE EN CREAR EMPLEO Carlos Sánchez (…) El Gobierno presume ante la opinión pública de que afronta la crisis económica desde una perspectiva socialdemócrata -o socialista, como se prefiera-, y lo justifica con un argumento contundente: ningún parado quedará desprotegido de la acción protectora del Estado. Dicho así, la música suena bien (…) Mantener amplias bolsas de exclusión social -como sucede en EEUU- no hace al país más eficiente en términos económicos. Todo lo contrario. Es, por lo tanto, una necesidad ineludible ampliar la acción protectora del Estado allí donde realmente se necesite, lo cual exige la existencia de mecanismos de control rigurosos capaces de detectar el fraude. Pero dicho esto, es sorprendente el énfasis que pone el presidente del Gobierno en aparecer ante la opinión pública como el paraguas protector de los parados, olvidando que muchos de esos ciudadanos que están en esa situación se encuentran así, precisamente, por el diseño de políticas económicas equivocadas que lejos de resolver los problemas los agravan (…) el no haber hecho prácticamente nada durante los últimos cinco años para cambiar el aparato productivo del país ha contribuido, sin lugar a dudas, a que España tenga el dudoso honor de que de cada 100 nuevos parados que ha habido en la UE a 15 durante el año pasado, 95 procedan de la piel de toro (…) ¿Qué es más rentable a largo plazo? ¿Gastar en mejorar las aceras de las calles Serrano y Paseo del Prado?, como ha hecho Gallardón. ¿O invertir en zonas wifi para que los autónomos y los ciudadanos en general se beneficien de una reducción de los costes de sus telecomunicaciones?, con lo que su negocio sería más competitivo. Cuando se habla de reformas, además, se piensa inmediatamente en medidas de corte económico, pero a menudo se olvida la necesidad de impulsar cambios institucionales, jurídicos o, incluso, culturales, que transformen la identidad del país en aras de ponerlo a trabajar en todos los sentidos. Para volver a crear empleo suficiente y de calidad, no basta con que EEUU o Alemania vuelvan a hacer de locomotoras mundiales. También es necesario reformar la Constitución para que la arquitectura institucional del país se adapte mejor a los nuevos retos económicos EL CONFIDENCIAL. 11-2-2009 Madrid. El País DEBATE ENTRE TINIEBLAS (…) la política que defiende el Gobierno, el discurso de Rodríguez Zapatero persiste en varias debilidades de enfoque de la crisis y que están en la raíz de la desconfianza que provoca la política económica entre los agentes económicos y sociales. La primera y más importante es que sigue sin exponer un diagnóstico realista y coherente de la recesión. Cierto, reconoce verbalmente la gravedad del momento, pero el mensaje subterráneo, evidente en el gusto por adoptar tan sólo medidas de corto plazo, sigue siendo que estamos ante una situación pasajera, que acabará probablemente en 2009 y cuyo principal tratamiento es el paso del tiempo. Frente a esta percepción miope, ayer se hizo oír la voz del presidente estadounidense Barack Obama, con una reflexión seca y concluyente: "Si hacemos poco o nada, la recesión se convertirá en una catástrofe". La segunda gran debilidad, consecuencia del alicorto diagnóstico, es la resistencia del Gobierno a plantear un plan bien reflexionado que estimule la generación de empleos estables en sectores con futuro. Hasta hoy, la mayoría de las medidas aprobadas son de urgencia. Pretenden contrarrestar los efectos de la crisis estimulando la creación rápida de empleo. Pero el modelo económico español ya no puede sustentarse sobre el empleo precario, como el que ofreció la burbuja inmobiliaria durante 12 años. Los parches para hoy, como el plan de inversión municipal, deben ir acompañados de otros para estimular actividades con futuro en los próximos 10 años (…) También quedó claro que el Gobierno no gestiona bien sus propias decisiones. Una de las contadas oportunidades en las que el líder de la oposición, Mariano Rajoy, superó su huero catastrofismo fue cuando denunció el desorden de las medidas económicas. Tiene razón: el Gobierno debería estar preocupado por el seguimiento y rentabilidad de las medidas que toma. No hay constancia de esa preocupación. Para recuperar la confianza social no es necesario que el Gobierno se abone al discurso