Diez años de Ibarretxe en el gobierno. La década ominosa (V)

La negra herencia de Ibarretxe

Casi mil asesinados, miles de heridos, decenas de miles de perseguidos, doscientos mil exiliados, la mitad de los ciudadanos con miedo a expresar sus opiniones en público… esta es la realidad de la que Ibarretxe es el principal responsable. Durante 25 años en Euskadi se ha ido consolidando un régimen que ha utilizado el terror de ETA para mantener a la oposición perseguida y amenazada. Todo el que no comulgara con lo proyectos de Arzallus o Ibarretxe ha sido señalado desde los dirigentes del nacionalismo gobernante como enemigo de Euskadi, primer paso para que luego actuaran las camisas pardas de la kale borroka o el tiro en la nuca. Esta es la principal herencia de diez años de gobiernos de Ibarretxe: un espeso fascismo que es necesario empezar a quebrar el próximo 1 de marzo.

56 asesinadosETA, como brazo ejecutor del terror, ha asesinado a 838 ersonas. 56 de estas sentencias de muerte fueron ejecutadas durante los diez años de gobiernos de Ibarretxe.Cargos políticos, ertzantzas, militares, concejales de base que realizan sus tareas en el ayuntamiento una vez han cumplido su jornada laboral, militantes de base de los partidos democráticos, luchadores antifascistas, sindicalistas, jueces… señalados por el nacionalismo reaccionario de Ibarretxe y Arzallus como enemigos de la patria vasca. La oposición debe vivir escoltadaEuskadi es el único rincón de Europa donde la oposición está obligada a protegerse con escoltas.Hasta mil personas deben vivir en Euskadi con escolta por oponerse al nacionalismo étnico: salir a comprar, ir de copas, al cine… acompañado de un guardaespaldas. Muchos concejales de base acuden a trabajar con sus escoltas y éstos los recogen a la salida de la fábrica. Si durante el fin de semana no se dispone de seguridad, la decisión inevitable es quedarse en casa. ¿Cuántos escoltas necesita Ibarretxe? 40.000 amenazadosLa gravedad de la situación política en Euskadi no es, con serlo, los atentados y los asesinatos que han causado ya centenares de muertos. Hasta 40.000 personas sufren acoso en el País Vasco y Navarra por parte de grupos afines a ETA, según señala un informe del analista de ‘Bakeaz’ Doroteo Santos y publicado por la revista de la Fundación de Víctimas del Terrorismo. Perseguidos que son sacerdotes, profesores universitarios, políticos, periodistas, artistas, empresarios, ertzaintzas y jueces, pero que muchos también son simples ciudadanos de a pie opuestos al nacionalismo étnico.Una violencia que usa los cócteles incendiarios contra las casas, las amenazas de muerte en los buzones, las dianas pintadas con nombres y caras, los escritos dejados en los sitios que frecuentan las victimas, e, incluso, en los pupitres donde estudian sus hijos.200.000 exiliadosSegún los cálculos del Foro de Ermua, 150.000 personas han abandonado Euskadi por motivos políticos durante las legislaturas de Ibarretxe. Conforman una diáspora vasca, obligada a emigrar por la amenaza o la presión del nacionalismo étnico.Los que se sienten tan vascos como españoles han sido declarados expulsables, eliminables. Son los que, según Arzallus, serán tratados como alemanes en Mallorca… o mejor dicho como judíos en Alemania. O los que, según el plan Ibarretxe, no obtendrían la nacionalidad vasca y pasarían a ser ciudadanos de segunda.Esa limpieza política de no nacionalistas sigue alterando el censo electoral vasco en beneficio de Ibarretxe.La educación en el enfrentamiento y el odio a España La educación impuesta por la línea reaccionaria de Arzallus se ha convertido en un semillero de odio. Formando en la superioridad de lo vasco y en el odio a España. Hoy llamar a alguien español es el insulto predilecto entre los niños formados bajo esta educación. Se potencia una segregación que llega hasta hacer salir al patio a diferentes horarios a los niños con línea en euskera y los que la tienen en castellano, o celebrar las fiestas separando ambas partes con una cinta para evitar «roces indeseables».El silencio y el miedo intangible La mitad de la población vasca, los que no comulgan con el credo del catecismo de Arzallus, sufren un miedo espeso que paraliza el ejercicio de las libertades y derechos más básicos. Basta ya de tener que cambiar de conversación cuando se habla de política, de tener que expresar las opiniones en voz baja por temor a ser señalado.Según el Euskobarómetro publicado en noviembre de 2008, el 35% de los vascos declara que no se atreve a expresar públicamente sus opiniones políticas, sólo lo hace delante de algunas personas seleccionadas. Un 19% de los vascos no se atreve a hablar de política delante de nadie.Hasta un 38% manifiesta miedo a participar en política, porcentaje que se eleva al 47% entre los no nacionalistas.

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