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La morosidad bancaria se dispara a cotas históricas

La morosidad de la banca española en el mes de junio, cuyo dato oficial publica el Banco de España el próximo lunes, arrojará nuevos máximos tras el efecto apaciguador que tuvo el traspaso de los activos tóxicos por parte de las entidades nacionalizadas o que han necesitado ayudas públicas. Ya en mayo, según los últimos datos oficiales del supervisor, la ratio media se elevó hasta el 11,21%, muy cerca del máximo histórico alcanzado en noviembre, justo antes del primer traspaso de activos al banco malo. Varias entidades ya han rozado al cierre del primer semestre esos niveles, como ocurre con Caixabank, Sabadell o Banco Popular, mientras que Bankia ya supera esos porcentajes incluso con el traspaso que realizó en diciembre de los activos tóxicos. Santander, BBVA y Bankinter aún logran mantener su mora por debajo de la media, aunque en el segundo trimestre del año han sufrido incrementos de la misma como consecuencia de la crisis económica y las elevadas tasas de paro.

Una de la variables que más preocupa y ocupa, con una gestión más activa de las recuperaciones, a los bancos españoles es el de la morosidad, una ratio en plena escalada desde el estallido de la crisis hasta máximos históricos y que sólo se ha tomado respiros puntuales como consecuencia de los traspasos de activos tóxicos a la Sareb o banco malo.

La morosidad de junio del conjunto de la banca española, que publica el Banco de España el próximo lunes, volverá a situar en máximos esta ratio, que ya en el mes de mayo repuntó hasta el 11,21%, muy cerca del 11,37% alcanzado en noviembre de 2012. La mayoría de las entidades han registrado incrementos de morosos en sus cuentas del segundo trimestre y varias entidades ya rozan la media de mayo.

Caixabank, uno de los grandes grupos del país, ya ofrece a junio una morosidad del 11,17% tras las diversas integraciones realizadas en los últimos tiempos de entidades (Banco de Valencia o Banca Cívica) con esta variable más deteriorada que la habitual en el grupo presidido por Isidro Fainé.

El caso del Banco Sabadell es bastante similar. Su morosidad se ha situado al cierre de junio en el 10,62%, como consecuencia de las integraciones de Caixa Penedés y Lloyds, así como por la reclasificación de créditos refinanciados. Su consejero delegado, Jaime Guardiola, ya reconocía en la presentación de los resultados que estas reclasificaciones impactarán aún más en su morosidad en el mes de septiembre, cuando se cierre todo el proceso, y descartó que la integración de Banco Gallego vaya a suponer un peso excesivo en esta variable.

La ratio de morosidad de Banco Popular también se ha aproximado en junio a la media del sector en mayo, al situarse en el 10,84%. Su consejero delegado, Francisco Gómez, justifica esta evolución «por el entorno macroeconómico», ya que su grupo registra dos trimestres consecutivos con una reducción de deudores morosos. Incluso, según los datos facilitados por el Banco Popular, la media del sector sin el traspaso a la Sareb se habría situado ya en el 12,8% en mayo, pulverizando todos los máximos históricos.

Bankia, después de beneficiarse del traspaso de sus activos en diciembre, ha visto cómo su morosidad individual al cierre de junio supera todas las medias y se encuentra ya en el 13,36%, la más alta entre las entidades bancarias españolas de mayor tamaño.

Impacto más limitado

El crecimiento de la morosidad hasta junio se ha registrado, incluso, entre aquellas entidades que logran mantener más contenida su ratio, que supone la mitad o menos de la media del conjunto de la banca española. Bankinter presume, desde hace tiempo, de ofrecer la máxima calidad de activos, con una mora del 4,62% gracias sobre todo a su mínima exposición al sector inmobiliario. Su consejera delegada, María Dolores Dancausa, lamenta el efímero efecto del traspaso de activos a la Sareb y no baja la guardia en la evolución de esta variable pese a mantener los activos problemáticos «en niveles razonables».

Banco Santander ha visto como su morosidad se ha incrementado en todo el grupo hasta el 4,92%. La principal causa es la evolución en España, donde la ratio se ha elevado hasta el 4,76% (5,75% con reclasificaciones) desde el 4,12% del primer trimestre. No obstante, las entradas en mora se producen sobre todo en el segmento de empresas, mientras que en individuos desciende, tanto en hipotecas como en consumo. Esta evolución es la que permite a su consejero delegado, Javier Marín, asegurar que ya se ha tocado el pico de la morosidad, al menos en su grupo.

Más cauto se muestra el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, que sitúa los niveles máximos en la primera mitad del 2014, cuando la recuperación macroeconómica pueda ser una realidad. La morosidad del grupo que preside Francisco González se elevó hasta el 5,5% en junio y en su unidad de España la ratio es menor, del 4,7%. La evolución de la mora con empresas es una de las principales preocupaciones, desde hace varios meses, para los responsables de este banco.

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