apocalíptico, ni que ponga en marcha grandes artilugios políticos, como ese pacto económico que se propugna en algunos frentes de opinión. Basta con que afine su diagnóstico y proponga a los ciudadanos una visión económica que vaya más allá de 2009. EL PAÍS. 11-2-2009 Madrid. ABC MANO DE HIERRO EN EL PP La cadena de dimisiones en el Partido Popular era un trance que, antes o después, tenía que afrontar esta formación a la vista de las investigaciones judiciales sobre una red de empresas relacionadas con algunas de sus organizaciones territoriales. Tienen razón los dirigentes del PP al denunciar la «oportunidad» política de estos sumarios y su perfecta sincronización con su publicidad periodística. El momento en que salta el escándalo a la luz no puede ser fruto de la casualidad, sino que apunta a una estudiada coincidencia con el período preelectoral (…) Ahora bien, al margen de que el PP tenga derecho a recibir una explicación sobre las filtraciones sumariales y el oportunismo de las decisiones de la Fiscalía, la cuestión de fondo -posibles tráficos de influencias o adjudicaciones dudosas- merece de la dirección popular una respuesta drástica, sin dudas ni paños calientes. La presunción de inocencia es una garantía frente a las imputaciones judiciales, pero, en la actividad política, la responsabilidad de los cargos públicos se exige y se valora con criterios distintos. La imagen de pulcritud y la transparencia en la gestión son condiciones que todo político acepta incondicionalmente cuando da el paso a la actividad pública y se somete a sus exigencias, aunque éstas lleguen a tener un rigor desproporcionado. En política, para ser responsable no hace falta ser culpable. Pese al daño que el PP está sufriendo (…) Mariano Rajoy, lo mismo que Esperanza Aguirre en su ámbito de gobierno, tiene la oportunidad de establecer una forma de hacer política distinta de la que conocen los ciudadanos. Si hay corrupción en el PP, si hay cargos implicados por acción u omisión en tramas ilegales, sólo es admisible el cese, la transparencia y la denuncia ante los tribunales. El modelo socialista de Filesa o del saqueo de los fondos reservados del Ministerio del Interior -modelo de encubrimiento, negación y soberbia- sirve al PP como experiencia de lo que nunca debe hacerse. ABC. 11-2-2009 Opinión. El Mundo PELOTÓN CIRCULAR Raúl del Pozo El mundo en llamas, la catástrofe (Josu Erkoreka utilizó esas metáforas, peligrosas viniendo del País Vasco) estaba en el aire y el pleno de la crisis empezó con un Zapatero sonriente a pesar de estar rodeado de millones de parados y un Rajoy con cara de ansiedad ratificando con gestos que él y su partido viven mal momento. Luego se vino arriba porque es un buen parlamentario.Pero en el Estado Mayor del PP no creen que esta escena de un ZP eximido y un Rajoy acorralado sea fortuita. Piensan que hay detrás un diseño inteligente. Si detrás del intento de devastar al partido de la oposición hay un sujeto inteligente, también lo puede haber dentro del mismo partido (…) Rajoy habló bien, pero todo el mundo sabía que recibía los aplausos de algunos de los que lo están desollando. Informó de lo malo que será el legado de Zapatero en las enciclopedias; predicaba un agorero que ni siquiera sabe si va a tener un rodal entre los profetas. Anunció algo que puede arder en la calle: el déficit de la Seguridad Social (…) ¿Pero qué pasaba detrás de las cortinas de San Jerónimo? Todo el mundo hablaba de la redada de Boadilla. El mismísimo Aznar, que se la tiene jurada al juez Garzón desde que lo quiso empapelar en la guerra de Irak, está a punto de intervenir. Los dirigentes de Génova se quejan de que los fiscales son la rehala del Gobierno en la cacería. Tal vez por eso escuché una jaculatoria que no esperaba: que vuelva Aznar. «¿Para quedarse?», pregunté. «Para poner orden», respondió alguien que fue del círculo de Aznar. La brillante oratoria de Rajoy es inútil cuando el PP es una noche de San Valentín, de regiones y familias. El destacado aznarista que hablaba conmigo empleó la expresión «fusilamiento circular», que se utilizó en la campaña americana para describir las luchas internas cuando en el Grand Old Party se tiroteaban entre sí apuntando al corro (…) EL MUNDO. 11-2-2209

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