Fidel Castro apoya la remodelación del gobierno

La miel del poder

» La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos».

El ex jefe de Estado cubano Fidel Castro ha defendido los cambios en el Consejo de Ministros y ha justificado la destitución del titular de Asuntos Exteriores Felie Pérez Roque y del secretario del Consejo de Ministros Carlos Lage Dávila porque ambos tuvieron un «papel indigno».Varias de ellas hablan o se hacen eco de rumores «populares» sobre la sustitución de los «hombres de Fidel» por los «hombres de Raúl».»La mayorí­a de los que fueron reemplazados nunca los propuse yo. Casi sin excepción llegaron a sus cargos propuestos por otros compañeros de la dirección del Partido o del Estado. No me dediqué nunca a ese oficio».»Jamás subestimé la inteligencia humana, ni la vanidad de los hombres».»Los nuevos ministros que acaban de nombrarse fueron consultados conmigo, a pesar de que ninguna norma obligaba a los que los propusieron, a esa conducta, ya que renuncié hace rato a las prerrogativas del poder. Actuaron sencillamente como revolucionarios auténticos que llevan en sí­ mismos la lealtad a los principios».»No era en absoluto ausencia de valor personal. La razón era otra. La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos».Raúl Castro asumió provisionalmente la presidencia del Consejo de Estado, la secretarí­a del PCC y la comandancia en jefe de las Fuerzas Armadas, tras la operación a la que fue sometido Fidel. Por orden de Fidel, Raúl encabezaba una especie de gobierno colegiado.Lo formaba junto a los vicepresidentes Lage, Machado y Lazo, otros tres miembros del Consejo de Estado: el ministro de Salud Pública y miembro del Buró Polí­tico José Ramón Balaguer Cabrera, el canciller y miembro del Comité Central Pérez Roque, y el ministro presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón Valdés. Ha combatido en tres frentes desde febrero de 2008: impulsó un conjunto de reformas económicas para activar la economí­a, buscó aumentar la inserción internacional recibiendo presidentes sobre todo de la región y afrontó las consecuencias de los huracanes que golpearon la isla. Los planes de gobierno impulsados por Raúl Castro llevan un enorme retraso, le reforma agraria y la eliminación de los topes salariales, por ejemplo, han sido empantanados por la burocracia estatal a pesar de ser medidas imprescindibles para la economí­a.Con la actual reestructuración, el presidente parece que pretende matar varios pájaros a la vez, simplifica el aparato estatal, ubica en los puestos claves a hombres de su confianza y deja claro a todos los funcionarios que no hay nadie intocable.Además hay que tener en cuenta que en Cuba la pérdida del cargo de gobierno también implica un descenso dentro del Partido Comunista por lo que los polí­ticos destituidos tendrán mucho menos peso en el Congreso previsto para este año.

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